No pasaron más de 60 segundos: Marie Laguerre, estudiante de arquitectura de 22 años caminaba frente a una cafetería en el Distrito 19 de París cuando un hombre de aproximadamente 30 años la acosó. Al responderle ella, la intentó herir al arrojarle un cenicero, al increparlo otra vez, el sujeto volvió hacia Marie y la golpeó en la cara a plena luz del día. La grabación fue difundida el pasado 25 de julio por la propia víctima como un ejemplo de lo que a diario viven decenas de mujeres en Francia y el resto del mundo.
“No es el único caso. El acoso es a diario. Es inaceptable que los hombre piensen que tiene permitido hacer todo en la calle, que humillen y no soporten ser ofendidos. Es hora de que termine este tipo de comportamiento”, escribió en su cuenta de Facebook.
Hoy, ocho días después de los hechos, la Asamblea Nacional francesa aprobó de forma definitiva una ley contra la violencia sexual que endurecer las penas por los abusos contra menores, pero además penaliza por primera vez el acoso callejero con multas de hasta 750 euros.
De acuerdo con el reporte de El Mundo, el proyecto de ley, impulsado por la secretaria de Estado para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, Marlène Schiappa, responde al movimiento #MeToo; a las recurrentes situaciones de acoso verbal callejero sucedidos en algunos barrios de París, como el arriba citado, y a mediáticos casos en Francia de relaciones sexuales entre menores y adultos.
En el mismo, destaca la imposición de una multa máxima de hasta 750 euros por el delito de “injuria sexista”, que se equipara al de “acoso sexual”.
Se castigarán los comportamientos o comentarios con “intención o conducta sexual o sexista” que ofenda la dignidad de la mujeres y que sea “degradante o humillante o creen una situación intimidatoria hostil u ofensiva.
Asimismo, se eleva la prescripción de los delitos de violación, al pasar de los 20 a los 30 años, y endurece los casos de violación y agresión sexual contra menores de 15 años, establecida como la edad mínima de consentimiento sexual.