Ah, cómo dicen que son diferentes pero cómo actúan de forma idéntica. El lopezobradorismo tan parecido al peñismo en cuanto a su falta de voluntad para identificar y sancionar el conflicto de interés. Los artífices de la auto-denominada Cuarta Transformación haciendo lo mismo que los gobiernos que la precedieron. Investigaciones a modo a través de instituciones politizadas para encubrir a amigos y embestir a enemigos. Interpretaciones estrechas y formalistas de la ley que desvirtúan su espíritu y coartan el objetivo para el cual fueron creadas. Así como Virgilio Andrade utilizó a la Secretaría de la Función Pública para exonerar al ex presidente Peña Nieto por la Casa Blanca, Irma Eréndira Sandoval puso a la SFP al servicio de AMLO para encubrir a Manuel Bartlett y a su “pareja sentimental”. Al mimetizar el pasado, empañan el presente y arruinan el futuro. Porque no son los adversarios de la 4T quienes dañan su desempeño; más bien es víctima de su propio auto-sabotaje.
Auto-sabotaje contenido en una investigación de sólo 29 cuartillas repleta de argumentos pueriles, posturas indefendibles, ausencias cuestionables y la encomienda clara de exculpar a Bartlett. En ninguna parte aparece lo que la Unidad de Inteligencia Financiera y el SAT debieron haber aportado. En ningún sitio se investiga el origen de las propiedades de la señora Abdala y los hijos de la pareja y si el patrimonio que poseen es congruente con sus ingresos. En ninguna página del escueto informe se indaga el uso o disfrute de los 25 bienes, una forma de enriquecimiento “oculto u ocultado” señalada en el artículo 60 de la Ley de Responsabilidades Administrativas. Más bien Irma Eréndira Sandoval hizo lo mejor que pudo para interpretar la normatividad de tal modo que Bartlett no fuera culpable. Que como sus hijos y su novia no son servidores públicos por lo tanto no se les puede investigar. Que como no son dependientes económicos del director de la CFE, él no está obligado a declarar sus bienes en su declaración patri-monial. Que a Bartlett sólo se le aplica la ley a partir del 1o. de diciembre de 2018. Que las lagunas legales impiden culpabilizarlo.
Argumentos elaborados para permitir el uso de prestanombres, para evadir lo que el gobierno no quiere saber ni sancionar mientras reconvierte a la CFE en monopolio estatal. Todo aquello que la secretaria de la Función Pública optó por ignorar por consigna presidencial. Cómo Bartlett dejó de registrar propiedades a su nombre cuando se volvió senador del PT. Cómo -justo en esa fecha- se multiplicaron de forma acelerada los inmuebles a nombre de su pareja y los hijos de ambos. Cómo la familia empezó a adquirir propiedades vertiginosamente en las zonas más caras de la Ciudad de México. Cómo los bienes raíces fueron comprados a precios más bajos que los del mercado. Cómo no hay registro de que Julia Abdala fuera dueña de alguna propiedad o empresa antes de su relación amorosa con Bartlett. Cómo los terrenos a nombre de uno de sus hijos se adquirieron cuando tenía 24 años y apenas salía de la universidad. Mucho ruido inexplicable, y pocas nueces explicadas en el mini-informe de la Función Pública.
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