Durante una conferencia acerca del movimiento estudiantil de 1968 realizada ayer en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, el sociólogo Roger Bartra y el escritor Juan Villoro coincidieron en señalar la tentación de restauración del régimen priista por el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Bartra expresó: “Me temo que vamos a volver a ver al Ejército en las calles, la política de sustitución de importaciones, de frenar el poder de los empresarios. Eso era el día a día en los años de Díaz Ordaz, de Echeverría y de López Portillo. Realmente sí pareciera el tono populista del PRI de aquella época”.
Por su parte Villoro fue aún más atrás: “Tengo miedo de que esa restauración vaya todavía más lejos y llegue a los tiempos de Plutarco Elías Calles. Hay seis años para ver hasta dónde retrocede el reloj”.
Según Bartra, el movimiento de 1968 fracasó, además de que el cambio de régimen se logró en 2000 no por la izquierda sino por la derecha.
Agregó: “Hay quienes piensan que estamos regresando a 1968 porque con las pasadas elecciones por fin, después de 50 años, está llegando la verdadera ‘cuarta’ transformación. Suponen que eso es la culminación de las aspiraciones de los estudiantes radicales de los años sesenta; desde luego yo no estoy de acuerdo, pero sí creo que estamos viviendo un proceso político que intenta regresar a los años sesenta”.
Para apuntalar su idea, Bartra recordó que en una entrevista por televisión López Obrador se declaró admirador de Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda de Adolfo López Mateos y de Gustavo Díaz Ordaz.
“Yo percibo un déjà vu, algo que ya ha pasado, un deseo de regresar. En aquella época, si algo detestábamos era el populismo de derecha del PRI, y me parece reconocer rasgos de eso en lo que está anunciando el próximo gobierno”.
En su turno, Villoro defendió las consecuencias que el movimiento de 1968 tuvo en adelante, como la inspiración de luchas sociales, pero también mencionó una intención de retroceso en el próximo gobierno.
Lo anterior ya sucedió, dijo Villoro: Vicente Fox y su gabinete que se comportaron como si la Revolución o las Leyes de Reforma no hubieran existido. Sin embargo, “ahora que tenemos otro presunto cambio hay otra reivindicación que a mí me ha sonado mucho más echeverrista que diazordascista: el discurso, el populismo aparentemente progresista, el discurso estatista, nacionalista”.
Y mencionó otras similitudes: “También está la intolerancia hacia los medios: recordemos que Echeverría le dio el golpe a Excélsior de Julio Scherer. Ahora hay una confrontación muy clara, además de la usurpación de una presunta ideología progresista para ejercer una política profundamente conservadora en lo económico y en lo cultural”.
En ese sentido el escritor mencionó la alianza de AMLO con el partido evangelista (PES) y nombramientos polémicos como los de Manuel Bartlet y Esteban Moctezuma, por lo que considera que “no solamente hay una restauración, sino casi una taxidermia o un embalsamiento de la política”.
También criticó que Andrés Manuel López Obrador recurra a comparaciones históricas: “Hay todo un discurso que lo relaciona con Madero, porque dice ‘todos los medios de comunicación estuvieron en contra de Madero y no comprendieron su grandeza’. Pero la verdad es que Madero fue uno de los líderes más torpes de la historia. Tuvo alguna buenas intenciones, pero se dejó aconsejar más por el espiritismo, que por el sentido común”.
(Con información de Reforma)