Cuestión de imagen

El 4 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Es el acontecimiento político más esperado del año puesto que de ese proceso surgirá el mandatario que regirá los destinos de la nación más poderos

Las elecciones más caras de la historia

Varios sucesos hacen de esos comicios un evento memorable. Es la primera vez que un afroamericano (Barack Obama) y una mujer (Hillary Rodham Clinton) tienen posibilidades de ganar la nominación presidencial del Partido Demócrata. También es novedoso el hecho de que Hillary Rodham es la primera ex primera dama (valga la redundancia) en tener la posibilidad de ser apoyada por uno de los dos principales partidos políticos. Por el lado del Partido Republicano, es igualmente la primera vez en mucho tiempo en que se le ve tan mal en el escenario electoral, hecho explicable en buena medida por los desaciertos en materia de política interna y externa de la administración de George W. Bush. La figura de John McCain parece erigirse si no en la salvación, sí por lo menos en una derrota decorosa de los republicanos y su nominación para la Presidencia marcha viento en popa luego de que su rival más cercano, el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, declinó en su favor el 14 de febrero.

Foto: Jessica Rinaldi/Reuters

Esas elecciones serán las más caras en la historia de EU; superan los gastos de la campaña presidencial de 2004 que ascendieron a poco más de mil millones de dólares (los comicios de 1996 costaron menos de la mitad). En 2008, se ha calculado que en total se gastarán más de dos mil millones de dólares, cantidad que equivale al presupuesto anual de la ONU.

El otro contexto

Para muchos, el contexto interno y externo es particularmente difícil para los candidatos. Internamente, la crisis inmobiliaria y la desaceleración de la economía estadounidense son factores que inciden directamente en los bolsillos y la calidad de vida de la población. En el ámbito internacional, las campañas militares en Afganistán e Irak gozan cada vez de menos popularidad y han contribuido a deteriorar las relaciones de Washington con sus aliados. Empero, no se puede argumentar que en elecciones presidenciales previas los contextos hayan sido menos desafiantes (i. e. la debacle republi-cana tras la administración de Richard Nixon y el escándalo Watergate; o bien, en el plano internacional, la conexión Irán-contras que se desarrolló en el gobierno de Ronald Reagan, y de manera más reciente, la recesión de la economía durante la gestión de George Bush padre).

Con todo, las elecciones presidenciales de 2008 son las primeras en que las nuevas tecnologías de la información jugarán un papel central, más allá de los medios de comunicación tradicionales como la televisión y la radio que, como se sabe, plantean erogaciones estratosféricas. Eso significa que quien no reúna recursos suficientes para su campaña y la publicidad correspondiente, prácticamente quedará al margen del proceso, situación que padeció el año pasado John McCain, quien estuvo a punto de retirarse de la contienda por falta de fondos.

Pero incluso para quienes no tienen tantos millones de dólares que respalden su imagen en los medios, ayuda la mercadotecnia que ahora se apoya crecientemente en Internet. Por esta vía se pueden reunir fondos con gran celeridad se tiene el caso del republicano Ron Paul, que en un solo día de diciembre de 2007, reunió más dinero vía Internet que cualquier otro candidato presidencial en la historia: seis millones de dólares , y también es un vehículo mucho más barato para enviar propaganda, divulgar debates, realizar sondeos de opinión y personalizar los contactos con determinados grupos y sectores de la población. Justamente Paul y Obama son de las figuras que más emplean Internet. éste también es un instrumento clave para llegar a las generaciones más jóvenes, cuya participación es cada vez más importante debido a que, como ocurrió en los comicios de 2000, el electorado tradicional podría estar muy dividido por lo que sería necesario atraer a nuevos electores.

Éste no es un tema menor: uno de los enemigos a vencer en el vecino país del norte es el abstencionismo, que se acentúa en los sectores de más bajos ingresos, lo cual corrobora que quienes votan no son solamente quienes tienen la edad legal para hacerlo, sino los que poseen razones y motivos para ejercer ese derecho y que se encuentran en estratos sociales menos desfavorecidos. Por lo tanto, es a estos últimos a quienes la mercadotecnia canaliza sus esfuerzos.

Cada quien su portal

Cada precandidato presidencial tiene su página electrónica: la de Hillary Clinton (www.hillaryclinton.com) presenta el Slogan “Help make history” (Ayúdanos a hacer historia la de Barack Obama (www.barackobama.com) refiere “Change we can believe in” (El cambio en el que podemos creer y la de John McCain (www.johnmccain.com) “Ready to lead on day one” (Listo para liderar desde el primer día). La sobriedad caracteriza a los sitios de Hillary y Obama desde que el internauta accede a éstos, a diferencia del de McCain, mucho más agresivo desde el inicio y plagado de información sobre las figuras políticas y del mundo del espectáculo que lo apoyan, el número de delegados que ha asegurado hasta ahora en las precampañas, etcétera. Además, los precandidatos usan cada vez más instancias en línea como YouTube, MySpace, e inclusive Facebook. Así, un hecho novedoso es el empleo de YouTube para los debates entre los candidatos, aunque la calidad de las preguntas formuladas es fuertemente criticada.

a del mundo en los siguientes cuatro años.



En comicios previos ha sido el caso, pero hoy es un factor determinante: más allá de las agendas y las propuestas políticas de los candidatos, su imagen influye de manera determinante. Ello es un arma de dos filos: entre Hillary, Obama y McCain, claramente la ex primera dama es quien ha estado más expuesta durante mayor tiempo al escrutinio público que sus adversarios. Esto se traduce en que su imagen se ha adecuado a las múltiples críticas que le han realizado: desde la actriz Sharon Stone, quien no hace mucho declaró que Hillary proyectaba una imagen muy “sexual” cosa que podría operar en su contra, dado que los electores la verían más como “mujer” y menos como “estadista” , hasta quienes resaltan su egoísmo y ambiciones personales, además de su tolerancia a las infidelidades de William Jefferson. No falta, por su-puesto, quien refiriendo el efecto Michael Jackson, compara a la Hillary adolescente y universitaria, con la Hillary de hoy, simplemente para afirmar que se ve tan distinta, que seguramente se hizo alguna cirugía plástica, o bien que gasta más en su cabello y maquillaje que lo que John Edwards en toda su precampaña. Barack Obama, en contraste, llegó al escrutinio público más tarde, proyectando una imagen de juventud y frescura, tomó ventaja de la sobre exposición de Hillary en los medios y trató de ofrecer una “alternativa”, al menos de forma, más que de fondo. En el caso de McCain, su condición de héroe de guerra le asegura un lugar en ciertos sectores de la población.

¿Quiénes son los precandidatos y qué le ofrecen al pueblo estadounidense? ¿Qué piensan acerca de los grandes problemas que aquejan a su país y el mundo? ¿Qué iniciativas han propuesto como legisladores y a cuáles se han opuesto? ¿Qué se puede esperar de ellos si llegaran al poder?

Hillary Rodham Clinton

Nació el 26 de octubre de 1947 en Chicago, Illinois. Tiene 60 años. Proviene de un entorno conservador, y se vinculó desde temprana edad a los republicanos, aunque después de la Convención Republicana de 1968 celebrada en Miami, tomó distancia de ese instituto político. Cuenta con estudios en ciencia política, si bien, posteriormente ingresó a la Escuela de Derecho de Harvard donde se especializó en los derechos de los niños. Tiene igualmente estudios de posgrado en derecho. Como es sabido ella ayudó a documentar el proceso que llevó a la dimisión del presidente Richard Nixon, al prestar asesoría al comité judicial de la Cámara de Representantes luego del escándalo Watergate.

Una vez que conoció a William Jefferson Clinton se mudó con él a Arkansas. La decisión fue certera porque, a la postre, él sería gobernador y ella la primera dama del estado. Además, se desempeñó de manera destacada como consultora jurídica en las firmas de abogados más prestigiadas de Arkansas. Posteriormente, cuando él contendió por la candidatura a la Presidencia, frecuentemente decía que con el voto a su persona los electores obtendrían “dos por el precio de uno” en alusión al papel que desempeñaría su mujer, de ahí que a la pareja se le conociera popularmente como Billary. Siendo William Jefferson Presidente, Hillary instaló sus oficinas en el ala oeste de la Casa Blanca, en un hecho que corroboró la enorme influencia que tenía en la administración de su esposo; y que muchos consideran que no tiene precedente en la historia del sistema político de EU, quizá con la excepción de Eleanor Roosevelt. (Cuando William Jefferson se convirtió en huésped de la Casa Blanca, los ingresos de Hillary superaban por mucho los de él.)

Como se recordará, William Jefferson impulsó un programa de cobertura universal en los servicios de salud, a cargo del cual designó a Hillary. Sin embargo, a diferencia de Arkansas donde el plan de reforma educativa que condujo Hillary tuvo gran éxito, en el caso del healthcare, su inexperiencia y el hecho de que el tema se convirtió en un botín político para los republicanos, llevó a que la iniciativa fuera abandonada en 1994. Con todo, ella impulsó numerosas conferencias sobre la salud infantil y el bienestar de las familias, además de que visitó 79 países, lo que la convirtió en la “más viajada”, superando, inclusive, a Pat Nixon.

En 2000, cuando el senador Daniel Patrick Moynihan por Nueva York anunció su retiro, Hillary decidió postularse al cargo, no sin problemas, siendo el principal las acusaciones de que no había vivido en Nueva York y que, por lo tanto, desconocía los problemas del estado. Gran parte del tiempo Hillary lo pasó visitando localidades donde el Partido Republicano era fuerte, prometiendo generar empleos, promover la educación y fomentar la inversión, sobre todo en el sector de alta tecnología. Aun cuando la contienda contra su rival republicano Rick Lazio fue cerrada, al final se impuso Hillary con el 55% de los votos, contra 43% de Lazio, con lo que fue reelecta sin grandes problemas en 2006. Esto la convirtió en la primera ex primera dama en postularse para un cargo de elección popular, hecho que allanó su precandidatura para la Presidencia.

En general, a juzgar por sus posturas políticas, Hillary es considerada liberal, para los estándares estadounidenses, claro está. Por ejemplo, sigue apoyando el establecimiento de un mecanismo universal de cobertura de servicios médicos. Asimismo ha pugnado porque las empresas mejoren las prestaciones a sus empleados clamor que incluso llegó a hacer cuando era accionista de Wal-Mart. Considera que las corporaciones deben adoptar políticas más amigables en materia ambiental. De hecho a finales de 2007 propuso una política energética que sugie-re eliminar las emisiones contaminantes responsables del efecto invernadero en un 80% (respecto a los niveles de 1990) hacia 2050; reducir en dos tercios las importaciones de hidrocarburos hacia 2030, y transformar a la economía que actualmente depende sobre todo de los hidrocarburos, en una “eficiente economía verde” generando cinco millones de empleos en el terreno de las tecnologías limpias en la siguiente década.

En temas como el aborto considera, a pesar de oponerse a él, que no debe ser una práctica ilegal. Asimismo, está en favor de la pena de muerte. Hillary se ha ganado el desprecio de la National Rifle Association debido al apoyo que ha dado a legislaciones encaminadas a proscribir cierto tipo de armas. Se opone a despenalizar el consumo y venta de mariguana, pero al mismo tiempo no está de acuerdo con actuar contra médicos que la prescriben en los estados en que es legal su consumo. Asimismo, introdujo una legislación a fin de prohibir la venta de videos con contenido sexual y violento a toda persona menor de 18 años.

Foto: John Gress/Reuters

En materia de política exterior, Hillary ha declarado que apoya fuerte e incondicionalmente a Israel. En los temas migratorios carece de una postura congruente, habiéndose pronunciado en favor de una iniciativa encaminada a otorgar licencias de manejo a los inmigrantes indocumentados, para luego, desdecirse del asunto. Respecto a Irán ha dicho que apoya una política de vinculación constructiva (constructive engagement), aplicable igualmente a Siria, y como senadora copatrocinó una ley para prohibir el uso de la fuerza con Teherán sin autorización explícita del Congreso.

En torno a Irak, no hay que perder de vista que la Clinton apoyó la resolución de la guerra contra Irak la cual autorizó el uso de la fuerza contra ese país. Con todo, es partidaria de reducir sustancialmente la presencia militar estadounidense en Irak, manteniendo un pequeño contingente en el norte (Kurdistán), al igual que operaciones específicas contra posiciones de Al Qaeda en el país, además de que considera que Washington debe buscar la reconciliación política con Bagdad. A propósito de Cuba, tema fundamental luego del anuncio del retiro de Fidel Castro, Hillary está en favor de mantener el embargo. Sobre Naciones Unidas, ha sido tajante al considerar que es una institución a la que hay que apoyar “indispensable” en sus propias palabras a pesar de su ineficiencia y limitaciones, incluso patrocinó una iniciativa en la que se enfatiza la importancia de la membresía estadounidense en la ONU y el apoyo que Washington debe dar a instancias como su Comisión de Derechos Humanos.

Barack Hussein Obama

Nació el 4 de agosto de 1961 en Honolulu, Hawai, y tiene 46 años. Es el precandidato más joven entre los que más posibilidades tienen de ganar la nominación presidencial. Es de ascendencia keniana (por su padre). Cuenta con estudios en relaciones internacionales por la Universidad de Columbia y es también egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard. Tiene experiencia en el trabajo comunitario, ejerciendo la abogacía en el terreno de los derechos civiles. Se ha desempeñado como docente en la Universidad de Chicago y entre 1997 y 2004 trabajó en el Senado de Illinois. Obama atrajo la atención de la opinión pública estadounidense en 2004, durante la Convención Nacional Demócrata celebrada en Boston, Massachusetts, como el orador principal. Ello allanó el camino para que jurara como senador en enero de 2005. Irónicamente, Obama es senador por el estado del que es oriunda Hillary Rodham Clinton.

Es uno de los cinco senadores afroamericanos que ha habido en la historia de Estados Unidos, el tercero en haber sido electo al cargo y el único actualmente en activo en la Cámara alta. Por cierto que al llegar al Senado, Obama se rodeó de un experimentado equipo de asesores muy versados en los grandes temas nacionales e internacionales, lo que le ha permitido tener una proyección inusual para un recién llegado al Capitolio.

Como se sugirió líneas arriba, la contienda electoral tiende a definirse más a partir de las estrategias de mercadotecnia. Ello significa que las agendas políticas de los candidatos importan menos para el electorado. Se puede especular que todo aspirante serio a la presidencia estadounidense trabaja con agendas que satisfagan las expectativas de aquellos sectores a los que más les interesa llegar, esto es, a los que sí votan. Por lo tanto, resulta muy difícil encontrar grandes diferencias en las posturas de los candidatos en torno a los grandes temas.

Por ejemplo, Obama está a favor como Hillary de un programa de salud de cobertura universal. En materia energética considera que es menester reducir la dependencia respecto a los hidrocarburos de importación, favorecer el desarrollo de vehículos híbridos apoyando a los fabricantes de automóviles con créditos libres de impuestos, a fin de que efectúen la transición tecnológica que se requiere en la materia. Su propuesta, en términos de la política energética que favorecería de llegar a la Casa Blanca, es prácticamente idéntica a la de Hillary. Por otra parte, Obama ha sido muy crítico del trabajo que desarrollan los cabilderos en el sistema político estadounidense. En los terrenos económico y de la política social, Obama comulga con el esquema del New Deal de Roosevelt. Asimismo está en favor del aborto. Acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo, considera que las uniones civiles deben tener el mismo estatus legal existente para las parejas heterosexuales. También, al igual que Hillary, favorece las legislaciones encaminadas a controlar las armas de fuego, estableciendo mayores controles a la adquisición de las mismas. Y a propósito de la pena de muerte, reconoce que se le emplea de manera irregular e inconsistente pero está en favor de ella.

En el ámbito de las relaciones internacionales, cabe destacar que Obama ha realizado múltiples viajes a Europa Oriental, Medio Oriente y áfrica, aunque no parece contar con una experiencia tan amplia como la de Hillary. Con todo, en materia migratoria votó en favor de la construcción del “muro” en la frontera entre México y Estados Unidos. Asi-mismo, considera que su país debe reasumir el liderazgo en materia de cambio climático. Respecto a Irak, inicialmente se opuso a la invasión estadounidense, aunque aún no estaba en el Senado, por lo que sus discursos fueron críticos de la decisión de la administración Bush de iniciar las hostilidades contra el país árabe, al punto de que afirmó tajante: “no me opongo a todas las guerras… sino a las guerras tontas”. Así, se ha pronunciado por retirar paulatinamente las tropas y permitir que los iraquíes reasuman el control de su país. Igualmente considera importante dialogar diplomáticamente con Siria e Irán. Es autor de una iniciativa para iniciar el retiro paulatino de las tropas de Irak, si bien no se ha pronunciado por recortar el presupuesto para la guerra dado que considera que Estados Unidos debe asumir la responsabilidad por las acciones y los compromisos suscritos. Sobre AlQaeda y su presencia en Pakistán, el año pasado se pronunció por atacar posiciones de esta organización en el país asiático con o sin el permiso de Islamabad. Votó en favor del Acta Patriótica y aunque piensa que hay que clausurar el campo de detención existente en Bahía de Guantánamo, no ha aprobado las legislaciones que lo harían posible.


John McCain

Nació el 29 de agosto de 1936. A sus 71 años es el precandidato más veterano. Vio la luz en la base aérea de Coco Solo en la zona del Canal de Panamá. Sus ancestros han sido almirantes de la marina estadounidense. Por eso su infancia transcurrió en lugares tan variados y remotos como Connecticut, Hawaii, Pearl Harbor y diversas localidades en el Océano Pacífico. Destacan de su infancia y adolescencia su agresividad e imagen de “tipo rudo.” Al igual que su padre y abuelo, ingresó a la marina.

En 1967, el avión de combate en que viajaba fue derribado y fue hecho prisionero en Vietnam. Durante seis años, McCain fue torturado y obligado a firmar consignas contra Estados Unidos. Fue liberado el 15 de marzo de 1973 y tras su regreso se convirtió en un icono, tras una célebre fotografía en la que estrecha la mano del presidente Nixon en un acto para dar la bienvenida a los ex prisioneros de guerra. McCain aparece en la foto con muletas, debido a las severas lesiones de esos años. Se retiró de la marina con el cargo de capitán en 1981.

Foto: Janeavril8

En 1986 fue electo senador por Arizona. En ese tiempo afloró un escándalo similar al caso Whitewater que debieron enfrentar los Clinton referido al apoyo financiero a manera de sobornos que McCain recibió de una organización crediticia denominada Keating Jr.’s Lincoln Savings and Loan Association. Pese a esto, durante la primera Guerra del Golfo McCain fue requerido por numerosos medios de comunicación para expresar sus opiniones sobre la contienda, además de compartir su visión acerca del tema de los prisioneros de guerra. Ello alimentó sus aspiraciones para ganar la nominación del Partido Republicano por la presidencia en 2000, aunque fracasó en ese intento.

A diferencia de Hillary y Obama a quienes se les considera liberales, McCain es visto como conservador, un halcón. En materia económica considera que el déficit presupuestal se debe reducir a partir de disminuir las cargas tributarias. Se opone a un sistema de salud de cobertura universal. Ha sido muy crítico de la política ambiental de la administración Bush. En el terreno energético está en favor de mejorar la eficiencia de los combustibles, pero no ha dado más detalles. Se opone a legalizar la mariguana. Está en contra del aborto y en favor de garantizar el acceso de la población a armas de fuego.

En política exterior, tiene una conocida postura anti rusa y una antipatía declarada contra Vladimir Putin. Promovió una legislación para regularizar la situación de 12 a 20 millones de inmigrantes indocumentados, si bien eso le ganó numerosos detractores dentro del Partido Republicano y ello explica, al menos en parte, los problemas que enfrentó en 2007 para su campaña. Sobre Irán considera que la opción militar está en la mesa. Ha manifestado un fuerte apoyo a Israel. Respecto a Irak, como senador votó en favor de la invasión, favoreciendo el incremento de las tropas emplazadas en el país árabe. Incluso, ante la afirmación de parte de Goerge W. Bush de que Estados Unidos podría quedarse en Irak hasta el año 2050, McCain dijo que eso es válido al considerar que las tropas estadounidenses han permanecido en Japón por 60 años y en Corea del Sur por diez lustros, máxime porque ello le permitiría a Estados Unidos dar golpes definitivos a Al Qaeda. Por su experiencia personal como prisionero de guerra, McCain ha sugerido cerrar definitivamente la base de Guantánamo, haciendo más expedito el proceso de juicio contra los indiciados.

Del súper martes a las convenciones nacionales

El 5 de febrero se celebraron las elecciones primarias en 24 estados de la Unión Americana, lo que dio como resultado una contienda muy cerrada entre Hillary y Obama, en tanto McCain emergió claramente como el puntero en el Partido Republicano. El 19 de febrero, Obama ganó el apoyo de Hawaii y Wisconsin. La obamanía ha llevado a que Hillary despidiera a su coordinador de campaña, enfocando su estrategia a los estados que siguen en la lista de las primarias, algunos muy importantes como Texas (en marzo) y Pensilvania (en abril). La última primaria se celebrará a principios de junio en Puerto Rico y será para los demócratas. A partir de ahí, los precandidatos continuarán con sus campañas, de manera que para que cuando se celebren las convenciones nacionales (la demócrata será del 25 al 28 de agosto en Denver, Colorado; y la republicana del 1 al 4 de septiembre en Saint Paul, Minnesotta) se ratifique la nominación de los candidatos por cada partido, así como de sus respectivos compañeros de fórmula.

En general, hay momentos en el debate político actual, en que pareciera que los grandes contendientes son Hillary y Obama, debido a que, si bien McCain tiene una clara base de apoyo, el Partido Republicano no está en su mejor momento. No queda claro si el pasado militar y el heroísmo de McCain son suficientes para un electorado al que los temas de Irak y Afganistán le resultan cada vez más difíciles de asimilar. Por el lado de los demócratas, pese a los espectaculares éxitos de Obama, resta por saber si quienes sí votan, además de los intereses corporativos, le darán su apoyo. La inexperiencia política y juventud que posee pueden ser factores en su contra, aunque el propio Obama en más de una ocasión ha emulado a John F. Kennedy para insistir en que la edad no es tan importante. Hillary, respecto a Obama y McCain, es quien más experiencia posee, conviviendo con el poder político en primera fila desde la presidencia de William Jefferson e incluso antes, en Arkansas , e influyendo fuertemente en su administración, además, de su posterior investidura como Senadora. Lo que definirá estos comicios es, además de la publicidad y la mercadotecnia, un factor fundamental: los estadounidenses se encuentran ante la disyuntiva de apoyar el arribo de una mujer o de un afroamericano por primera vez en la historia del país. ¿A quién favorecerán? La historia muestra que los estadounidenses son más racistas que machistas, situación que tendría que inclinar la balanza en favor de Hillary, quien, después de todo, en su condición de white anglo saxon protestant (WASP) forma parte de esa élite política que ha regido los destinos de la nación.

Finalmente, para el resto del mundo, aun cuando los demócratas sean Hillary u Obama lleguen a la Presidencia, no es razonable esperar grandes cambios. Ciertamente el que los neoconservadores de la administración Bush se vayan será muy positivo y refrescante para Estados Unidos y el planeta. Sin embargo, la Unión Americana cuenta con un proyecto histórico de nación al que los dos grandes partidos políticos dan continuidad, independientemente de quién esté en el poder. Por lo tanto, aun cuando una administración demócrata implicará algunos cambios, sobre todo de estilo, en el fondo la consecución de ese proyecto histórico se mantendrá. En otras palabras: Estados Unidos no se retirará tan rápidamente de Irak con un nuevo gobierno.


Profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
mcrosas@tutopia.com

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