Somos felices. Después de dar tumbos, entre pandemias y recesión, volvemos a los niveles de felicidad de abril del 2018, con un puntaje de 8.2 sobre 10. Nada mal. Todavía no alcanzamos los niveles de enero de 2019, donde se tuvo la máxima calificación de satisfacción con la vida, de 8.4. Pero tener un 8.2 es bueno.
En la medición de felicidad, usted saque sus conclusiones: los hombres son más felices, con un 8.4, que las mujeres con un puntaje menor de 8.1 (¿serán las condiciones pospandemia de dificultades para la mujer de trabajar y estudiar?).
Haiga sido como haiga sido, somos felices, ¿qué no? Se trata de la medición Bienestar Autorreportado de Población Urbana (Biare) levantado por el Inegi en julio de 2021.
No es la primera vez que los mexicanos lo somos. El último Reporte de Felicidad Mundial de Naciones Unidades, levantado entre 2016 y 2018, nos situaba como el lugar 23 de América Latina, sólo por debajo de Costa Rica.
En esta ocasión, en julio de 2021, la mayor satisfacción en época de pandemia y de rebote económico se encontró en las relaciones personales.
Fueron el refugio en tiempos difíciles. Tuvieron el mejor puntaje de 8.8. Pero somos tan optimistas, que entre los mejores calificados le siguieron: vivienda con 8.7, ocupación con 8.7 y salud con 8.6 (parece ser nuestro optimismo, de por lo menos tengo dónde vivir, o será un trabajo mal pagado, pero lo tengo, o en plena crisis de salud, estoy sobreviviendo al covid-19).
A pesar del optimismo mostrado, eso sí, hubo los mal calificados. El peor rankeado es la seguridad. Es la única reprobada con 5.8. Y desde luego no extraña nada.
En menor satisfacción le sigue la pregunta sobre nuestro país, México, con 7.2, y como tercer peor calificado cuando le preguntan a las personas sobre su ciudad, con 7.6. La gente considera al país y las ciudades en un mal estado. Y de la inseguridad, ya ni hablamos.
Viendo la calificación de 8.2 en satisfacción con la vida, el presidente López Obrador podría reintentar medir la felicidad. En algún momento, había compuesto un grupo multidisciplinario, encabezado por la Secretaría del Bienestar (hoy con Javier May), para medir más allá del PIB, donde, como sabemos, el crecimiento y la productividad en estos tiempos, no están para dar buenas noticias.
PEMEX PRODUCIRÁ MENOS DE LOS 1.7 MDBD
Pemex sólo producirá petróleo para destinarlo a la fabricación de gasolinas.
Así lo dijo el presidente López Obrador. Sin embargo, de verdad podríamos deshacernos de más del 15% de ingresos públicos provenientes del petróleo.
Es cierto, Pemex no ha repuntado, por más quita de impuestos, ayuda en el pago de la deuda, y gestión propia, produce 1.7 millones de barriles diarios.
No llega ni a los 2 millones de barriles diarios, que se tenía como meta. Y ahora con el accidente reciente, menos.
Por eso el mandatario pensará mejor ajustar todo y… ¿sólo producir gasolinas?
Este artículo fue publicado en Excélsior el 27 de agosto de 2021. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.