La presidenta Claudia Sheinbaum negó lo dicho por la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, que afirmó que la mandataria mexicana está “alentando las protestas violentas en Los Ángeles”.
En un tuit lanzado a las 12:28 de esta tarde, Sheinbaum aseguró que Noem se equivoca y que jamás alentó esas protestas. “Le informo que es absolutamente falso”.
En su tuit colocó un video de su conferencia de este martes en donde dice condenar la violencia “venga de donde venga”.
“Aquí dejo mi declaración del día de ayer donde claramente condeno las manifestaciones violentas. Siempre hemos estado en contra de ello y más ahora desde la alta responsabilidad que represento”, dice el tuit.
Agrega que “por otro lado, nuestra posición es y seguirá siendo la defensa de las y los mexicanos honestos, trabajadores, que ayudan a la economía de los Estados Unidos y a sus familias en México. Estoy segura que el diálogo y el respeto son la mejor vía de entendimiento entre nuestros pueblos y nuestras naciones y que este malentendido se aclarará”.
Noem señaló, en conferencia de prensa ofrecida este martes que “Claudia Sheinbaum salió y pidió más protestas en Los Ángeles, y yo la condeno por eso. Ella no debería estar alentando las protestas violentas que están ocurriendo. La gente puede manifestarse pacíficamente, pero la violencia que hemos visto no es aceptable y no va a pasar en Estados Unidos”,
Horas antes, en su conferencia de este martes, Sheinbaum dijo que las protestas debían ser pacíficas. Es decir, validó la existencia de manifestaciones, aunque no llamó a la violencia.
“Escuchaba que muchos paisanos hablaron en redes sociales que decían que habían sido más bien personas que no conocían. Hacer, en todo caso, acciones pacíficas siempre, y también procurar estar cerca de la familia, siempre resguardarse, no caer en ninguna provocación y no promover ningún acto de violencia”, dijo.
Sin embargo, hace dos semanas, el 24 de mayo, en el contexto de la aplicación de impuestos a las remesas dijo que “hicimos un llamado para que nuestros paisanos que están allá —muchos de ellos, incluso ya tienen la doble nacionalidad y siguen ayudando a sus familias, porque las mexicanas y los mexicanos somos solidarios— le enviaran cartas, correos electrónicos, en sus redes sociales, a los senadores para que les digan que no estamos de acuerdo con eso. Y vamos a seguir informando porque, de ser necesario, nos vamos a movilizar, porque no queremos que haya impuestos a las remesas de nuestros paisanos de Estados Unidos a México, que atienden a los más necesitados”.
Dos días después, el 26 de mayo, , dijo que su gobierno no está de acuerdo con ese impuesto y que “si es necesario haremos movilizaciones pacíficas para mostrar que no estamos de acuerdo, así como exponer nuestros argumentos”.
“Vamos a seguir trabajando allá en Estados Unidos, en el marco de la ley de Estados Unidos para poder hablar permanentemente con los senadores y decir la afectación que esto va a tener, incluso para la propia economía de los Estados Unidos. Y en ese marco, si es necesario, haremos movilizaciones pacíficas que muestren que no estamos de acuerdo y nuestros argumentos de que no estamos de acuerdo en que se ponga impuestos a los que menos tienen”.
A pesar de que, ciertamente, en una de esas dos ocasiones habló de movilizaciones pacíficas, esta declaración fue tomada como una advertencia de que provocaría incomodidad en el gobierno de Donald Trump por medio de acciones operadas en el país vecino.
ofv