El 7 de mayo comenzó en Estados Unidos el juicio contra el gurú de NXIVM, Keith Raniere.
Está acusado de tráfico de personas y esclavitud sexual, entre otros delitos.
La filial de NXIVM en México la obtuvieron, hace más de una década, el hijo del expresidente Carlos Salinas, Emiliano Salinas Occelli, y su socio Alejandro Betancourt.
Cuando en 2017 salió a la luz pública el primer señalamiento por parte de una de las víctimas, Emiliano se deslindó.
El New York Times reveló las terribles formas de reclutamiento, adoctrinamiento y sometimiento de mujeres pertenecientes al grupo D.O.S (Dominant Over Submissive: dominante sobre sumisa).
En las audiencias de esta semana en Brooklyn, se mencionaron los nombres de Emiliano Salinas, Loreta Garza, Rosa Laura Junco, Daniela Padilla, entre otros.
Al hijo del expresidente, la fiscalía estadounidense ya lo señaló como coconspirador.
Mientras que a la hija del dueño del diario Reforma, a Rosa Laura Junco, la identificó como parte del círculo cercanísimo. Por lo menos una de las casas en Albany, Nueva York, sede de NXIVM, está vinculada a ella.
El inmueble presuntamente servía para reclutar a las esclavas sexuales.
Raniere fue detenido en Puerto Vallarta, Jalisco, en marzo de 2018.
Sus vínculos con México son inocultables.
Los cursos de la franquicia mexicana eran exitosos. Y caros.
La introducción de una semana, hace unos cinco años, costaba cerca de 30 mil pesos.
Políticos, académicos, periodistas y funcionarios ingresaron al ESP (Executive Success Program) de Salinas. Sus nombres se mantienen en sigilo.
“Los materiales, tanto documentales como en video, nos llegaban de Albany”, me indicaron fuentes que asistieron.
“Algunos talleres los impartía el propio Emiliano. En ocasiones, como invitada, también su hermana Cecilia… Salinas presentaba un video con Keith Raniere. Lo mencionaba como uno de los mejores ‘problem solver of the world’, comparándolo con Steve Jobs… Te metías y podías seguir tomando clases. Conforme avanzabas subías en la organización y te daban cintas de color… La filosofía era respecto a actitudes y valores del liberalismo norteamericano, individualismo puro… También acudían mujeres atractivas de Europa del este. Ellas trabajaban para otra de las áreas, una metodología preescolar para niños llamada Rainbow… Cada año nos enviaban correos… Una de las invitaciones era para viajar a Estados Unidos y conocer a Raniere…”, me comentaron los participantes del Executive Success Program.
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