253 votos electorales de Joe Biden frente a 214 de Donald Trump. La victoria demócrata parece estar cerca, pero nada está escrito cuando al menos cuatro estados faltan por terminar su cómputo de votos y cuando algunos de ellos ofrecen posibilidades de reelección. Nevada ya avisó que no sabremos qué ocurrirá sino hasta el 12 de noviembre, que aún faltan revisar los votos por correo, que eso se hará durante el fin de semana. Ya después, veremos. Así que al menos por los siguientes días no habrá presidente electo de EU, aunque sí muchas advertencias.
Donald Trump ofreció un primer mensaje, luego de declararse ganador, casi 48 horas después. En el inter, escribió una retahíla de tuits que la misma red social ha calificado como información engañosa. Lo que es un hecho, es que su base está presente, ésta es la que ha salido a las calles a pronunciarse contra el supuesto fraude, la que celebra la actitud bravucona de su candidato, pero, ¿quiénes y cómo son ellos?
Para nueve de cada 10 votantes de Trump, el aumento de casos de covid-19 no fue un factor para acudir a las casillas, incluso, lo cuentan reportes en varios medios locales, muchos de ellos acudieron a votar sin portar cubrebocas, un statement. Los datos los ofrece la encuesta de salida de CNN, tomada el martes 3. A diferencia de los votantes de Biden, para quienes la lucha racial, la pandemia y el acceso a servicios de salud, todos son temas que se piensan en comunidad, para los de Trump fue la economía y seguridad, ésa que, según su candidato, sólo se combate con ley, orden y mano dura. Por razones que sólo ellos conocerán, siete de cada 10 electores republicanos aseguran que tras un primer mandato de Trump, su economía mejoró considerablemente. En cuatro años, ese presidente supo mantener contenta a su base. Por ello, a pesar de todo lo que fuera de su círculo se señala, lo que parece evidente a los ojos del mundo, la elección del pasado martes sigue en suspenso.
Hace cuatro años, los votantes de Trump no se identificaban distinto, así lo escribí en este espacio: “Lo siguen los hombres (50%) mayores de 65 años (54%) blancos (52%) integrantes de cualquier otro grupo racial, pero 68% de ciudadanos que viven en comunidades rurales, personas jubiladas o que realizan labores domésticas, aquellos que no cuentan con estudios universitarios, que son católicos o protestantes y que, desde luego, todo lo observan con un poderoso tinte conservador…”. Los datos los ofrecía el diario El País.
Nada de esto ha cambiado. Los votantes de Trump aún son en su mayoría habitantes de zonas rurales, conservadores, que no creen que el aborto deba ser un derecho, que no cuentan con estudios más allá de la educación básica. Acaso a este 2020 le agregaremos una característica: sus votantes son aquellos que prefieren una reapertura a mayor velocidad, antes de seguir las recomendaciones de la ciencia, porque sin importar los más de 200 mil muertos y casi 10 millones de contagios en EU, quienes apoyan la reelección de Trump son aquellos que aún creen que éste es el momento para recuperar lo que les han arrebatado, que qué importa si eso implica pasar sobre el de junto, que hay quien puede rescatarlos. El odio se alimenta también de esa forma, porque ni una pandemia es capaz de contenerlos. Y tan lo alimentó, que después de tres días, la elección aún no está definida.
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