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Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, es un plagiario: ha copiado textos de otros autores para escribir sobre el diplomático mexicano Gilberto Bosques, como lo exhibió el académico Guillermo Sheridan.

En su colaboración de este martes en El Universal Sheridan evidenció cómo el vocero presidencial no sólo recicló el pasado 3 de septiembre en Milenio un texto que había publicado en 2014 en Regeneración, sino cómo copió fragmentos de un artículo de Daniel Verdú en El País y de un punto de acuerdo presentado por Ricardo Monreal en el Senado de la República en 2011.

Sheridan recordó que el pasado sábado Ramírez Cuevas publicó en Milenio el texto “Gilberto Vázquez, el Schindler mexicano que desafió a los nazis”, y refirió que lo publicó originalmente en Regeneración el 11 de abril de 2014. Pero en el sitio web de este medio, que editaba Ramírez Cuevas, aparece también con fecha 20 de julio de 2017 (https://regeneracion.mx/gilberto-bosques-el-schindler-mexicano/), por lo que, al parecer, ya van cuando menos tres veces que el vocero se quiere lucir con el mismo escrito. También hay que anotar que en la versión web de Milenio (https://www.milenio.com/cultura/gilberto-bosques-schindler-mexicano-desafio-nazis) en ninguna parte se aclara que el artículo de Ramírez Cuevas ya había sido publicado previamente en otro sitio, lo que es una obligación de los editores.

Al revisar el texto multipublicado de Ramírez Cuevas, Sheridan encontró las copias que hizo Ramírez Cuevas de Verdú y de Monreal. En el primer caso se trata del artículo “Los castillos que salvaron la vida a miles de españoles”, publicado en El País el 8 de abril de 2014, y del que Ramírez Cuevas plagió partes en su texto publicado tres días después.

Uno de los ejemplos que muestra Sheridan es el siguiente: Verdú escribió: “Algunos le llaman el Schindler mexicano, pero es probable que su gesta (…) fuera mayor que la del empresario alemán, que salvó a más de un millar de judíos durante la Segunda Guerra Mundial porque Gilberto Bosques firmó 40.000 visas para que muchos perseguidos por el nazismo pudiesen cruzar el Atlántico”.

Tres días después, el magín de Ramírez Cuevas le dio para producir el siguiente párrafo: “Se ganó que le llamaran el Schindler mexicano. Pero si el empresario alemán Oskar Schindler salvó a más de mil 200 judíos durante el Holocausto, empleándolos como trabajadores de sus fábricas, el cónsul mexicano firmó 40 mil visas para que muchos perseguidos por el nazismo pudiesen cruzar el Atlántico”.

El punto de acuerdo que el 19 de enero de 2011 el entonces senador petista Ricardo Monreal propuso para que una plaza o una calle llevaran el nombre de Gilberto Bosques, también sirvió de inspiración para que Ramírez Cuevas le diera vuelo a su pluma.

Así, muestra Sheridan, Monreal escribió: “Gilberto Bosques presentó la nota de ruptura. Poco después el consulado fue tomado por tropas de la Gestapo, que confiscaron ilegalmente el dinero que la oficina mantenía para su operación. Bosques, su familia (su esposa María Luisa Manjarrez y sus tres hijos: Laura María, María Teresa y Gilberto Froylán) y el personal del consulado, 43 personas en total, fueron trasladados hasta la comunidad de Amélie-les-Bains. Después, violando las normas diplomáticas, se les llevó a Alemania, al pueblo Bad Godesberg, y se les recluyó en un hotel-prisión”.

A su vez, el hoy vocero presidencial publicó bajo su nombre y responsabilidad: “Gilberto Bosques presentó la nota de ruptura ante el gobierno de Vichy. Entonces el consulado fue tomado por tropas de la Gestapo, que confiscaron ilegalmente el dinero del consulado. Gilberto Bosques, su familia (su esposa María Luisa Manjarrez y sus tres hijos: Laura María, María Teresa y Gilberto Froylán) y el personal del consulado, 43 personas en total, fueron trasladados hasta Amélie-les-Bains. Después, violando las normas diplomáticas, se les llevó a Alemania, al pueblo de Bad Godesberg y se les arrestó durante más de un año en un “hotel prisión”.

Captura de pantalla

Sheridan termina su texto en El Universal de la siguiente forma: “En suma: no hay una línea de Ramírez Cuevas que no tenga antes los escritos de otros. Deplorable cosa tratándose de un escritor. Y de un poderoso funcionario que, a cargo de vigilar en este gobierno que nadie mienta, nadie robe y nadie traicione, miente a sus lectores, roba a sus colegas y, claro, traiciona a su profesión”.

Como se sabe, Ramírez Cuevas es el responsable del área de Comunicación Social de la Presidencia de la República y, como tal, también de la sección “Quién es quién en las mentiras”, que presenta Elizabeth García Vilchis los miércoles en las conferencias de prensa presidenciales. Ahora se evidencia que es un plagiador.

Ramírez Cuevas fue el director fundador de Regeneración, una pésima evocación de la legendaria publicación de Ricardo Flores Magón, en 2010. En noviembre de 2020 Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), en el reportaje “Morena Tabasco contrató empresa fantasma para editar Regeneración en 2016”, de Raúl Olmos, dio a conocer que Morena realizó pagos para la impresión de esa publicación a Benefak, una empresa que fue reconocida como fantasma por el propio Servicio de Administración Tributaria, los que incluso fueron mostrados por el propio Ramírez Cuevas en Twitter y que fueron por 58 mil pesos.

La investigación de MCCI encontró que la presunta dueña de la empresa es una humilde señora de Teotitlán de Flores Magón que no sabía nada de esa compañía contratada por Ramírez Cuevas para la impresión de Regeneración.

El 17 de mayo del presente año, en su conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a Ramírez Cuevas a acercarse, y dijo de él: “Es que ¿saben qué? Que le echan la culpa a él, le echan la culpa a él: ‘Es que él es el que le dice al presidente de que los medios o alguien en los medios’. No, no, no: él es muy profesional y muy buena gente, de muy buen corazón, incapaz de una intriga. De veras”.

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