A partir de este domingo, el gobierno de Austria aplicó la prohibición de usar el burka en espacios públicos, y de esta manera, se unió a otros países europeos como Francia, Holanda y Bélgica, que ya vetan esta prenda que portan algunas mujeres musulmanas.
La disposición, incluida en un paquete de reformas legales en materia de migración, establece sanciones de hasta 150 euros para quien oculte o cubra su rostro “de manera que no sea reconocible”.
La medida sirvió para poner sobre la mesa de discusión el tema de los refugiados, a dos semanas de que se celebren elecciones legislativas en Austria.
Durante el primer día de la entrada en vigor de esta ley, la policía austriaca reforzó su presencia en el aeropuerto de Viena para informar al respecto a las turistas que vistieran un burka.
Según sus promotores, la ley es “neutral” desde el punto de vista religioso y servirá para “garantizar la cohesión en una sociedad abierta”. Sin embargo, sectores de la izquierda, organizaciones civiles y la comunidad musulmana en aquella nación la calificaron como “populista e Innecesaria”.
El Ministerio de Justicia sostuvo que los agentes tratarán el asunto con “delicadeza” y el sector turístico confía en que su actuación no ahuyente a visitantes de los países árabes, de alto poder adquisitivo.
(Con información de El País)
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