Detener el populismo de Andrés Manuel López Obrador será imposible a menos que la oposición cambie sus métodos y se vuelvan canales eficaces para la participación ciudadana pues “lo único que puede salvar a México es una ciudadanía organizada”, afirmó el ex presidente Felipe Calderón.
Al participar en el foro por el 20 aniversario de la Fundación Internacional para la Libertad, Calderón habló de la urgencia de frenar la destrucción de la democracia mexicana, en peligro por el populismo de AMLO y su maquinaria electoral, Morena.
Al tiempo de señalar que el actual gobierno manipula a la población por medio de los programas sociales para tener votantes cautivos, criticó con severidad a los partidos de oposición por su cerrazón, que no da espacios a la organización ciudadana, el único recurso para salvar a México.
“¿Es posible detener a López Obrador? ¿Hay alguna posibilidad de derrotar su enorme maquinaria clientelar y en zonas críticas criminales? Si no hay cambios en la manera de actuar de la oposición, imposible”, afirmó.
En consonancia con muchos actores políticos, Calderón dijo que “el único cambio viable está en tener una participación ciudadana activa, ordenada, organizada, permanente. Sólo que para lograrlo tenemos un gran obstáculo: los partidos políticos opositores no son canales eficaces para una numerosa y ordenada participación ciudadana”.
Uno de los partidos que les cerró la puerta a los ciudadanos fue el PAN, agrupación en la que Calderón militó muchos años. “Una camarilla fue quedándose con el partido y, para garantizar sus cotos de poder, les cerró la puerta a los ciudadanos”, resultando en un “empequeñecimiento progresivo y constante” que también se presenta en otros partidos.
“Los partidos opositores, y con muy honrosas excepciones, no están suficientemente provistos de cuadros con fuerza intelectual, respetabilidad profesional, conocimiento de la realidad del país, cultura general, ética y liderazgo”, consideró.
El resultado es una oposición con dirigentes que “solo se representan a sí mismos, no a la ciudadanía”.
Pero la ciudadanía organizada de manera activa y permanente es el único recurso que podría detener a la “avasalladora maquinaria” de poder de AMLO.
Aseveró que es necesario organizar a los ciudadanos para lograr una “resurrección” de la oposición, para “evitar la caída de México en una dictadura populista del siglo XXI corrupta, incompetente y autoritaria”.
En este punto, aseguró que una posibilidad para lograrlo es la creación de un nuevo partido opositor. También, la recuperación de los partidos políticos existentes.
La recuperación de los partidos es la vía inmediata, señaló. Para ello hay que usar el poder y contrapeso que tiene aún el INE, pero sobre todo, nutrirse de ciudadanía.
“Los partidos opositores necesitan con urgencia nutrirse de ciudadanía. Sin ella no tiene representación ni legitimidad. Pero tampoco tienen fuerza, presencia social, implantación territorial, “músculo”. Urge una incorporación ordenada a los partidos. Que estos se abran y que la ciudadanía acepte y participe. Habrá quien piense que los existentes son opciones indeseables, pero por ahora es lo único que hay con posibilidad legal de postular candidatos y participar electoralmente. Por eso propongo un acuerdo, en el cual los partidos, idealmente todos, pero necesariamente los más posibles en la oposición (PAN, PRI, PRD y MC), puedan comprometerse a renovar integralmente su militancia”.
Enfatizó que el país vive un régimen autoritario, no por primera vez en su historia, pero con tres agravantes. Uno, la presencia del crimen organizado que apoya la restauración autoritaria. Dos, que la autocracia busca cooptar política y económicamente a algunos miembros de la élite militar. Tres “la triste ausencia de una oposición respetable, vigorosa, creíble y con liderazgo”.
Para solucionarlo planteó una estrategia, consistente en impulsar las afiliaciones ciudadanas a los partidos políticos mediante el apoyo del INE.
“Cada partido presentaría a la ciudadanía una síntesis de su propio ideario en un periodo de difusión auspiciada de ser posible por el INE”.
Posteriormente, “los partidos convocarían a los ciudadanos a una afiliación abierta y simultánea. Es decir, invitarían a que acudan a mesas de registro en lugares claramente establecidos a afiliarse o reafiliarse, todos en la misma fecha”, afiliación que sería organizada por el INE, con reglas claras y casillas implementadas como en una elección federal, hasta donde corresponda.
“El INE deberá establecer la logística, los procedimientos, la supervisión, los sistemas de cómputo y todo lo que se requiera para este proceso. Se trata de evitar el cáncer que ha carcomido a los partidos: la monopolización de los padrones de la militancia por parte de grupos de poder interno”.
Agregó que se debe evitar tajantemente el acarreo y la afiliación corporativa.
“De este modo, garantizaríamos que los partidos políticos se integren por ciudadanos de carne y hueso. Los ciudadanos podrían entrar organizadamente a la política” de manera individual.
“Que los ciudadanos se conviertan en políticos y que los políticos sean realmente ciudadanos. Esa es la clave para la salvación de México”.
También se dijo a favor de una coalición opositora para presentar una única candidatura que enfrente a Morena en las elecciones presidenciales, además de una sola fórmula por cada distrito y senaduría.
En su exposición, Calderón detalló extensamente su plan para enriquecer a los partidos con ciudadanos afiliados libremente de acuerdo a su postura política. Habló de elecciones internas, promoción del voto, capacitación para ser funcionarios de casilla y defiendan las elecciones de los servidores de la nación.
Un proceso así “le arrebataría de manera contundente la narrativa al gobierno. La épica estaría del lado ciudadano, como fue en la marcha de la defensa del INE, y se construiría todos los días hasta el día de la elección”.
Llamó a las dirigencias partidistas a considerar su idea, aun cuando consista en un sacrificio al renunciar a mecanismos de control de espacios y candidaturas.
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