Ted Cruz, senador republicano por Texas, dijo que los periodistas en México enfrentan el escenario más mortífero de la historia, y afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador parece decidido a empeorar esa tendencia. Este había denunciado “injerencismo” por una presunta campaña en su contra.
Durante una sesión de la Comisión del Senado sobre las relaciones entre Estados Unidos y Colombia, Cruz se refirió a la difícil y grave situación de los periodistas en México por la violencia de la que son víctimas y de los ataques diarios que les endilga López Obrador.
“El clima actual al que se enfrentan los políticos y periodistas en México es el más mortífero de la historia. En 2020, más periodistas fueron asesinados en México que en cualquier otro país del mundo. Y por sí mismo representó un tercio de las muertes de periodistas. El presidente López Obrador parece decidido a empeorar todas estas tendencias. El viernes utilizó su conferencia matutina para intimidar a uno de los periodistas más reconocidos en México: Carlos Loret de Mola”, afirmó el político etsaounidense.
Además, Cruz mencionó otros asuntos de México que le tienen “profundamente preocupado”: la profundización de la agitación, el colapso de la sociedad civil, la ruptura del Estado de derecho y el asesinato de político durante el proceso electoral de 2021, lo que puede impactar en la seguridad nacional de su país en temas como el narcotráfico y la migración.
El republicano advirtió que el mandatario mexicano “parece estar abusando del poder sin importarle el efecto en México o en las relaciones México-Estados Unidos”.
En su intervención añadió que pretende presionar al gobierno de Joe Biden para que haga más “para detener y revertir esta tendencia mortal”, así como “el colapso acelerado de las instituciones mexicanas y el Estado de derecho”.
Finalizó al cuestionar a Brian Nichols, responsable de Latinoamérica en el Departamento de Estado, sobre las medidas del gobierno estadounidense “para transmitir al gobierno mexicano que su comportamiento está minando el Estado de derecho y que eso se convierte en un peligro para la seguridad de Estados Unidos y la relación bilateral”.
Nichols respondió que los crímenes contra periodistas y miembros de la sociedad civil “es un problema tremendo y una mancha para todos nosotros”, por lo que su gobierno necesita “tomar medidas para proteger a esos importantes miembros de la sociedad mexicana. Es crucial para nosotros redoblar nuestros esfuerzos para proteger a los políticos, periodistas, miembros de la sociedad civil. Es vital y hablamos de eso con nuestros colegas mexicanos todo el tiempo”.
Por la mañana, en su conferencia de prensa, López Obrador afirmó que hay una campaña “en contra nuestra que está siendo financiada por traficantes de influencia de México que en el pasado vendían medicinas y hacían jugosos negocios, empresarios que no pagaban impuestos y también por el gobierno de Estados Unidos, que les da dinero a estas asociaciones como la de Claudio X. González y otras”, por lo que incluso tratará el asunto con Joe Biden.
Por supuesto, López Obrador no mostró ni la más remota prueba de sus dichos, pero continuó con su discurso, en el que denunció una supuesta “actitud injerencista” y pidió respeto a la “soberanía”.