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Hoy, Rosario Robles Berlanga manifestó, en una carta, que se le está juzgando no por los hechos que se le imputan, “sino por quién soy, por lo que represento como parte del equipo del gobierno anterior, y porque algunos de la elite que hoy nos gobierna me guardan rencor y resentimiento y han aprovechado esta oportunidad y utilizado al juez/sobrino como instrumento para su venganza”, en una obvia referencia a la diputada de Morena Dolores Padierna.

Durante la audiencia de apelación contra las medidas cautelares de prisión preventiva que se le han impuesto, la política expresó diversos argumentos contra la decisión del juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, en los que, considera, se han violado sus derechos humanos, su presunción de inocencia y el debido proceso.

Consideró que al juez “no le importó interponer su interés personal aunque esto significara violentar los principios constitucionales”, y enfatizó que para ella lo más importante es que “yo no quiero huir, yo quiero enfrentar este proceso porque soy inocente. No quiero privilegios solo pido piso parejo, juego limpio. En síntesis: debido proceso”.

En su carta la ex Jefa de Gobierno del Distrito Federal también reclamó que es la única, entre los que han sido vinculados a proceso, que se encuentra en prisión, con los cual se violentan sus derechos más elementales, como la presunción de inocencia. Y pregunta: “¿Soy el trofeo para exhibir un supuesto combate a la corrupción, por cierto corrompiendo las leyes?”.

Después de defender la reforma penal de 2006, que hizo que el sistema de justicia pasara de ser un sistema inquisitorio a uno acusatorio pro persona en el que se respetaran los derechos humanos, la presunción de inocencia y el debido, Robles señaló que “es preocupante e indignante que un juez de control cuyo conflicto de interés y de animadversión hacia mi persona es evidente, ponga en jaque este enorme esfuerzo”.

Afirmó que el juez Delgadillo Padierna desestimó que ella se presentó voluntariamente al citatorio judicial, pese a que se encontraba en el extranjero. Y añadió que “no busqué pretextos, ni me escondí, ni mucho menos aproveché el hecho de que estaba fuera del país para huir. Esto es lo significativo”. Pese a ello, el juez dijo que había mentido sobre el motivo de su viaje, lo cual no tiene importancia, dice Robles, porque ella se presentó puntual cuando se le requirió.

Pese a lo anterior el juez ha violado sus derechos basado en suposiciones de que existía un grave peligro de fuga, con lo cual se violó su derecho humano fundamental: la libertad. Y añadió que ella misma veía la vinculación a proceso como una oportunidad de demostrar su inocencia.

Al referirse a los argumentos del juez, comenta respecto a su residencia que, pese a los documentos que presentó y al testimonio de su hija, el juez Delgadillo Padierna afirmó que no tiene arraigo. Y la política explicó que tiene en Coyoacán una casa en la que ha vivido en los últimos 25 años.

Asimismo, Robles Berlanga volvió a argumentar contra una de las pruebas que consideró el juez Delgadillo Padierna para mantenerla en prisión preventiva: el trámite de una licencia de conducir con otro domicilio, a la que Robles llama “fake/licencia”, que presentó la fiscalía con un domicilio inexistente y con una fotografía tomada de internet. A esta le opone la suya, verdadera, que data de 1986; sin embargo, el juez mencionó otra más con una dirección de Polanco porque ni siquiera vio la que le presentó el Ministerio Público. Así, dice la política, “ya tengo tres licencias: la mía, que es la verdadera, la falsa del MP y la que inventó el juez”.

Resaltó que ella y su defensa no han mentido, por lo que le resulta inaudito que el juez diga “que estoy en prisión por las falacias de mis abogados”, y preguntó: “¿Un juez de control de garantías amedrentando? ¿Castigándome a mí por lo que no le pareció de mis abogados?”. Y acusa a Delgadillo Padierna de ser siempre parcial.

Robles Berlanga también atacó otro argumento del juez: que tiene recursos suficientes para huir, lo que basó en supuestos como los cargos que la política ha ocupado y en que tiene amigos poderosos, sin considerar el congelamiento de su cuenta.

La también exsecretaria de Estado presentó sus argumentos en el Reclusorio Norte, ante la magistrada del Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal en la Ciudad de México, Isabel Cristina Porras, quien decidirá el próximo 17 de diciembre si mantiene o cambia la decisión respecto a la prisión preventiva contra la exfuncionaria.

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