En la reunión entre los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá, Andrés Manuel López Obrador puso énfasis en el tema migratorio, Joe Biden y Justin Trudeau pusieron el acento en el combate a la Covid-19.
Por la mañana López Obrador se reunió con Justin Trudeau, quien se mostró complacido de poder tratar termas en común como la situación de los pueblos indígenas, el liderazgo de las mujeres “y el hecho de que somos grandes aliados”.
Así, los mandatarios mexicano y canadiense llegaron al acuerdo del avance en la inclusión y en la reconciliación con las comunidades y los pueblos indígenas, además de coincidir en avanzar hacia una integración económica que los incluya.
En la reunión también dijeron que se buscará promover la competitividad de América del Norte, así como luchar contra la desigualdad mediante polítivas de redistribución de la riqueza.
Posteriormente López Obrador se reunió con el presidente de Estados Unidos. Durante su reunión bilateral, Biden dijo al mandatario de México que la relación entre los dos países no sólo es de respeto mutuo sino más: entre similares: “Cuando yo me convertí en presidente dije que no habría ninguna política del buen vecino sino que iba a ser una política de iguales”.
Bajo esa premisa el presidente estadounidense incluso desdeñó anteriores formas para referirse a México y los mexicanos, como la “política del buen vecino” y “nuestros amigos del sur”.
El norteamericano también destacó la reactivación del diálogo económico de alto nivel con México y la implementación de una nueva forma de tratar el asunto de la seguridad entre los dos países.
En su respuesta el mexicano agradeció a Biden el respetuoso trato ofrecido y que el país ya no sea visto más como “el patio trasero” de Estados Unidos.
“El presidente Biden quiere que el trato sea respetuoso y entre iguales. Me lo manifestó desde la primera vez que conversamos por teléfono, ya como presidente de Estados Unidos. Me dijo que no nos iban a ver como el patio trasero, cosa que agradecemos”, dijo López Obrador.
Respecto al aspecto económico, López Obrador dijo que se buscará la integración no sólo de América del Norte sino de todo el continente: “Tenemos muchas posibilidades de fortalecer y de estrechar nuestra relación en lo económico y seguir actuando de manera conjunta”.
Además, le manifestó su apoyo a la propuesta de Biden para regularizar a 11 millones de migrantes, proceso al que dijo que se mantendrá atento, y deseó que el Congreso estadounidense respalde la iniciativa.
Después, ya en el marco de la reunión trilateral entre los mandatarios, López Obrador se refirió a la situación de la migración, y puso énfasis en que son fuerza de trabajo que puede fortalecer económicamente a la región frente al creciente poderío de China.
Así, el presidente mexicano solicitó a Biden y a Trudeau abandonar mitos y prejuicios y “dejar de rechazar a migrantes, cuando para crecer se necesita de una fuerza de trabajo que, en realidad, no se tiene con suficiencia ni en Estados Unidos ni en Canadá.”
“¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?”, planteó López Obrador a los mandatario estadounidense y canadiense. Y en esa misma dirección manifestó su respaldo al compromiso de Biden por regularizar la situación de 11 millones de migrantes.
Sin embargo, en sus intervenciones Biden y Trudeau pusieron énfasis en la atención a la Covid-19.
Biden se refirió al combate contra la Covid-19, a la píldora antiviral con la que proyecta reducir hospitalizaciones y muertes, su avance en la vacunación de los niños de entre cinco y 12 años, y la posibilidad de una tercera dosis de refuerzo para la población adulta. Además, informó que entregó 250 millones de dosis a 10 países.
Trudeau, por su parte, en su intervención, centró su atención en otros asuntos: “Nuestra mayor prioridad es terminar con la Covid-19 y enfocarnos en la recuperación económica, fortalecer las cadenas de abastecimiento e integrar la economía del bloque norte para apoyar los empleos y la clase media en nuestros tres países”.