El voto es un derecho constitucional y en una democracia es la forma con la cual los ciudadanos tienen la oportunidad de intervenir en las decisiones políticas a través de sus representantes populares. Votar también es un deber consagrado en la constitución como una obligación ciudadana, que toma una relevancia trascendental en un momento histórico como el que estamos viviendo en nuestro país. Un momento en el que la elección es entre libertad y autoritarismo.
No sólo la constitución obliga, sino también la dignidad y el honor que tenemos los mexicanos, no solamente con nosotros mismos, con nuestros familiares y nuestros amigos, sino con nuestro legado histórico. Una guerra de Independencia y una Revolución costaron la sangre de millones de valientes que ofrendaron sus vidas por nuestra libertad y nuestros derechos.
Hoy en día los damos por sentado, pero no siempre los tuvimos. Esta es la razón por la cual es apremiante salir a votar en estas elecciones en el Estado de México y Coahuila para detener esta ola autoritaria que disfruta de devorar instituciones, opositores, ciudadanos y cualquier ente o persona que se interponga en su camino. Ya vimos lo que el dictador en ciernes le ha hecho a la economía, a la infraestructura y al sistema de salud de México. Durante este sexenio se ha roto el récord de desapariciones forzadas y asesinatos, además de haber corrupción sin parangón y enriquecimiento inexplicable de los hijos, hermanos y amigos del presidente.
Tenemos que ponerles un alto ahora seguimos teniendo la oportunidad, ahora que seguimos teniendo democracia. Hay que salir a votar y ejercer nuestro derecho, pero es de suma importancia entender que es nuestra obligación como ciudadanos y como mexicanos hacerlo.
Viva la libertad, viva el voto, viva la democracia, viva México.