Dentro de la 4T se pelean por ver quién es el más miserable y ruin. Desde nuestro punto de vista, Hugo López-Gatell está, definitivamente, en los primeros lugares de lo peor que tiene este mal llamado movimiento.
Esta semana, el apodado y con toda razón, Doctor Muerte, hizo pública su aspiración de ser el jefe de gobierno de la Ciudad de México, como si tuviera algún mérito político y como si no pesaran sobre sus hombros cientos de miles de muertes por una criminal gestión de la pandemia.
En poco tiempo dejará su cargo como subsecretario de Salud para competir dentro de Morena. Cuando lo anunció, AMLO dijo que era un servidor público muy honesto.
Es indignante, doloroso y ofensivo. Gatell ha cometido delitos graves en contra de los mexicanos que deben ser investigados judicialmente, en lugar de recibir la protección del aparato del Estado.
Su gestión de la pandemia fue negligente y criminal y en esta entrega recordamos cinco chingaderas cometidas por él.
1.- Gatell dijo no a las pruebas rápidas
El 30 de junio de 2020, en su cuenta de Facebook, López Gatell subió un video titulado “No a las pruebas rápidas”. En él, defendió la decisión gubernamental de no adquirir masivamente pruebas masivas rápidas para detectar Covid-19 por ser, según él, “poco confiables”.
Dijo que las pruebas PCR eran más seguras. Y sí, la prueba rápida tiene el problema que arroja falsos negativos. Pero nada más. Todos los positivos que arroja son confiables.
Eso hubiera sido una herramienta muy poderosa para detectar el mayor número de positivos posibles y así dar seguimiento a los casos para cortar la cadena de contagios. Claro que hubiera habido una buena cantidad de falsos negativos fuera de control, pero dadas las atroces circunstancias, era una decisión mucho mejor que dejar que el virus se expandiera sin rastrearlo.
Pero Gatell, cuidando el dinero del gobierno federal, que se estaba guardando para el AIFA, para la refinería y para el Tren Maya, salió a decir mentiras. Lo dijo muchas veces, claro.
Y bueno, en muchos gobiernos estatales ignoraron a Gatell y pusieron kioskos para aplicar pruebas rápidas, incluyendo la propia CDMX. Pero muchas personas no confiaron en estas pruebas por culpa de los mensajes de Gatell.
2.- Gatell dijo no al uso de cubrebocas
Sí, sabemos muy bien que el cubrebocas, como todas las medidas de prevención, tiene su límite. Por eso es que se recomendaba en la pandemia un conjunto de medidas, no una sola.
El cubrebocas era una medida fundamental, pero para que sirviera, lo que tenía que usar todo el mundo. Pero, como al presidente López Obrador le caía muy gordo el cubrebocas porque en 2009 lo había recomendado Felipe Calderón durante la epidemia de influenza, entonces Gatell se dedicó a darle gusto al presidente, sin importar las consecuencias.
Dijo estupideces como que “sirve para lo que sirve y no sirve para lo que sirve”. Explicó que no había evidencia científica suficiente, siendo que la OMS lo recomendaba como uno de los principales métodos de prevención.
Decía que no protegía a quien lo portaba, sino a la gente que rodeaba a quien lo portaba. Pero no se dedicó a imbuir la idea de que justamente por eso, TODOS deberíamos traerlo.
Y los contagios se dispararon sin control, entre la falta de pruebas rápidas y el desprecio al cubrebocas.
3.- Gatell dijo no al Remdesivir
También el 30 de junio de 2020, Gatell negó que un medicamento llamado Remdesivir fuera útil para atender la Covid-19.
Dijo que “la evidencia no muestra que este sea un medicamento suficientemente útil para considerarlo como la opción terapéutica”, pero en Japón y Corea del Sur ya lo estaban usando. Agregó que en los hospitales privados no le deberían pedir a los pacientes conseguirlo porque no era útil.
En otra ocasión dijo que era un medicamento para quienes ya tenían daño pulmonar severo, no un medicamento preventivo, lo cual es falso.
Pero ¿qué creen? Pues que ese medicamento que no era útil y que además no servía para prevenir, lo recibió el propio López Gatell en 2021. También se lo administraron a José Ramón López Beltrán y a Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué? Pues porque sí sirve. Pero lo ocultaron porque es sumamente caro y el gobierno no quería verse orillado a comprar cantidades masivas para tratar a la población.
Prefirieron que el virus hiciera lo suyo y que muriera que tuviera que morir. Así de descarnado y malvado es López Gatell. Y AMLO, por supuesto
4.- Gatell calló cuando Sheinbaum repartió ivermectina
Entre julio y noviembre de 2020, el gobierno de Claudia Sheinbaum, con la participación del director de la Agencia Digital de Investigación Pública, José Merino, suministraron ivermectina a 83 mil capitalinos infectados de Covid.
Posteriormente, publicaron un documento llamado “Ivermectina y las probabilidades de hospitalización por COVID-19: evidencia de un análisis cuasi-experimental basado en una intervención pública en la Ciudad de México”, que publicaron en una revista científica.
En todo el mundo se sabía que la ivermectina no era útil, esa sí. La OMS había advertido que no había pruebas de que sirviera y en la CDMX quisieron aprovechar la pandemia para hacer “investigación” sin pedir autorización a las personas.
En el estudio se dijo que este estudio o intervención consistió en dar seguimiento a personas que se hubieran infectado, dándoles ivermectina y ver qué tanto se evitaba que tuvieran que ser hospitalizadas.
Fue un auténtico escándalo mundial, el gobierno de Sheinbaum se defendió y Gatell se quedó calladito. Y eso, que ese mismo 2020 él había dicho que la ivermectina no servía para la Covid.
5.- Gatell dijo no a la vacunación en niños pequeños
Es quizá el caso que más indignación provocó. Cuando en diversos países, incluidos algunos con una economía más frágil y pequeña que la de México se empezó a vacunar a niños pequeños, la presión sobre el gobierno de AMLO se multiplicó.
Los padres de familia metieron amparos y el gobierno emprendió la batalla contra el Poder Judicial, por darle a niños la oportunidad de ser vacunados.
En septiembre de 2021, López-Gatell hizo la declaración por la que será siempre recordado:
“Por cada dosis que por acción judicial por esta sentencia de amparo se desviara hacia un niño o niña, cuyo riesgo es menor, se le está quitando la oportunidad a una persona que tiene un riesgo mayor”, dijo.
Agregó que no se trataba del beneficio individual, sino colectivo.
¿Qué ocurría? Pues que la cantidad de vacunas eran limitadas, porque el gobierno de AMLO había restringido lo más posible el gasto. AMLO no quería que se extendiera la mortandad entre los adultos mayores, su clientela electoral más importante, así que les dio prioridad.
Además de que, efectivamente, los niños tienen menor riesgo (aunque nunca es un riesgo cero), lo que ocurría es que al presidente le dolía el gasto. Incluso dijo alguna vez que no caería en el “consumismo” de comprar vacunas innecesarias.
Hugo López-Gatell fue un perfecto cómplice. Fue hasta el 2022 que de repente, se abrió la vacunación para menores de edad, tras meses de batallas legales y ofensas de Gatell hacia los niños, los padres y los jueces que daban amparos.
*ofv
Nota: la imagen que acompaña este texto fue generada por Inteligencia Artificial y tomada de redes sociales. Crédito a quien corresponda por su creación y difusión.