Le tocó a la revista Nexos. Una resolución de la Secretaría de la Función Pública (SFP) señala que las dependencias y las entidades no podrán hacer contratación alguna con esa publicación durante dos años.
El mejor acto de solidaridad, la mejor de las estrategias consiste en leer Nexos, en hacer justamente lo que los comisarios de la 4T no quieren que se haga. No hay nada que moleste más a los autoritarios que el ejercicio pleno de las libertades.
Héctor Aguilar Camín y su equipo saben lo que hacen y además lo hacen bien desde hace décadas. Nexos es un referente justamente por eso, porque ha sabido acompañar el proceso de cambio en México y, por desgracia y fortuna a la vez, tendrá que hacerlo también en un panorama de retroceso.
En las páginas y los archivos de esa publicación, se reflejan las pulsaciones de la transición democrática, de las alternancias presidenciales, pero también de los desafíos inquietantes: la desigualdad y la violencia.
Eso hicieron en el pasado y es en lo que se empeñan ahora. ¿Qué cambió? El poder político en México, eso es lo que está dificultando el ejercicio de la crítica.
Por eso penosa la resolución de la SFP. Saben que es una tontería, pero lo que pretenden es causar daño. Revela, además, la idea patrimonial que impera en la 4T sobre el uso de los recursos públicos.
Nexos no recibe publicidad del gobierno de López Obrador. Lo que hizo la SFP fue mandar un mensaje, deslizar la idea de que anunciarse en esa revista no es buena idea si lo que se quiere es no contrariar los deseos de Palacio Nacional.
Eso es lo más grave, lo que inquieta en un contexto de hostilidad permanente contra la prensa y contra los intelectuales. Ninguna publicación seria se ha salvado de sufrir descalificaciones.
La discusión sobre los recursos públicos invertidos en publicidad es vieja, pero por desgracia nunca hubo ni la voluntad ni la posibilidad de entablar una discusión que llevara a un nuevo modelo en la relación con los poderes públicos, donde pudiera imperar la transparencia.
La mayoría de los medios de comunicación en nuestro país viven de la publicidad y el principal cliente solía ser el Estado. Ya no es así para la mayoría y ello obliga a replantear el modelo de negocios, pero también a preservar las garantías que deben imperar para garantizar el ejercicio pleno de la libertad de expresión.
Nexos puede salir fortalecida, y seguro lo hará, de esta coyuntura, porque al final del día son los lectore los que suelen premiar la ponderación y la inteligencia, pero ello no debe hacernos perder de vista que se trata de una acción hostil del gobierno, escudada en pretextos burocráticos, activados desde una dependencia que no se caracteriza por mesura.