La rueda de prensa matutina del Presidente ofrecida este martes es, muy probablemente, la más desafortunada entre varias otras donde han abundado desfiguros, pontificaciones y, en general, desplantes de propaganda, a veces estridentes pero siempre huecos al momento de gobernar.
Andrés Manuel López Obrador exhibió un documento para “revelar” supuestas intenciones de un extraño Bloque Opositor Amplio (BOA) contra su partido, Morena, y la ratificación de su mandato que será sometida al voto ciudadano en 2022. El mismo presidente no confirmó la veracidad del documento y, a pesar de ello, lo difundió para denunciar los supuestos objetivos aviesos en su contra. Hizo un ridículo enorme a juzgar por la respuesta en las redes sociales y las definiciones editoriales de los medios convencionales.
En primer lugar, como el mismo titular del Ejecutivo admitió el día de hoy, de ser cierto aquel fantasioso documento, no estaría registrando alguna actividad ilegal o ilegítima. En segundo lugar, habría que indagar bien el origen del documento pues analistas expertos señalan que tiene la huella de haber sido elaborado por un funcionario de la Secretaría de Gobernación y, en tercer lugar, se trata de un distractor, vamos, una bola de humo de propaganda para evitar la conversación pública de fondo referida a la ineficacia del gobierno en prácticamente todos los órdenes de la administración pública.
El desgaste del presidente lo está llevando a incurrir en errores grotescos como este, pero no sólo es una pifia notable y ya, también puede entenderse como amenaza contra periodistas, políticos y analistas críticos de su gestión. En lo que respecta al director de etcétera, mencionado en otra lista, no hay más que decir que él y los editores seguiremos haciendo el trabajo que nos corresponde.