Durante semanas, todo Chile contuvo la respiración por la angustia de saber si en el derrumbe de la mina San José del Desierto de Atacama, había vida. Luego, cuando salió a la superficie el ahora famoso papelito escrito con plumón rojo manifestando “estamos bien en el refugio los 33”, se concentró en enviarles buenas vibras.
Y al momento del rescate, vivió con euforia esa operación impecable y conmovedora, pero ahora, tras dos semanas de mineros para arriba, mineros para abajo, mineros en los periódicos, mineros en todos los canales de tv y estaciones de radio; mineros, mineros, y mineros por todos lados, me parece que hay cansancio con el tema. Y, o la cosa para; o terminaremos odiándolos; y ellos a los medios…
No es broma; ya varios han dicho que en la mina por lo menos estaban tranquilos; y que preferirían volver a la profundidad, a tener que seguir enfrentando el acoso de medios chilenos y extranjeros en busca de entrevistas exclusivas; y que también quieren que acaben las presiones de sus familias para que acepten todo, y cobren buen dinero.
“A veces pienso que estaba mucho mejor dentro de la mina; toda esta situación me tiene muy nervioso y no me deja dormir bien”, dijo Omar Reygadas. Mario Gómez declaró estar “supercansado” del asedio de la prensa; y desea volver a estar tranquilo.
Lo mismo opina Claudio Acuña, “estos días han sido muy complicados por el acoso de los periodistas y los rumores de que estamos peleando”. Y Darío Segovia indicó que está tratando de tranquilizarse “porque la presión de la prensa ha sido grande; nunca imaginé una cosa así”.
Tanta exposición mediática sufrida por esos hombres que recién habían salido de 67 días a 700 metros bajo tierra, los ha dañado física y mentalmente; se han vuelto locuaces o lloran; abrazan al público y firman autógrafos en plazas adornadas con banderas que reproducen a diestra y siniestra sus rostros.
Ha habido también envidias y pequeñas rencillas, porque unos han recibido casas, y otros no; unos han tenido más ofertas de empleo; muchos están felices con lo que se les ofrece y regala; otros quieren más, o aseguran que no les interesa nada. Algunos no han podido resistir sin alcohol y han tenido que recurrir al apoyo sicológico; e incluso han sido hospitalizados.
Tampoco como público es agradable ver a esos hombres, -que antes de ser rescatados ganaban menos de 600 dólares mensuales y ahora están llenos de ofertas, invitaciones, dinero, viajes y regalos- hacer casi de todo, intentando quedar bien con “rostros” televisivos y periodistas.
El más cotizado, Mario Sepúlveda, hasta se bañó desnudo en una playa del norte chileno para agradar a un periodista de ABC News. Esteban Rojas irá a Japón porque vendió una exclusiva; y cuatro más pasaron sin escalas de la mina a la televisión internacional porque por primera vez se subieron a un avión y fueron a España para participar, pagados con euros, en Antena 13.
Bueno, “participar” es mucho decir; porque se oyeron tan poco sus voces, que un diario español publicó “Antena 13 volvió a enterrar a los mineros”. Y no fue todo, porque además de enojar a los conductores por sus lacónicas respuestas; molestaron a la producción por usar un celular para hablar a Copiapó y haberse excedido en los alimentos y el whisky que pidieron al room service, para cenar en sus habitaciones.
Una de esas noches de persecución en busca de exclusivas, Vivi Kreutzberger hija del famoso don Francisco, que acá equivale a ser algo así como princesa chilena, tuvo que conformarse en su programa de Mega TV con una especie de sobras de minero.Sólo pudo entrevistar a familiares y amigos; mientras en su antiguo canal, el 13, el conductor Aldo Schiapacasse hablaba en vivo a la media noche y en pleno desierto con temperaturas de pocos grados sobre cero, con cuatro de los rescatados más cotizados que no paraban de tiritar. De verdad pensé que alguno iba a agarrar cuando menos, una pulmonía.
“Nosotros no los trajimos al estudio, porque eso sería muy bueno para el programa, pero pésimo para ellos”, decía cada dos segundos la Vivi disfrazando con dificultad su mal humor de preocupación por la salud de los rescatados.
Y ni hablar de la explotación que de la perfecta operación de rescate, hizo el presidente Piñera en su reciente recorrido por tres países europeos. Hasta su esposa Cecilia sintió pena ajena; y le musitó al oído en un acto público en Londres, “por favor hoy no muestres el papelito”. Se refería al escrito ese de “estamos bien en el refugio los 33”. Pero Piñera como todo buen marido, no hizo ningún caso; y lo volvió a mostrar; y regaló copias a todo funcionario de algún nivel que se le paraba por delante.
Lo que ocasionó que José Ojeda, el minero que escribió “el papelito” haya manifestado que si es necesario, solicitará una audiencia para conversar con el Presidente porque él, como autor de la frase que fue ya inscrita a su nombre en el Registro de la Propiedad, es el único que tiene derechos sobre ella.
Y todavía falta por ver muchas cosas; entre otras, la inscripción de los mineros como candidatos a los Guinness en varias categorías: el encierro más largo, el rescate más prolongado, el derrumbe a mayor profundidad, el minero más joven atrapado, el más viejo, la transmisión televisiva más vista, la mayor concentración de periodistas; etc.
Con el tiempo veremos si estos hombres que fueron homenajeados en el palacio presidencial de la Moneda, jugaron futbol con el Presidente, y dieron tema para una película que actualmente se filma en Chile, sobreviven con cordura a su fama.
El rescate de lo más visto en Ustream
No sólo a través de la televisión sino también de Internet se pudo ser testigo del rescate de los 33 mineros en la mina San José en Chile. Según la página TechCrunch, sólo en Ustream tuvieron 5.3 millones de streams durante el rescate en un periodo de 12 horas. Esto sin contar el periodo final del rescate, por lo que la suma puede ser aún mayor.
En contraste, otros records de audiencia fueron: el memorial de Michael Jackson y la toma de posesión del presidente Barack Obama, los cuales tuvieron 4.6 millones y 3.8 millones respectivamente en totales de streams, lo que convierte a los mineros chilenos en lo más visto.
El rescaste fue seguido por mil millones de personas en todo el mundo, cifra que supera la audiencia de la final del Mundial de Futbol entre Holanda y España con 800 millones.
Al inicio del rescate, en Internet el tráfico de noticias en línea creció a más de cuatro millones de páginas vistas por minuto.
Los usuarios de Facebook en Chile publicaron 478 historias de noticias por minuto sobre el rescate en su inicio, y en Estados Unidos registraron mil 265.