Militantes de Morena protestaron fuertemente contra el incremento de tres a cinco pesos al precio del boleto del Metro de la Ciudad de México, decretado en diciembre de 2013, pero dicha protesta fue sólo para sacarle provecho político al descontento de los usuarios. La emplearon en sus campañas electorales de 2015 y de 2018, pero a partir de este año y ya en el gobierno, olvidaron tal inconformidad y no redujeron el precio del boleto. Sí recortaron, en cambio, el presupuesto del Metro y lo hicieron con saña, al grado de que se multiplicaron los accidentes en el Sistema de Transporte Colectivo (STC). El gobierno de Morena no rebajó el boleto del Metro, pero sí redujo la calidad del servicio.
Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, el abogado John Ackerman, Netzaí, Pablo e Irma Sandoval, los exmoneros de La Jornada y columnistas de dicho diario como Enrique Galván Ochoa y Julio Astillero, militantes como Agustín Guerrero y otros que para entonces ya conformaban el partido de Andrés Manuel López Obrador, dirigieron ataques furibundos al gobierno perredista de la ciudad. Reclamaron el aumento y llamaron al #PosMeSalto, que consistía en que los usuarios se brincaran los torniquetes de acceso sin pagar su respectivo boleto.
Pero el oportunismo de estos falsos indignados quedó al descubierto desde que Claudia Sheinbaum y los suyos arribaron al gobierno de la ciudad. A partir de entonces olvidaron sus reclamos en defensa de la economía popular: ni una línea, ni un cartón, ninguna propuesta en el Congreso local para rebajar la tarifa, mucho menos alguna determinación gubernamental para resarcir el daño a los bolsillos de los pasajeros, quienes siguieron y siguen pagando cinco pesos por boleto.
Al mismo tiempo, Sheinbaum y su mayoría artificial en el Congreso recortaron con fiereza el presupuesto de ese medio colectivo de transporte. En el último año de gobierno de Miguel Ángel Mancera (2018) se destinó al STC un presupuesto de 17 mil 500 millones de pesos. Para 2019, éste sufrió una severa reducción de 2 mil millones, igual en 2020, y se le destinaron 2 mil 500 millones de pesos menos para el ejercicio 2021. El austericidio tuvo sus efectos en múltiples accidentes por falta de mantenimiento, entre ellos el incendio del Puesto Central de Control, que suspendió temporalmente las operaciones de las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6 (el 9 de enero de 2021), y el derrumbe del tramo elevado de la Línea 12 (ocurrido el 3 de mayo del mismo año), con el saldo trágico de 26 muertos y 80 heridos.
No fue sino hasta después de tres años de penurias presupuestales y de que ocurrieron tales tragedias, que la jefa de Gobierno dispuso que el presupuesto del STC se recuperara a medias para el ejercicio 2022 (18 mil 800 millones de pesos). Sin embargo, se debe notar que, al descontar la inflación de los años anteriores, esta cantidad tiene menos valor real que el presupuesto que se destinó a dicha dependencia en 2014, ocho años atrás.
El reciente incendio de un vagón en la estación Velódromo y el cortocircuito ocurrido entre las estaciones de Xola y Villa de Cortés, que provocó un enorme flamazo, son unas de las tantas secuelas de la ineptitud e irresponsabilidad del gobierno de la 4T en la Ciudad de México. En vez de ajustar su política, destituir y sancionar a los funcionarios públicos omisos, como la inefable exdirectora Florencia Serranía, la preocupación se enfoca en evadir su propia responsabilidad y achacar a fantasiosos sabotajes los accidentes ocurridos.
El servicio público de calidad no es la vocación del gobierno de Claudia Sheinbaum, como no lo es para Morena el ser consecuente con las demandas que enarboló en su momento para captar simpatizantes y golpear a sus adversarios. En lugar de ello, prefieren poner en riesgo la vida y la seguridad de los 4.2 millones de personas que diariamente abordan los convoyes del Metro en las 194 estaciones de las 12 líneas del sistema.
Cincelada: la arremetida contra el impresentable líder del PRI (a cargo de la impresentable desgobernadora de Campeche) no responde al ánimo de justicia, sino al de vendetta.