Churchill (2017), película británica de Jonathan Teplitzky, estelarizada por Brian Cox y Miranda Richardson. Se trata de un fallido intento por documentar los días que antecedieron al célebre desembarco de los aliados en Normandía en la recta final de la segunda guerra mundial.
En la película se muestra a un Churchill gruñón, deprimido, reducido a espectador de cara a Estados Unidos, quien comanda las operaciones bélicas a desarrollar en la contienda. Para los estudiosos de las relaciones internacionales, puede ser interesante, debido a que la trama corrobora el declive o desplome de la Gran Bretaña como potencia mundial y el ascenso de Estados Unidos en su lugar.
Hay momentos bien logrados en esta producción, por ejemplo, en los diálogos que sostiene Churchill (Cox) con el General Eisenhower (John Slattery), respecto a lo importante que es que el desembarco en Normandía tenga éxito. Churchill, quien combatió en la primera guerra mundial, tenía el traumático recuerdo de la campaña de Gallipolli, en Turquía, la cual fue un fracaso rotundo y dañó fuertemente la reputación de Churchill. De ahí su insistencia en no llevar a cabo el desembarco en Normandía, dado que temía un fracaso similar al ocurrido en Gallipolli en 1915.
Desafortunadamente casi toda la película reitera este cargo de conciencia de Churchill y resulta monótona y sin variantes. Es válido que Chucrhill tuviera reticencias ante el “día D”, pero si el espectador esperaba una película más “biográfica” es mejor que dirija su atención a otras producciones como “Into the Storm”, “Churchill’s Secret”, o “The Gathering Storm”, por citar sólo algunas.
A mi manera de ver, la personalidad de Churchill es controvertida, pero fue unas de las grandes figuras del siglo XX y esta película no le hace justicia en modo alguno. Así que se puede ver, pero bajo su propio riesgo.
