Charla con Yvette Kaplan, creadora de Zack & Quack
La segmentación del público por edades es un arma de dos filos: por un lado, permite una comercialización mayor y certera; por otro, exige a los creativos exprimirse los sesos al máximo para lograr atrapar a su audiencia objetiva. Obviamente, la experiencia es un punto importantísimo para obtener alentadores resultados. Yvette Kaplan está inmersa en el mundo de la animación desde 1977. Ahora, para el canal infantil Discovery Kids, se erige en creadora y directora de la serie animada Zack & Quack, y nos otorga una entrevista exclusiva:
¿Podríamos definir lo que es la serie infantil Zack & Quack?
Es un programa sobre la sorpresa; y la sorpresa está allí afuera, no bien se cruza el umbral de la puerta. Es un séquito de personajes maravillosos liderados por Zack, un niño innovador, confiado y vivaz que tiene una buena dosis de imaginación y grandes objetivos. También está su mejor amigo, el pequeño Quack, un pato impulsivo y curioso que a veces es difícil de controlar y que demuestra con claridad sus deseos y sentimientos por medio de una serie de “cuac cuac” que los niños adorarán. Hay un jardín y en cada rincón y recoveco, o detrás de cada hoja y cada flor hay una pestaña de papel que sobresale y que, al jalarla, los transporta a distintos mundos en cada página. El programa transcurre dentro de un libro tridimensional. Estos personajes viven en un libro y, como pasa con cualquier libro, cada página da origen a una historia nueva, a otro paso en la aventura. Por lo tanto, Zack & Quack se trata de aventuras que se viven a través de un libro tridimensional.
Vamos a describir los personajes. Primero a Zack.
Zack es un niño que todos quisiéramos tener como mejor amigo. Es leal y está acompañado por un grupo de personajes raros.
Ninguno de ellos es perfecto. Todos tienen sus propias limitaciones pero también son divertidos. Zack los quiere a todos y los respalda episodio tras episodio. En particular, cuida de su pequeño y travieso amigo Quack, que a veces lo mete en muchos problemas por no ser capaz de resistirse a jalar una determinada pestaña que los transporta hacia una aventura inesperada. Zack tiene mucha imaginación; tiene ideas fantásticas. Es realmente creativo a la hora de solucionar problemas. Sin duda, se gana el premio al solucionador creativo de problemas. Para todo lo que desea hacer y para todos los contratiempos que sufre, Zack siempre encuentra la salida. “Pienso que… ¡Lo tengo!”. Y siempre tiene lista una respuesta.
Zack conoce su mundo, conoce todo lo que lo rodea. Nació en un mundo de papel y sabe que se puede moldear o cambiar el papel para hacer lo que necesite. También está su buena amiga Kira. Tiene mucha suerte de tenerla. Ella vive en la casa de al lado y es tan hábil con el papel como Zack. Además, Kira tiene una caja mágica… en realidad no es mágica; ella tiene una caja de herramientas real para troqueles que incluye elementos de uso diario como un par de tijeras, pegamento y papel para doblar, enrollar, encintar y rasgar…
Gracias a sus ideas y habilidades, así como su confianza y disposición para zambullirse en la historia y arreglar las cosas, ella y Zack forman un equipo perfecto. Quack es mi pequeñín. Adoro a Quack. Es un pato que no sabe hablar pero sí sabe comunicarse a la perfección. Dice lo que piensa y nadie puede dudar de su palabra. Me hace reír mucho y yo intento que él los haga reír a todos. ¡Ése es mi objetivo! El objetivo de todos es que los espectadores, se enamoren de Quack y se reconozcan a ellos mismos porque, como chiquito que es, está empezando a acostumbrarse al mundo. Todo lo entusiasma, todo es maravilloso para él y Quack solo quiere tocar y jalar y jugar… Va tras todo lo que ve y aunque a veces Zack trata de advertirle “No toques esa pestaña, Quack”, nuestro patito la jala y la audiencia, los espectadores piensan “Quack la va a jalar”, “No hay forma de que Quack no la jale”. Pero al mismo tiempo es un gran amigo. Si Zack tuviera un perro, ése sería Quack. El mismo Quack se siente un perro. Duerme afuera, olfatea una pestaña y hasta menea su pequeña cola como si fuera un perro. Es un amigo tan leal como lo sería el perro de cualquier niño. Pero no hay que olvidar que es un pato y tiene características de pato. Es realmente encantador.
Entre los demás personajes del jardín también se encuentra nuestro pequeño erizo, que está lleno de puntas. Es una cosa chica y pinchuda de la que podríamos pensar “da un poco de miedo”, pero por dentro Fluffy es suave y mullido y tímido y dulce como el azúcar. Amo tanto a Fluffly… creo que será uno de los grandes favoritos. Representa el contraste entre un exterior duro y un interior bien suave. Esa combinación lo vuelve irresistible.
¿Cuál es el reto de hacer una serie para niños?
Zack & Quack es un programa ambicioso. Todo es ambicioso. Transcurre en un mundo de papel. Nadie lo hizo antes. Hay solapas que se abren y cosas que se vuelven 3D, se gira un dial y un dibujo móvil que nadie esperaba de golpe sale a la luz; o se puede jalar una pestaña y otra vez invade la sorpresa. Cada vuelta de página revela un mundo de papel en la otra página que se despliega frente a nuestros ojos. Las cosas están en constante transformación.
Entonces, tenemos un mundo hecho a nuestra medida y no es algo sencillo de hacer en la animación. Es lo que generalmente uno intenta evitar. En un programa animado, lo común es tratar de construir un mundo con límites, y volver a usarlo en cada episodio. Hay unas pocas variaciones, de decorado, quizás un automóvil nuevo o un juguete nuevo para el niño, incluso hasta un personaje nuevo. En cambio, nosotros tenemos personajes y mundos nuevos en cada episodio. Tenemos nuestro grupo central formado por cinco, seis, siete… o más personajes estables, pero también tenemos personajes móviles en dos dimensiones. Nuestros personajes centrales parece que estuvieran hechos de papel, los bordes están doblados, y sus brazos y todo lo demás se mueve como si fuera papel. Es muy fiel al medio. Los personajes están creados en computadora pero son artesanales y parecen haber sido sacados de algo real.
¿Lee comics?
¡Qué interesante! Me encantaría decir “sí, los leo en la actualidad”, pero no los leo tanto ahora, ocasionalmente… pero cuando era una niña vivía solo para leer comics.
Si tuviera que llevar un cómic adulto a la animación, ¿cuál escogería?
No puedo creer que justo me haya preguntado esto, porque nada me gustaría más que hacer una animación de ese tipo… ¡Si alguien aquí en México quiere hacerlo tiene que ponerse en contacto conmigo! [risas]. ¡No lo hagan sin mí!
Hay un cómic llamado 13 Going On 18. Fue creado, dibujado y escrito por John Stanley, un caricaturista brillante. Stanley también hizo los comics La pequeña Lulú, Melvin, The Monster y Nancy. Su estilo era increíble. A los más famosos los conocí tiempo después, es decir, conocía los dibujos animados y los personajes pero no sabía que eran obra de Stanley. 13 Going On 18 trataba acerca de una adolescente llamada Val que era muy graciosa… todo lo que rodeaba al cómic me hacía reír mucho. Era como ver una película porque Stanley cronometró cada panel, había pausas en la acción cuando los personajes dejaban de gritar o fijaban su vista en algo durante uno, dos o tres paneles, y luego retrocedía. Me encantaba eso. Debo confesar que aprendí el ritmo de la comedia con ese libro de comics.
Me gustaría preguntarle algo sobre Ice Age, Beavis & Butthead…
Todos son mis favoritos. Son todos personajes que amo. Ésa es la visión general. Me enamoré de cada personaje con el que trabajé a medida que lo fui conociendo más. Es igual que con las personas, cuando llegas a conocerlas.
¿A qué personaje le tiene más aprecio? ¿Alguno de Ice Age, Beavis & Butthead, King of the Hill?
Beavis & Butthead. Pasé siete años con esos jóvenes y los amé desde el primer minuto en que los conocí. Son arquetipos puros. No los veía como el resto del mundo, cuando Beavis solía meterse en problemas en los episodios. Para mí eran dos jóvenes tontos y equivocados que necesitaban un poco de atención. Los amé. Beavis siempre fue y siempre será mi favorito, el más especial.
Y, sobre esta serie: ¿qué dificultad representaba técnicamente compatibilizar el ritmo de las canciones con los momentos de los personajes cuando ven los videos y se están moviendo? ¿Cómo hizo para combinar la música con las imágenes? ¿Es difícil?
No, no. Para nada. En realidad, la animación siempre se hizo de la misma manera y la banda sonora se graba primero. Si un personaje se mueve según un ritmo, así como la boca se mueve según el diálogo, primero está la música y luego… En el pasado la animación se dibujaba, toda la animación con la que he trabajado, excepto los shows y las películas con animación CG. Hay un editor de sonido que desglosa la pista. Y escribimos en algo conocido como la “Hoja de Exposición”, que tiene alrededor de 90 líneas pequeñas, columnas y líneas en una hoja, que representan 5 pies (1,5 metros) de película, que es la razón por la cual se basa en cuadros. Y el sonido… puedo decir “sí” y el sonido de la “s” se escribiría en un casillero, y se trazaría una línea para indicar que el “sí” [extendiendo el sonido de la “s”] ocupa 10 cuadros; la “í” pronunciándola con la boca bien abierta ocupa el undécimo cuadro, y así sucesivamente. De esta manera, el animador sabe el momento exacto en que tiene que acertar (hit). Lo mismo ocurre con la música. Alguien, un editor, avanza e indica los ritmos o pulsos, cada pieza de música tiene un ritmo, quizás tiene que acertar (hit) en el duodécimo pulso. Usted sabe a lo que me refiero, por cada 12 pulsos (pum, pum, pum)… Aprendí animación con un cronómetro en la mano y timing. Pienso rítmicamente. Así es como los animadores lo hacen; es la única manera de hacerlo bien. Pero no es difícil, es un placer poder hacerlo.
Muchísimas gracias.
¡Gracias a ustedes! Fue un placer estar aquí.