En la discusión sobre la contrarreforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador cabe señalar algunos ejemplos de la falta de transparencia, irregularidades y violaciones a la ley en que ha incurrido la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recientemente.
Entre los señalamientos que muestran el proceder dudoso de la CFE y de su director, Manuel Bartlett Díaz, está el de una adjudicación directa a la empresa Cerrey S. A. de C. V., entre cuyos principales accionistas se encuentra Carlos Hank Rhon, por 409 millones de pesos, por el concepto de suministro e instalación de bancos completos optimizados con nueva tecnología y paredes de agua para la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, ubicada en Tula, Hidalgo.
En 2015 se informó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos realizaba una investigación de lavado de dinero entre Citigroup y las empresas Banco Interacciones y Grupo Hermes, de Hank Rhon. En aquella ocasión Grupo Financiero Interacciones y Cerrey se desmarcaron de aquella información, y aseguraron que se apegaban a la legislación vigente y rechazaron la versión.
Entonces Cerrey aclaró que “es una empresa dedicada a la producción y exportación de grandes calderas de vapor en todo el mundo, en asociación con empresas del mayor reconocimiento como son Mitsubishi y Alstom”.
Cabe recordar que entre sectores oficialistas la iniciativa de reforma eléctrica presidencial es benéfica por limitar radicalmente la participación privada, especialmente la extranjera.
Sobre el dudoso manejo de diversas situaciones de la CFE destaca la del apagón del pasado 28 de diciembre del año pasado, que la compañía estatal atribuyó en un primer momento a un presunto incendio de pastizales. Entonces, para sostener esa versión, en una conferencia de prensa sus funcionarios presentaron un presunto documento de Protección Civil del gobierno de Tamaulipas.
Sin embargo, al día siguiente la dependencia del gobierno estatal denunció que se trataba de un documento falso. Los encargados de Protección Civil desmintieron la versión y negaron que elementos de Protección Civil del estado y de los municipios hubieran intervenido en las acciones de combate al incendio.
Entonces los funcionarios estatales señalaron que el presunto documento estaba signado con una firma diferente a la del presunto responsable, además de que no coincidían horarios, las unidades que habrían participado, logotipos, número de oficio ni las acciones presuntamente realizadas.
Por ello, el 3 de enero el gobierno tamaulipeco presentó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de Justicia de la entidad por la elaboración y difusión de documentos apócrifos.
Frente a ello, dos días después la CFE tuvo que reconocer que el documento era falso y afirmó que sí ocurrió el incendio, pero que fue combatido sin participación de Protección Civil del estado. Por ello, dijo la empresa, iniciaría una investigación interna para sancionar a los responsables.
Entonces Bartlett Díaz minimizó el hecho: “No tiene nada que ver el documento, falso que sea, con el evento que sí ocurrió. Todas las pruebas, el pasto quemado, las fotografías, todo eso demuestra que sí ocurrió ese fenómeno y sus secuelas”.
Y comentó que ya se realizaba un análisis a fondo de lo ocurrido y que ya se investigaba para dar con el responsable de la falsificación. Sin embargo, más de nueve meses después no hay ningún resultado ni sanción para los responsables de la falsificación.
En un artículo publicado este miércoles en La Lista, Víctor Ramírez recordó que empresas de generación de la CFE “ampliaron ilegalmente sus contratos sin concurso ni subasta, al costo que ellos quieran, para venderle a CFE suministro básico y que nos revenda, hace menos de un año”.
El especialista comentó que aquel contrato fue ilegal porque amplió “la capacidad de generación de una empresa, considerando plantas nuevas como si fueran ya capacidad instalada, lo cual es obviamente contrario a la ley”.
Sobre ello, finalizó: “Curiosamente esa ilegalidad no fue nombrada en la iniciativa enviada por el presidente”.
Esos sólo son algunos ejemplos de la forma reciente de operar de la CFE y que han ignorado los promotores de la contrarreforma eléctrica.