Según expediente oficial, el Colegio Rébsamen era seguro y estaba en orden

El Colegio Rébsamen era una edificación segura y su construcción y sucesivas ampliaciones estaban en orden, de acuerdo con los permisos y trámites oficiales que amparaban los dos predios en que fue asentada la escuela desde 1983, informó Claudia Sheinbaum, delegada de Tlalpan.

En rueda de prensa, la funcionaria presentó copias simples testadas de toda la documentación que ampara la creación de la escuela en 1983, sus sucesivas ampliaciones, hasta la última gestión realizada apenas en julio pasado, cuando la delegación previno al colegio que su programa interno de protección civil estaba incompleto.

El martes pasado, una parte importante del predio donde se asienta la escuela Rébsamen colapsó a raíz del sismo que afectó al centro del país, causando la muerte hasta el momento de 19 niños y ocho adultos, conviertiéndose en un foco destacado de atención de las labores de rescate y remoción de escombros en la capital del país.

Entre las autorizaciones contenidas en los expedientes de los dos predios en que se asentaba la escuela, destacan los dictámenes de 2014 y 2017 sobre seguridad estructural con que los directores Responsables de Obra (DRO) y corresponsables de Seguridad Estructural revisaron las instalaciones y estructuras, y establecieron “bajo protesta de decir verdad” que estaban en perfectas condiciones y cumplían con el reglamento.

De acuerdo con el reglamento de construcciones de la Ciudad de México, el gobierno central puede utilizar auxiliares para verificar la seguridad estructural de los inmuebles, los cuales son acreditados por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (son mutatis mutandis, como los notarios, que auxilian a la autoridad como fedatarios para que la ciudadanía pueda recurrir a la fe pública).

Los arquitectos Juan Mario Velarde y Juan Apolinar Torales, DRO’s de los respectivos trámites, señalaron que revisaron cada uno de los elementos estructurales y diversos componentes, la calidad de los materiales y en un caso inslusive se asegura que se realizaron pruebas de carga.

La jefa delegacional aclaró que la escuela tuvo en efecto dos suspensiones de obra (una en 2010 y otra en 2014), debido a que cometieron irregularidades en dichas ampliaciones, pero que de acuerdo con los expedientes, las faltas fueron subsanadas y se pagaron las multas respectivas.

Sheinbaum explicó que las verificaciones sobre uso de suelo ya no forman parte de las atribuciones de las delegaciones desde que fue creado el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) en la administración pasada de la Jefatura del Gobierno del entonces Distrito Federal.

Dicha reforma, precisó, le quitó a las delegaciones políticas la posibilidad de tener inspectores específicamente sobre el tema de uso de suelo; esa atribución de verificación pasó a formar parte de las atribuciones del INVEA.

Del expediente presentado resulta evidente que la dualidad vivienda/escuela (indebida de acuerdo con las regulaciones actuales) está presente en la solicitud de construcción del colegio Rébsamen desde su creación en 1983, cuando ni siquiera existía el concepto y la regulación en materia de uso del suelo.

El documento en cuestión es una licencia de construcción que ampara “la construcción de escuela para jardín de niños y departamentos en cuatro niveles”. En esa época se utilizaba el criterio administrativo de zonificación y licencia de construcción.

Para 2003, la escuela solicita una ampliación y hace uso de sus derechos adquiridos en materia de uso del suelo, tal como lo contemplaban las regulaciones aprobadas a partir de 1997, con la creación de la Asamblea Legislativa que inició la construcción de un marco jurídico propio una vez que el DF dejó de ser un departamento dependiente del Presidente de la República.

La delegada en Tlalpan agregó que ha solicitado al Colegio de Ingenieros un dictamen técnico riguroso sobre las condiciones reales de la construcción del Colgio Rébsamen, a fin de establecer las responsabilidades a que haya lugar. Indicó que la Marina está enterada de este procedimiento y ha garantizado que el inmueble será preservado hasta que se realice dicha investigación.

Por otra parte, anunció la creación de un fondo de emergencia para ayudar a los damnificados de Tlalpan, con un aporte inicial de la propia delegación por 10 millones de pesos, que esperan poder incrementar con donaciones de la iniciativa privada tlalpense, y que administrará un comité con funcionarios de la UPN, la UNAM, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad Intercontinental.

aml

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