Morena reservó por tres años la información de la elección de consejeros que realizó en julio pasado, de la que fueron mostradas y denunciadas anomalías que fueron desde la compra de votos hasta golpizas. Alega que mostrarla significa un riesgo “al interés público o a la seguridad nacional”, informó El Universal.
Ese diario solicitó, vía transparencia, la información referente al proceso de elección interna, especialmente la relativa al padrón de afiliados de Morena. El dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado, presumió que en las jornadas de votación, realizadas el 30 y 31 de julio pasado, participaron tres millones de personas.
A la solicitud de información respondió el Comité de Transparencia de ese partido, que ofreció sólo opacidad: su acuerdo fue por reservar la información durante tres años. La argucia esgrimida por ese órgano para ocultar los datos solicitados es que “la divulgación de la información representa un riesgo real, demostrable e identificable de perjuicio significativo al interés público o a la seguridad nacional”.
Añadió: “En virtud de que se ha demostrado que la publicidad de la información ocasionaría un daño presente, probable y específico, pudiendo además afectar las relaciones políticas entre los militantes y simpatizantes del partido, así como en los objetivos que persigue el proceso de renovación de Morena, no resultaría posible realizar la versión pública”.
Morena arguyó también que, de acuerdo con las leyes Federal de Transparencia y Acceso a la Información y la General de Partidos Políticos, se considera reservada la información de sus “procesos deliberativos”.
La Real Academia Española define “deliberar” como “considerar atenta y detenidamente (…) la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos”.
En ese sentido, no se observa que los datos del padrón de militantes ni la información de las votaciones formen parte de un “proceso deliberativo”.
Como señala El Universal, la información sobre los votos de las jornadas de julio ha sido presentada por Morena de forma muy incompleta, sólo con la cifra de los ganadores de las elecciones, pero no están los datos de los votos obtenidos por los perdedores ni tampoco el de votantes por entidad.
El 31 de julio, en el segundo día de elecciones de consejeros, Delgado presumió: “Solamente Morena hace este ejercicio democrático, plural, incluyente y transparente”.
Un día después, Delgado refirió que hubo casi tres millones de votantes, y acusó a quienes hicieron denuncias sobre el proceso, como John Ackerman, de coincidir con “el pensamiento conservador” y de tenerle “miedo a una pueblo informado”.
Así, Morena no quiere aportar los datos sobre sus tres millones de votantes ni ha dado transparencia para informar al pueblo.