Octava entrega
La octava entrega de las mentiras de la semana tiene como protagonista no una mentira, sino toda una saga: la de la carta responsiva de la SEP, que provocó declaraciones falsas, distorsionadas o inexactas en tres días de la semana, ocupando buen espacio de las conferencias mañaneras.
No sólo fue materia de mentiras por parte de Andrés Manuel López Obrador, sino también de la Secretaria de Educación, Delfina Gómez, y de la directora del área sin nombre, Elizabeth García Vilchis, a quien algunos medios obsequiosos apodan “la zarina anti fake news”.
También incluimos el importante tema del regreso a clases y los contagios en menores durante la tercera ola, ambos estrechamente relacionados.
Otro tema del mismo ámbito, también materia de varias mentiras, es la vacunación contra COVID en menores de edad.
En el tema de la carta, pero en relación los medios, presentamos aparte una declaración de Delfina Gómez y también, como cereza del pastel, una breve pero impactante afirmación de AMLO sobre el supuesto poderío económico de México.
Muchas gracias por sus amables lecturas.
MENTIRA 1
La carta de la SEP. 17, 18 y 19 de agosto.
Yo no tuve que ver con la carta de la SEP. La carta no es obligatoria. Todos los que le dieron vuelo a la carta son nuestros adversarios. Nadie me consultó para hacer la carta, fue una decisión de abajo: AMLO.
Se trata de una supuesta carta compromiso sobre el regreso a clases que la misma Secretaría de Educación Pública desmintió. Esta información inventada fue difundida por medios y comentaristas. Esta carta obviamente es falsa. Su objetivo era apuntalar la crítica contra el regreso a clases. García Vilchis.
La carta queda cancelada, ya no será requerida. La carta no existe. Se elimina. Nunca fue un documento oficial. Fue un formato de trabajo no oficial. La carta que divulgaron los medios era un documento de análisis: Delfina Gómez.
Todo lo mencionado arriba no son más que mentiras. Pero vamos por partes. Lo cierto es que:
1.- AMLO sí sabía de la carta, porque en la propia mañanera del 16 de agosto, Delfina Gómez habló de ella, como parte de los protocolos de regreso a clase. Lo informó frente a él y obligadamente, toda la información que el gabinete presenta en las mañaneras es previamente revisada y autorizada.
2.- La carta sí era real. La propia SEP la distribuyó en un hilo de Twitter sobre el regreso a clases y además, envió correos electrónicos a padres de familia compartiendo el documento. Fue así como la obtuvieron los medios.
3.- La “propia SEP desmintió” la carta, sí, pero luego de que AMLO, enojado por lo que la misma provocó en la opinión pública se lavara las manos y embarrara a Delfina Gómez afirmando que a él no lo consultaron, y que tanta burocracia era herencia del periodo neoliberal.
4.- Delfina Gómez primero dijo que firmar la responsiva no sería obligatorio (con lo que aceptó de manera clara su existencia y validez oficial); luego dijo que la carta “se elimina” (aceptando de nuevo su existencia oficial) y posteriormente, el jueves 19, ya cuando Vilchis quiso afianzar la narrativa de que era una “carta inventada”, dijo que se trataba de un documento de trabajo que no había sido aprobado y que se había presentado a nivel interno para su análisis.
5.- La carta sí fue difundida por medios y comentaristas, pero no inventada, como dijo Vilchis.
6.- El gobierno inició en medios afines una campaña de contrainformación difundiendo una segunda carta modificada, para dar la impresión que alguien había falsificado la primera.
7.- No sólo los “adversarios” le dieron “vuelo” a la carta, sino también cientos de padres de familia preocupados y enojados por sus implicaciones: que el gobierno se lavaba las manos ante posibles contagios causados por el regreso a clases.
8.- El objetivo de la carta no era “apuntalar la crítica contra el regreso a clases”, porque la carta fue hecha por la SEP.
9.- Criticar el regreso a clases no es una maniobra de debilitamiento del gobierno, sino un derecho que asiste a la ciudadanía y a los padres de familia.
MENTIRA 2
Contagios en menores y regreso a clases. 16, 18, 19 de agosto.
“Si yo estoy haciendo el llamado para que se regrese a clases es porque considero que no hay riesgos o que son menores”: AMLO.
Es importante destacar que se trata de una verdadera campaña por causar miedo entre la población sobre el asunto del aumento sin control de los contagios de niños y niñas y dar la impresión de que se están saturando los hospitales infantiles por el COVID-19, lo cual no es verdad, es falso”: García Vilchis.
“El segmento poblacional de menores de 18 años no tiene riesgos de complicarse, se puede contagiar, no hay duda alguna, puede haber casos de enfermedad en ese segmento de la población, pero es de una magnitud sumamente limitada”: López Gatell.
Desmentir a fondo este conjunto de monumentales y graves falsedades es, sin duda, materia de expertos, pero gracias a la charla que etcétera tuvo con dos médicos y un experto en estadística, estamos en posición de hacerlo en términos generales.
Muchas gracias a la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, al doctor Héctor Rosette y al ingeniero Christian Villanueva.
Así, lo cierto es que:
1.- El presidente considera que los riesgos son menores y su fundamento no es más que una percepción subjetiva derivada de que su propio hijo, Ernesto, tuvo COVID y se recuperó favorablemente. De este único caso el presidente concluye que los menores no tienen tanto riesgo.
2.- El presidente considera que el encierro es un riesgo mayor que el contagio, comparando dos situaciones que no deben medirse una con otra. Nadie en su sano juicio puede afirmar que es bueno para los niños dejar de ir a la escuela, perder años escolares o dejar de socializar con sus iguales. Nadie puede negar los beneficios del ámbito escolar y lo que la pandemia está causando en materia de salud mental en los menores. Pero considerar que ante ello vale la pena arriesgarse a un contagio, como dijo AMLO, es sencillamente criminal. Tanto el encierro como el contagio son males de extrema gravedad, pero el encierro tiene la ventaja de que puede ayudar a conservar la vida.
3.- No se trata de una campaña para causar miedo en la población. Este es un argumento falaz, calcado de los que han afirmado que el virus ni siquiera existe.
4.- Los hospitales infantiles sí están saturados de pacientes COVID-19. La página del sistema IREGA, de la Secretaría de Salud, así lo demuestra. Esta misma semana etcétera documento que el Hospital de Pediatría tenía 100% de saturación en el área COVID. Lo que ocurre y eso lo toma de pretexto el gobierno, es que las áreas COVID de las áreas pediátricas tienen pocas camas. Los casos, numéricamente, parecen ser pocos. Pero como nos dijo la doctora Ximénez-Fyvie: “un solo niño es demasiado”.
5.- El gobierno se escuda en una maniobra miserable que consiste en relativizar el problema del contagio en menores. Como por comparación, los niños enfermos son un minúsculo porcentaje del total de contagios, concluye falazmente que el riesgo no es relevante.
6.- Lo cierto es que ha habido, al momento, al menos 724 muertes de menores en México. Aunque sea un ínfimo porcentaje del total de muertes, la existencia de esos fallecimientos demuestra que los niños sí mueren de COVID. Y eso es lo único que importa.
7.- Si los menores presentan al momento menor tasa de contagios y muertes es porque han sido de los grupos poblacionales con confinamiento más estricto. Si su exposición aumenta, los casos aumentarán. El gobierno está sacando las conclusiones al revés.
8.- El segmento de menores de edad sí tiene riesgos de complicarse. Lo demuestran las muertes. La proporción no importa.
9.- El regreso a clases es importante y otros países lo han hecho ya, pero son países que privilegiaron la prevención, la ruptura de la cadena de contagios y tienen un mayor índice de vacunación en adultos. La proporción de personas vacunadas con esquema completo en México es risible.
MENTIRA 3
Nuestro modelo económico funciona. Somos ya potencia económica porque se procura la distribución del ingreso, porque se da a los más pobres. La economía tiene que ser moral: AMLO. 16 de agosto.
Bien, esto es tan evidentemente absurdo y falso que para desmentirlo basta decir que lo cierto es que en el sexenio actual México tiene 3.8 millones más de personas en pobreza, que la economía cayó 8.5% en 2020, se perdieron 12 millones de empleos y que, según el INEGI, 90% de hogares en México vieron sus ingresos reducidos. A mitad de 2021, con algo de recuperación, ésta aún no revierte ni de lejos la contracción registrada en 2019 y 2020.
Decir que México es potencia económica porque su economía es “moral” es mentira y es una burla.
MENTIRA 4
El tema de la carta en realidad no es importante. Ojalá los medios ya no le den tanto espacio. Delfina Gómez. 19 de agosto.
Este 19 de agosto, puesta a explicar el tema de la carta responsiva y acorralada por las preguntas de los medios, Delfina Gómez dijo que el documento no era real y al mismo tiempo dijo que sí lo era, pero que estaba en proceso de análisis. Cuando se quedó sin excusas, pidió a los medios ya no darle tanto espacio a un tema que no es importante.
Lo cierto es que se trata de un asunto crucial dentro de un tema de importancia mayúscula, ya que la carta responsiva reveló el afán del gobierno federal de quitarse la responsabilidad de los contagios en niños ante el capricho presidencial de volver a clases.
La carta también desnudó un hecho terrible: que a 17 meses de pandemia, el gobierno apenas está definiendo protocolos de regreso a clases, a menos de 10 días del inicio del ciclo escolar. Pasó todo este tiempo sin que nadie pensara en cómo volver, lo que desnuda otra mentira: que al presidente le importa la salud mental de los niños.
Este capricho presidencial, por cierto fue apoyado de manera vergonzosamente obsequiosa por un representante de Unicef durante la conferencia de este 19 de agosto.
MENTIRA 5
La vacunación en menores. 17 y 19 de agosto.
Si los menores fueran una población con riesgos de desenlaces desafortunados, mortalidad y enfermedad grave o complicada, podría ser que hiciera falta protegerlos con vacunas: López Gatell.
Ya está demostrado hasta por la OMS que no hace falta la vacuna en niños: AMLO.
Bien, como se mencionó arriba, los menores sí tienen riesgo de contagiarse, enfermar gravemente y morir por COVID. El considerar que porque los casos son menos abundantes el riesgo es menor es de miserables. Aquí debe primar el interés superior de la niñez.
Por otro, lado, lo cierto es que la OMS dijo en abril que no había evidencia de que hiciera falta vacunar a los niños, pero en julio cambió su postura, al contar con nueva información y recomendó aplicar la vacuna a niños de 12 a 17 años y a mujeres embarazadas. La OMS dijo que se debía priorizar la vacunación en niños con enfermedades crónicas, si es que las vacunas no eran suficientes, pero de manera incontestable dijo que los niños sí deben vacunarse.
Lo que está haciendo AMLO es citar información vieja para apoyar su necedad de no vacunar a los niños, porque su avaricia le provoca dolor de gastar dinero en ellos.
*ofv