Ana Francis Mor comenta que las lesbianas y los gays están en todos lados, por lo que debe haber un cambio cultural. Junto con la aprobación de leyes tendrían que realizarse campañas nacionales para darle a la población herramientas para saber “como es que ayer era válido apedrear un joto y hoy no, por qué hoy es delito y antier no lo era, o por qué ahora resulta que no sólo tengo que no apedrearlo, sino que, además, tengo que ver como se casa. Hay un cambio cultural que se debe hacer. Se debe reeducar”.
“Así como hace unos años se debatió si era o no necesario incluir la educación sexual en los programas escolares de educación básica y finalmente se incluyó el tema, ahora parece que también tiene que hacerse este proceso para que se conozca la diversidad sexual desde la infancia. Además se debe trabajar con los tres grandes transmisores de mensajes sociales o generadores de opinión pública: la publicidad, los medios de comunicación y la Iglesia”.
Al interior de su familia —recuerda la actriz integrante del colectivo Las Reinas Chulas—, ha habido todo un proceso de reeducación, encabezado por ella, pues es la más interesada en evitar los chistes homófobos. Cuando alguien de la familia dice un chiste, Ana Francis suele comentarle: “Oye, tú chiste me lastima”. Es un proceso medianamente amable porque en su familia han aceptado la situación.
El presidente de Conapred dice que además de lo legal, se debe de trabajar en una agenda social para erradicar la homofobia en el país.
Alejandro Brito coincide con Ricardo Bucio, y dice:
“(…) el tema debe entrar a los sistemas educativos. El enclave más cerrado en torno a hablar de la homosexualidad es la educación básica. Ahí no se ha podido influir. Las autoridades educativas no dicen nada al respecto. A pesar de que el bullying, que tiene motivos y origen homofóbico, está muy presente, de que hay violencia en las aulas, acoso a niños y niñas que tienen una orientación homosexual o expresiones que no se ajustan a las normas de género entre hombre y mujer, masculino y femenino, a pesar de que empiezan a salir muchas cifras y testimonios al respecto, las autoridades educativas no hacen nada. Es un tema tabú en la educación mexicana que tiene que romperse, de algún modo, y en algún momento tendrá que abrirse”.
Leonardo Olivos también explica que la gente requiere saber cuál es el arte de las modificaciones a los distintos reglamentos. Se debe permear a los medios de comunicación y pelear porque exista el derecho a las audiencias. Se debe tener la posibilidad de interpelar a los locutores, las comedias, las series cómicas y las novelas, que tengan, reproduzcan o intensifiquen valores anti derechos humanos; debe existir el derecho a la libertad, a la unidad de la gente que tienen preferencias por las personas de su mismo sexo. Se debe poder exigir a los medios un cambio de contenidos en su programación y solicitarles que “el putito”, el “mariconcito” ya no sean el objeto de la risa.