El presidente López Obrador está creando una suerte de paraestatal y, lo peor, en un sector altamente competitivo e intensivo en capital. La creación de una aerolínea del Ejército, a quienes muchos han bautizado en tono de broma como Sedena Airlines, es una concesión empresarial a la Secretaría de la Defensa. Hay varios problemas económicos en la creación de esta nueva aerolínea.
USARÁN DINERO PÚBLICO
1. Su dinero saldrá del presupuesto. El dinero de la Sedena sale del presupuesto público. Cuando dicha aerolínea necesite de inyecciones de capital, ¿de dónde vendrán? Del erario.
Todos los contribuyentes terminaremos pagando por la creación de la nueva aerolínea. Nos saldrá cara a todos.
Cuando la Sedena quiera comprar aviones, el dinero saldrá del erario. Cuando necesite negociar con pilotos, sobrecargos y personal de tierra, el dinero también se sacará del presupuesto.
JUEZ Y PARTE, AEROPUERTOS Y AEROLÍNEA PROPIOS
2. Hay otro error en la concepción de una aerolínea comercial del Ejército. La Sedena no sólo es autoridad militar, sino también será juez y parte en la aviación “civil”. Tendrá aeropuertos y aerolíneas comerciales. El Presidente dijo ayer que al Ejército le dará la concesión de los aeropuertos de Chetumal, Palenque y Campeche. De por sí la Secretaría de la Defensa Nacional ya opera el Felipe Ángeles, que, por cierto, sigue sin tener vuelos. Y le darían el de Tulum, que será la joya de la corona turística, compitiendo con el de Cancún. ¿Imagínese? Si eres dueño del aeropuerto, entonces se te puede hacer fácil cobrar los derechos aeroportuarios a otros, pero no a ti. Para ti, generosas prebendas, y para los otros, pagos ineludibles. Y… si hay ventajas en los slots, los espacios de horarios, desde luego, la aerolínea de la Sedena tendrá los mejores horarios para su aerolínea en contra de las demás.
Competitivamente, es un error enorme darle aeropuertos a un agente económico que tendrá una aerolínea.
NOMBRE DE MEXICANA, EN LITIGIO
3. Otro error en la creación de la aerolínea de la Secretaría de la Defensa Nacional es quererle poner Mexicana.
Mexicana de Aviación quebró y su nombre comercial está en litigio. La aerolínea de la Sedena, supuestamente, terminaría operando con los aviones de Aeromar… sólo que Aeromar todavía no tiene declaratoria de quiebra. Y por fin se usaría el avión presidencial, ¿para vuelos comerciales? Va a ser un desperdicio y muy costoso.
BAJAR PRECIOS, ¿CON AEROLÍNEA DEL EJÉRCITO?
4. Dice el presidente López Obrador que con la nueva aerolínea y los aeropuertos del Ejército, entonces se tendrá un plan integral para bajar los precios de los boletos de avión. Para eso se necesita competencia, ni más ni menos. Pero no le quieren hacer caso a la Comisión Federal de Competencia Económica.
Y, en lugar de competencia, quieren crear una aerolínea comercial, pero del Ejército.
CABOTAJE, DESAPARECERÁ LA AVIACIÓN MEXICANA
5. Viene el enorme error del cabotaje. El gran riesgo para las aerolíneas privadas mexicanas, desde Aeroméxico, Volaris y VivaAerobus, es la desesperación, por falta de eficacia del gobierno. Ya lo dijo el Presidente, si con la aerolínea y con los aeropuertos manejados por el Ejército, no mejoran los precios de los boletos de avión, entonces habrá cabotaje. Con el cabotaje, las aerolíneas mexicanas desaparecerán, de por sí son pequeñas, al entrar aerolíneas extranjeras al país van a tumbar los precios, para luego subirlos otra vez. De verdad, no se entiende cómo fomentar una industria nacional y, al contrario, se le quiere sustituir por una empresa del Ejército con presupuesto público, con problemas de competencia y, si ese plan no funciona (y lo más probable es que no funcione), entonces se abre el mercado doméstico a las grandes aerolíneas extranjeras.
Si se realiza el cabotaje, donde las aerolíneas extranjeras puedan cargar pasajeros dentro del país, van a desaparecer las aerolíneas mexicanas. No hay duda.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 06 de diciembre de 2022. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.