Pronóstico (Del lat. prognosticum, y este del gr. προγνωστικóν ). 1. m. Acción y efecto de pronosticar. 2. m. Señal por donde se conjetura o adivina algo futuro. 3. m. Calendario en que se incluye el anuncio de los fenómenos astronómicos y meteorológicos. 4. m. Med. Juicio que forma el médico respecto a los cambios que pueden sobrevenir durante el curso de una enfermedad, y sobre su duración y terminación por los síntomas que la han precedido o la acompañan.
Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española Vigésima Segunda Edición.
De acuerdo con la definición transcrita, me tomaré la licencia, en esta colaboración, de formular un pronóstico, no del clima, sino de lo que ocurrirá en la industria de las telecomunicaciones en el futuro mediato, incluyendo a la radio y la televisión gratuitas, si las autoridades de este país no actúan seria y oportunamente. Vamos por partes, el primer pronóstico, ya medio confirmado, es la amenaza del principal grupo empresarial del país, Carso, de trasladar cuantiosos recursos económicos fuera de México e invertirlos en otros países de América Latina.
Hasta el momento, en los últimos días, se han anunciado dos inversiones multimillonarias (en dólares): una en Argentina y la otra en Brasil. Casualmente, nos referimos a los dos países que compiten, “pie juntillas”, por la preeminencia, en todos los niveles, con México, a nivel Latinoamericano. ¿Casualidad, estimado lector, o perversión? En mi opinión, ni una ni otra, simplemente es la reacción lógica de un conglomerado que se sabe el más poderoso de México y uno de los más poderosos del mundo, frente a un gobierno débil que está en la ruta final de su sexenio. ¿La causa? Sencillo, el anuncio, inédito, de la sanción más importante jamás impuesta por la Comisión Federal de Competencia (Cofeco), en este caso a Telcel, por prácticas monopólicas relativas (es decir, que dañan al mercado y por ende a todos nosotros, la población), por un monto que raya en algo así como en los ¡Mil 200 millones de dólares!
¿Qué tal? Suena bien, pero, desafortunadamente, si analizamos dos aspectos que son públicos, se empieza a nublar el panorama: la decisión, según consignan los medios, tuvo que ser adoptada mediante el ejercicio del voto de calidad del Presidente de esa Comisión (evento extraordinario, que implica desempate y, la Cofeco tardó, ni más ni menos, que seis años en adoptarla. Un matiz, que se suma para ser considerado en el pronóstico: la decisión se adopta y notifica justo en el contexto de una acérrima batalla en el sector de las telecomunicaciones que involucra a todos sus actores. Y en esto, estimado lector, no existen las casualidades.
Si consideramos todo lo anterior, creo que es momento de formular algunos pronósticos específicos:
1. La sanción impuesta a Telcel será litigada eternamente, estamos presenciando el primer round de una pelea a 15; muy probablemente, el Estado Mexicano será incapaz de cobrar cantidad alguna y, en cambio, erogará muchos recursos litigando ad perpetuam.
2. Mientras tanto, la amenaza real del desplazamiento de recursos de inversión al extranjero, continuará. Dado que estamos en plena carrera por la sucesión presidencial, se puede advertir con cierto nivel de certeza que la administración actual se va a parar en su intento, o bien, matizará lo que por ley debe hacer: regular a los agentes económicos que tienen poder dominante en los diversos mercados relevantes de la economía nacional. En otras palabras, el pronóstico es que la reciente acción del órgano antimonopolios, Cofeco, quedará en los anales como una medida mediática.
3. Queda ya muy poco tiempo en este sexenio y los cuatro años transcurridos han sido totalmente desperdiciados por el verdadero regulador, la Comisión Federal de Telecomunicaciones. ¿La razón? La pugna eterna entre el regulador “autónomo” y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con la venia de Los Pinos (en específico, su Consejería Jurídica). Entonces, en lo que resta del sexenio, en materia de regulación, seguiremos como hasta ahora. No están dadas las condiciones para adoptar las medidas estructurales necesarias para volver a la Cofetel una verdadera autoridad de primer mundo.
4. Todos los espacios que Cofetel/ SCT deja, serán ocupados, en los hechos, por un órgano que no es regulador: la Comisión Federal de Competencia. Es un hecho público y notorio que el Presidente de dicho órgano se siente regulador, no autoridad de aplicación de la ley; también lo es, que le encanta el individualismo y que sus comisionados no están contentos con ello. De ahí, las decisiones divididas y, en algunos casos, las “mayoriteadas” que le han puesto en asuntos relevantes de su interés personal.
En síntesis, el pronóstico es que nada cambiará hasta el 2012, más bien el 2013, ello, siempre y cuando exista alternancia en Los Pinos. Como dirían los meteorólogos: nubarrones, mucha lluvia y frío, tomemos precauciones.