Espléndido, ésa es la palabra para describir el relieve y el trato periodístico que Reforma dio a la proliferación de anuncios que contravienen a la ley y en donde, con cargo al erario, se promueven diversos funcionarios públicos.
En la edición del 14 de febrero, el staff del diario reseña el dispendio en el que han incurrido varios gobernadores del país, entre otros, los del Estado de México, Aguascalientes, Guanajuato, Veracruz, Distrito Federal y Jalisco. En este último caso, el mandatario Emilio González orientó un pago de 12 millones de pesos con el pretexto de promocionar a la entidad en la telenovela de Televisa Las tontas no van al cielo; además, liquidó a TV Azteca 3.5 millones de pesos a cambio de aparecer durante diez minutos en el teledrama Juguetón. En su pasado Informe de gobierno, el señor González incurrió en el mismo ilícito de su autopromoción con cargo al erario.
Cabe agregar, por nuestra parte, que hay varias dependencias del gobierno federal que incurren en esa misma anomalía, como consta en los casos de Sedesol y el ISSSTE.
Una vertiente que se desprende de esta nota es la ética, pues podemos entender que con trabajos como éste el diario Reforma no se preste a la difusión de ese tipo de promocionales, como sí lo han hecho no sólo Televisa y TV Azteca sino también, destacadamente, los periódicos Crónica y La Jornada.