El enfoque del gobierno está orientado a beneficiar a la industria con combustibles fósiles, lo que, al lado de la realización de sus proyectos más importantes, ocasionará severos daños a los ecosistemas naturales y obstaculiza el tránsito hacia las energías renovables, comentó Aleida Azamar Alonso, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
Al hablar de los más importantes proyectos del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el Corredor Transístmico de Tehuantepec, Azamar Alonso expresó que avanzan pese a que se ha advertido de los daños que provocarán no sólo en los ecosistemas naturales sino también en las comunidades.
Sobre esos proyectos la especialista comentó, durante el seminario “¿Qué tipo de desarrollo queremos para México?”, de la Fundación Friedrich-Ebert, que están basados en el uso de energías fósiles, pero enfatizó no sólo en ello sino que deben respetar y la autonomía de las comunidades que se verán afectadas por ellos. Esto, sobre todo en el marco de que ha habido muchos proyectos más bien extractivos de materias primas estratégicas.
Acerca de los megaproyectos, también recordó que en el pasado se registraron irregularidades y sobrecostos en obras como la Estela de Luz, la Autopista del Sol, la presa El Zapotillo y la nueva sede de la Cámara de Senadores.
Según informó Reforma, Azamar Alonso remarcó que únicamente el 0.3 por ciento del presupuesto federal estará dedicado a la protección medioambiental, mientras que se beneficia a industrias que consumen combustibles fósiles, como ocurre con Petróleos Mexicanos.
También señaló que si el gobierno ha pretendido favorecer a la población más vulnerable, sus programas sociales carecen de una metodología apropiada, lo que hace que sus beneficios sean marginales.