Entre pleitos, afiliaciones obligatorias y quema de papelería, además de amenazas, pase de lista, acarreo y compra de votos transcurrió la jornada de votación para elegir a consejeros para el Congreso Nacional de Morena.
Lo que tendría que ser un ejercicio para consolidar los procesos democráticos al interior de Morena se convirtió en lo opuesto: en un muestrario de mapacherías diversas, propia de tiempos que se pensaban superados. Hubo de todo. Hasta golpes y urnas destrozadas.
De acuerdo con reportes de ciudadanos, militantes como John Ackerman y periodistas, durante la jornada se registró el tradicional acarreo, mediante microbuses que trasladaron adultos mayores, muy preocupados por no perder los apoyos sociales, ya que, tal como lo ha hecho el partido en anteriores ocasiones, se les amenazó con la posibilidad de los programas desaparecieran en caso de no ir a votar.
En redes sociales se documentó al menos un incidente de quema de papelería, y numerosos pleitos, insultos y jaloneos. Por presunta corrupción, se anularon las elecciones en un municipio de Oaxaca, uno de Chiapas y otro de Veracruz, al momento
Lo más indignante fue ver a adultos mayores acudir a las mesas de votación a pesar de severas dificultades de movilidad, como usar andadera, bastón o silla de ruedas.
No fueron escenas nuevas, ya que, como se recordará, lo mismo ocurrió durante la Consulta de Revocación de Mandato. Para ese ejercicio se metió miedo a los adultos mayores, en el sentido de que si López Obrador dejaba el cargo, se les quitarían las pensiones.
El diario El Universal reportó que en el sur de la ciudad, al Deportivo del SME en Calzada del Hueso, acudieron numerosos microbuses que transportaron vecinos de colonias de la zona. El medio afirmó que los líderes verificaron que los acarreados se hubieran afiliado al partido (pues solo así se podía votar) y que hubieran votado por los consejeros que se les ordenó.
Incluso, se informó, se contaba con una fotocopiadora para las credenciales del INE, plumas y hojas de afiliación para hacer el proceso rápido y eficaz. Luego de afiliarse, los flamantes militantes podían pasar a emitir su voto.
Algunos “votantes” comentaron que como beneficiarios de los programas sociales se le “invitó” a asistir, a afiliarse y a votar. Que fueron funcionarios de la Secretaría del Bienestar quienes les invitaron a acudir.
“No tenemos silla de ruedas y es muy difícil traer a mi abuelito, pero les dijeron que era necesario que voten para que les sigan pagando la pensión”, declaró una joven.
“No nos obligan, pero si nos comentan que si no participamos y no se mantiene este gobierno en el 2024, pueden desaparecer las pensiones. Hay que apoyar para que sigan”, dijo un hombre, en declaraciones a ese diario.
En tanto, por medio de declaraciones en redes sociales y en medios, personajes como Claudia Sheinbaum y Mario Delgado intentaban una simulación de democracia al hacer llamados a la legalidad y a evitar el acarreo.
Mario Delgado incluso se atrevió a señalar que se anulará la votación en aquellos distritos donde se compruebe que hubo acarreo. Esto, a pesar de que él mismo acarreó votantes en la Consulta de Revocación, bajo el pretexto que les daba “raid”.
Delgado tuvo la entereza de declarar que en Morena no se permitirán las “viejas prácticas” de otros partidos.
“Tiene que ser una participación libre, democrática, que la gente decida. En aquellos donde tengamos el reporte que hubo acarreo y tengamos pruebas, se van a presentar quejas”, y “donde encontremos pruebas se anularía la votación de ese distrito”, dijo.
Recordó que la elección se llevó a cabo en 20 entidades, para elegir a los congresistas de los 300 distritos, mismos que acudirán a la Convención Nacional de agosto.
Durante la jornada, el académico morenista John Ackerman denunció ante medios de comunicación que le hicieron llegar reportes de acarreo de votantes y compra de votos mediante el pago de 300 pesos por persona.
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