Si prácticamente todo el planeta seguirá lo que ocurra en las elecciones de Estados Unidos este martes 3 de noviembre, la atención desde México será probablemente aún mayor.
La más que estrecha relación que mantiene con su vecino del norte, principal destino de los mexicanos que deciden migrar, hace siempre que quien gane estos comicios sea determinante para el futuro de la agenda bilateral entre ambos países.
En el plano económico, México logró posicionarse como el primer socio de EE.UU. como resultado de la reciente implementación del tratado comercial entre los países de Norteamérica (T-MEC) y, sobre todo, gracias a la guerra comercial que EE.UU. mantiene con China.
Mientras, la seguridad sigue siendo una de las grandes prioridades de dos países que comparten más de 3.000 km de frontera terrestre, la más transitada del mundo y foco estratégico para el narcotráfico.
¿Qué diferencias marcará en las áreas de interés mutuo para México y EE.UU. si el próximo inquilino de la Casa Blanca es el demócrata Joe Biden? ¿Y si continúa el republicano Donald Trump?
BBC Mundo se lo preguntó a analistas que acumulan amplio conocimiento sobre estas cuestiones.
Arturo Sarukhán fue embajador de México en EE.UU. entre 2007 y 2013 (durante los gobiernos de George Bush y Barack Obama); Kenneth Smithfue jefe en las negociaciones del T-MEC por parte de México; y Duncan Woodes director del Instituto México del Centro Wilson de Washington.
1. Migración
Pese a la extrema dureza del discurso de Trump contra la migración, es habitual que se recuerde el hecho de que -a falta de los datos de 2020- durante los primeros años de los mandatos de Obama hubo más deportaciones que en el gobierno de Trump.
Sin embargo, Sarukhán cree que hacer esta comparación sobre las deportaciones desde EE.UU. -de las que en torno a la mitad corresponden cada año a ciudadanos mexicanos- es una “falsa equivalencia”.
“Obama cometió un error táctico al creer que con esos niveles altos de deportación, aplicando la ley de aquel momento, iba a conseguir que los republicanos fueran menos reacios a apoyar una reforma migratoria integral. Pero jamás los convenció”, le dice a BBC Mundo.
“Pero eso no se puede comparar con la manera en que Trump presionó y amenazó a México con aranceles para asumir políticas como el programa Remain in Mexico [que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México hasta que se resuelven sus casos], o con el discurso antiinmigrante, xenófobo y antimexicano de la actual administración”, agrega.
Respecto al futuro en esta materia, los expertos no pronostican grandes cambios con independencia de quién sea el próximo presidente estadounidense.
Wood cree que “si Biden como presidente se muestra mucho más liberal en migración, veríamos una ola de mexicanos y centroamericanos llegando y creando una crisis en la frontera por la que los republicanos los criticarían como nunca antes”.
“Independientemente de que seas demócrata o republicano, la opinión pública no va a estar a favor de un incremento en el número de inmigrantes legales a EE.UU., sobre todo en época de crisis económica”, apunta Smith.
Así que aunque ven muy poco probable que Biden emprendiera una reforma migratoria integral, los analistas sí creen que podría cambiar políticas específicas como preservar el programa DACA para evitar la deportación de los inmigrantes que llegaron a EE.UU. siendo niños (en el último debate electoral, prometió facilitar que los dreamersconsiguieran la ciudadanía estadounidense) o rebajar los requisitos para la obtención de visas.
Y, por supuesto, dejar a un lado la famosa promesa de Trump de construir el muro entre ambos países.
2. Seguridad y narcotráfico
Junto a la migración, la seguridad fronteriza y el trasiego de sustancias ilícitas a través de ella continuará siendo una de los principales puntos de la agenda con México para el próximo presidente estadounidense.
En el caso de Trump, Sarukhán pronostica “más de lo mismo” y una postura salpicada por amenazas como cuando advirtió a México en septiembre de sanciones si no hacía más por combatir el narcotráfico.
Si Biden fuera presidente, en cambio, cree que aprovecharía su extensa experiencia política para reconducir la relación en materia de seguridad y fomentar una mayor cooperación.
“Él ha estado presente en todos los capítulos relevantes de la relación entre México y EE.UU. de los últimos 20 o 30 años (…). Por eso entiende, a diferencia de Trump, la imperiosa necesidad de la colaboración y la responsabilidad compartida”, asegura.
“Es decir, que así como México tiene que confrontar al crimen organizado y reducir los grupos de estupefacientes a través de la frontera, EE.UU. tiene un papel que jugar en detener el trasiego de armas y de dinero en efectivo hacia México. Y esto Biden lo entiende muy bien”.
Wood cree que una hipotética presidencia demócrata sería una oportunidad para repensar y fortalecer los mecanismos institucionales de cooperación entre ambos países.
Por ejemplo, le dice a BBC Mundo, “enfocándose en la corrupción, que es un tema muy importante para Biden y obviamente también para AMLO, así que esto podría ser un nuevo frente en la relación bilateral”.
3. Economía
En el área económica, parece obvio que Trump seguiría impulsando el tratado de libre comercio T-MEC aprobado durante su mandato y que entró en vigor el pasado mes de julio en México, EE.UU. y Canadá.
Sin embargo, Smith alerta de una “volatilidad” del republicano identificada en situaciones como cuando amenazó a México con incrementar arbitrariamente los aranceles si no llegaba a un acuerdo en materia migratoria, pese a que ello no está permitido ni en el actual tratado ni en el anterior (TLCAN).
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