Marina Huerta Trejo tiene una larga trayectoria como actriz de doblaje. Su trabajo, a lo largo de tres décadas, es ampliamente reconocido en México, América Latina y el Caribe. Es la actriz que más tiempo ha trabajado en el doblaje de “Los Simpson”, habiendo participado en las primeras nueve temporadas de la serie –de 1990 a 1999– y de 2006 a la fecha, dando voz a Bart Simpson, y también, desde hace 11 años, a Marge Simpson.
Además Marina Huerta ha dado voz a otros personajes animados como Carlitos Finster (“Aventuras en pañales”), Piolín (“Las aventuras de Silvestre y Piolín”), Abeja, Madre de Pánfilo y otras voces (“El Chavo animado”), Scruff (“Scruff”), Cobi (“Las aventuras de Cobi”) y Brick (“Las chicas superpoderosas”). Asimismo, ha sido la voz en nuestro idioma de actrices como Meg Ryan, Juliette Binoche, Demi Moore, Nicole Kidman, Julianne Moore, Emma Thompson, Winona Ryder, Bridget Fonda, Sharon Stone, Uma Thurman y Rosanna Arquette. Actualmente reside en Mérida, Yucatán, lugar en que co-fundó el Centro Cultural FusiónArte, donde promueve expresiones artísticas como el baile, la música y el canto.
¿Cómo fue tu incursión en el mundo del doblaje?
Yo soy actriz, hacía teatro en aquel entonces. Tenía 20 años y estaba en una compañía donde unos compañeros trabajaban también en doblaje. Cerca de terminar la temporada que estábamos haciendo y como actriz, eventualmente, te quedas sin trabajo y dispones de mucho tiempo. En esos años era inusual que se dieran clases de doblaje, creo que solo las daban en Bellas Artes y la Andrés Soler. Los compañeros me comentaron que una empresa, Sonomex, estaba dando cursos de doblaje y me invitaron. El curso era los sábados. Los directores que daban el curso eran Carlos Magaña y Maynardo Zavala y me vieron potencial. Desde el principio me empezaron a dar llamados, pequeñitos, entre semana, y yo me seguía preparando en fin de semana. Pero muy rápidamente Magaña me dio un estelar… fue terrible… estaba muerta de miedo. Me tocó co-estelarizar con Arturo Mercado y Víctor Mares. En ese tiempo grabábamos todos juntos. Los dos se portaron divinos conmigo, muy accesibles y me ayudaban a ensayar. Siempre he sido una mujer muy arrojada, muy entrona, pero hay retos que dices “híjole, me queda muy grande ahorita”. Nunca he visto la película que hice ya doblada, fue “La rosa de Shanghai”, pero si la llego a ver me voy a morir de la vergüenza. Es que, de entrada, tú tienes que dominar todos los aspectos técnicos del doblaje para que, posteriormente, tu capacidad interpretativa pueda aflorar. No siempre haces estelares. Hay que hacer de todo un poco y finalmente esa es la magia del doblaje para uno como actriz. Eso atrapa. En un mismo día, en una semana, puedes hacer cosas diferentes: desde la ganadora del Oscar, hasta el refrito, del refrito.
¿Cómo llegaste al doblaje de “Los Simpson”? Entiendo que tu audicionaste inicialmente para el personaje de Marge.
“Los Simpson” son como cualquier otra serie. Te llaman y el director hace las pruebas. A mí siempre me llamaron para hacer la mamá. En ese entonces yo no llegaba a los 30 años y el personaje me parecía grande de edad para mí. Pero yo hacía las pruebas. La única indicación era que sonáramos como personas de carne y hueso. Que olvidáramos que era un dibujo animado. Pero tú veías un dibujo animado muy grotesco y decías “¿qué es esto? ¡Qué mono tan feo!” Sin embargo, se seguían haciendo pruebas y más pruebas y el comentario de los compañeros era que por qué no habían escogido a los actores. Hasta que un día me dan un llamado y resulta que nuevamente era una prueba. Llego a la sala de Audio Master 3000 y estaban Paty Acevedo la voz de Lisa, Nancy McKenzie la voz de Marge y estaban otras personas que no conocíamos. Resaltaban mucho porque iban de corbata y cuello blanco. Para trabajar realmente nuestro atuendo es mucho más desenfadado, más sport, más cómodo.
De pronto alguien se acerca, nos presentan. Obviamente no retienes el nombre de quién es y nos empiezan a dar datos específicos a cada uno sobre el personaje y ya en esa ocasión, ahora sí me dijeron que me citaron para hacer a Bart. Me acuerdo bien que era el capítulo de una fiesta del Señor Burns en que todos le regalaban gelatinas. Y empecé a doblar a Bart. Fue muy curioso porque mi risa sí es muy caricaturezca. Esta persona me decía que mi risa no le convencía. Yo siempre he sido una mujer de carácter fuerte y en aquel entonces era más primitiva. Y lo hacía una y otra vez, y no quedaba. Y entonces, yo muy diva, me empiezo a enojar y soy muy mal hablada y, entonces dije “¡no me sale esta chingadera!” Y no sé cómo lo dije o con qué carga emotiva fue. Me quedaba claro que no podía explotar. Y entonces, la persona que me dirigía me dijo “¡ese es! ¡Ese es el espíritu de Bart!” Esta persona finalmente nos fue autorizando. Tiempo después supimos que la persona que nos dirigió era Matt Groening. Pero no sabíamos nada sobre la serie o su trascendencia. Audiomaster 300 era gigantesco: tenía 11 salas de grabación y llegaba mucho material, series, animación. No teníamos la información de la que disponemos ahora.
¿Cuándo te diste cuenta de la trascendencia de tu trabajo en “Los Simpson”?
Yo creo que cuando fui a Buenos Aires por primera vez. Un fan argentino, que obtuvo mi teléfono quién sabe cómo, consiguió una entrevista para mí en un programa importante con Susana Jiménez, una conductora de TV tipo Verónica Castro, que tenía un night show. Fui al programa y la verdad vi la cantidad de gente que llegó cuando se enteró que yo estaba en Buenos Aires. Había una multitud que estaba asombrada de que yo estuviera hospedada con amigos. Querían que les firmara posters. Ahí es cuando dije “¡guau! De veras que nuestro trabajo trasciende fronteras”. Ahí es cuando entendí la trascendencia de nuestro trabajo, que lo que decimos se toma a pie juntillas y te cae de golpe la responsabilidad social de los actores de doblaje. Sabes que tienes que hacer un muy buen trabajo. La gente te desmenuza, cada palabra, cada frase.
“Los Simpson” están por cumplir 30 años. Hay muchos comentarios respecto a su declive. Yo no coincido mucho con esa apreciación. Creo que “Los Simpson” fueron novedad cuando surgieron, pero muchos de los que los vimos desde el inicio, también hemos envejecido y quizá, después de tantos años, ya no nos parece novedad. Puede ser que nos acostumbramos a ella. Con todo, la serie, ciertamente dio pie a series similares. Pero, ¿que opinas? ¿Cómo sientes a “Los Simpson”, ahora que estás grabando ya la temporada 29?
La verdad no he tenido el tiempo de ver si el equipo de escritores de “Los Simpson” ha cambiado o si alguno ha prevalecido. Supongo que ha cambiado y que muchos han entrado y salido. Siento que es muy complicado mantener un show semanal que desde siempre ha tenido temporadas de 22 capítulos. Debe haber un momento en que se acaban los temas y debes darles la vuelta. Ellos se burlan de sí mismos. Me encantó que en la temporada 25 aparece Bart escribiendo en el pizarrón: “Nada debería durar 25 años”.
Ellos mismos están un poco agotados y sorprendidos de que siga gustando la serie, de que la gente siga esperando la siguiente temporada. Nos queda muy claro a todos los de la industria del entretenimiento que, si no se vendiera, ya no habrían refrendado la siguiente temporada y eso se sabe con mucha anticipación. De algún modo, como cualquier trabajo, si te lo vuelven a comprar tú trabajas. Sí han habido temporadas en que yo estoy grabando y pienso “esto no tiene ni pies ni cabeza”. Parece como todo lo que quedó de los episodios en la sala de edición… vas sacando escenas y luego vas armando todo un capítulo con eso. Aun así, es una serie innovadora y ha roto todos los records. La película rompió records de taquilla a pesar del enorme boicot porque había pasado recientemente el cambio de voces…
¿Qué pasa con eso? Los fans de “Los Simpson” protestaron por el cambio de voces. Hay casos como “Dragon Ball“ en que los fans influyeron para que los actores del elenco original regresaran a dar voz a los personajes.
El público tiene el poder de demostrar a la Fox su inconformidad por el cambio de voces de “Los Simpson”, pero si no te gusta, no vayas a ver la película. Yo tengo dos reflexiones al respecto. Una: nunca olvides que las series, las películas y todo, jamás se hacen pensando en que van a ser dobladas. Hay compañeros que juran que Hollywood hace las cosas para que las doble, digamos, Arturo Mercado o Mario Castañeda o Carlos Segundo. Pero no, la producción se hace por otros intereses y el doblaje ni siquiera lo consideran y nosotros ni siquiera figuramos en su espectro de explotación, jamás. La otra reflexión es que, en la medida en que le damos tanta participación a los fans… El fan es importantísimo para nosotros, pero debe conservar siempre ese lugar, no traspasar ciertos límites, que para mi gusto es muy sano que existan. De pronto, como pasó en “Dragon Ball”, los fans piensan que tienen ese poder enorme de designar a alguien en un personaje. Es arriesgado que lo hayan tenido. Porque entonces si yo no me llevo bien con mis fans, ¿Me van a quitar el trabajo? Han pasado cosas lamentables. Se sustituyó la voz de Woody en la tercera parte de Toy Story por las razones que fueran. Me quedan claras, como actriz, las razones que tuvieron uno u otro actor y las respeto. Pero lo que sucedió con los fans, fue lamentable. No se vale que los fans por apoyar a alguien, azuzados por quien sea, hayan agredido de tal manera a otro profesional de la voz, como lo es Arturo Mercado. Arturo no se merece ni medio mensaje de los que recibió, y que fueron cientos agrediéndolo, ofendiéndolo. Eso no es correcto. La bola de nieve puede salirse de control. Yo misma he tenido que tomar la decisión de dejar un proyecto porque en ese momento lo que quieres y peleas es justo para ti. Pero también entiendo la postura de Arturo: el personaje no se puede quedar en blanco y tiene que doblarse. En ese momento Arturo trabajaba para Disney todos los días. Ni modo que te niegues a hacer algo para quien te está dando trabajo. Los fans no saben esto. Ellos no han vivido esto. Ellos piensan que Woody debe ser doblado por alguien en particular. Pero Woody no existe, no vive… es un personaje animado… sólo vive en tu televisión, vive en tu computadora. Los actores sí vivimos en la vida real, respiramos, comemos y tenemos deudas y compromisos. El fan a veces vive en un mundo de ilusión. Yo tengo fans de todas las edades, por la duración que ha tenido la serie y pongo contenidos en mis redes de todo tipo. Pero hay personas que, ante una publicación un poco atrevida me dicen “Oye, ¿qué va a pensar Homero?”, “Marge, ¿por qué dices groserías?” Pero Marina Huerta no es Marge Simpson ni Bart Simpson.
La relación con los fans es curiosa. Si ellos están en algún lugar con un huso horario con una diferencia de tres horas y para ellas son las 11 de la noche y para mí son las 2 de la mañana y te escriben, quieren que les contestes el chat. Y si no les contestas se enojan y te insultan…
¿Eso no tiene que ver con el hecho de que ahora los actores de doblaje son más visibles que antes?
Por un lado, sí, pero porque también hay compañeros que les dan mucha bola. Y entonces los fans dan por hecho que todos tenemos que ser así. El fan debe sentirte siempre como algo inalcanzable, para que te valore muchísimo más cuando te tiene más cerca, como en las convenciones. Porque dentro de su espectro debe tener claro que no es fácil estar contigo. Pero si nosotros lo abaratamos, cuando venga la convención, ya no van a ir los fans, ya no van a pagar… tenemos que pensar en eso. A mí me gustan mucho “Los Simpson” aunque ya no es una serie que tenga tanta taquilla, o sea ya no jala tanto. Pero me da mucho gusto haber sido yo, Mario Castañeda, Humberto Vélez y un poco Laura Torres, que fuimos la punta de lanza de todas estas convenciones que ahora hay en América Latina. Al principio íbamos gratis, pero fuimos de los primeros que empezamos a cobrar y a decir, “oye, necesito un hotel de tantas estrellas, y una comida…” Nosotros fuimos sentando las bases de lo que hay ahora, porque ahí es donde tienes el contacto con el cariño del público. Es cansado, pero vale la pena.
¿Todavía vas a convenciones?
Sí, de hecho, en mayo voy a Querétaro, a la CONQUE. Me da gusto que me invitaran porque yo ya no soy, o mi personaje, alguien que jale tanta gente. Pero la conferencia que hago va encaminada a explicar lo que puedes hacer con tu voz, como tu primera carta de presentación.
¿Haces menos doblaje que antes?
Sí, claro. Radicando aquí en Mérida es difícil. Sí me llaman para pruebas de voz. Pero si me dan la oportunidad de hacer el casting acá y enviarlo, lo hago. En el doblaje de películas es difícil, porque las empresas protegen mucho los derechos de autor por lo del tráfico de material. Y a mí ya no me mueve mucho ir a la Ciudad de México…
¿Los Simpson los grabas aquí en Mérida?
Casi siempre voy a la Ciudad México, pero voy, grabo y me regreso en el mismo día. Pero a veces, si me dan chance o si estoy muy atorada acá, me lo mandan.
La voz cambia. Ahora que no sólo haces a Bart¸ sino también a Marge, ¿hay alguna dificultad o estás cómoda?
Ahora no, pero cuando fue el cambio de voces… hubo casting, no creas que fue de dedazo. Me quedé también con Marge, pero fue muy difícil para mí porque yo ponía las dos voces en el mismo lugar y se parecían mucho ella y Bart. Y me lastimaba. Pero en algún momento logré colocar diferente a Marge y hoy se escuchan completamente diferentes. De repente el llanto o la risa de Marge si me llegan a lastimar. Pero cuando tengo ese loop con ella, lo dejo al final, para que, si me lastima, ya no afecte mi participación en los demás diálogos del episodio.
¿Bart nunca te costó trabajo?
No. Hay dos líneas para interpretar varones infantes: el agudito o el ronquito. Previo al casting con Matt Groening, el director de la empresa que antes fue director de actores nos conocía… A mí ya me había visto hacer niños antes. Me dirigió en “Stand by me”. Como ya nos conocía, supongo que él nos citó para el casting conforme a ese criterio.
Para el casting de Bart, ¿tú investigaste sobre el personaje o sobre la voz de Nancy Cartwright, que es quien lo hace en inglés?
No. No sabía ni quién era. Eso es parte de la técnica. Cuando estás en el voice acting en el doblaje, lo más recomendable es que cuando veas el personaje, el mismo personaje te va a sugerir una voz. Debes ponerle esa voz, porque si tú inventas otra voz, es muy probable que se te olvide. Debes confiar en tu intuición. El timbre de la voz debe ser ese, ya la sutileza del matiz y de la interpretación dependerán del personaje. Curiosamente Nancy Cartwright hace la voz de Carlitos de los “Rugrats” que yo hago en español, por lo que estamos matchadas.
¿Qué tanto tienes tú de Bart o… te identificas con él?
Bart es muy travieso, simpático. Tiene mucho de mí. Es alburero. Pero no es malo. Es de buen corazón, no de malos sentimientos. No es protagónico. Él quiere hacer determinada cosa, y si logra embaucar a Milhouse para hacer algo, que él lo haga. Si nadie más le hace segunda, entonces lo tiene que hacer él. Es desesperado. Un poco neurasténico. Lisa no. Ella sí tiene esa pausa para planear, para preparar las cosas. Bart, en cambio, es de bote pronto, como decimos acá… inge su….