El desprecio de la 4T por el futuro del Internet en México

En el mensaje que el presidente López Obrador pronunció el pasado 1 de septiembre en el patio central de Palacio Nacional con motivo de la entrega de su Segundo Informe de Gobierno al Congreso de la Unión, destacó los supuestos avances que ya habría logrado este año el proyecto “Internet para Todos” que según lo reportado por el presidente actualmente brinda conectividad en un poco más de 20 mil localidades. Acto seguido hizo énfasis en que el próximo año se logrará que haya señal de Internet en todo el territorio nacional. En mi colaboración anterior de hecho mencioné esto.

Pues bien, lo primero que hay que decir es que el número de localidades que hoy tendrían conectividad gracias a “Internet para Todos” en realidad es menor que el número de localidades que la tenían en el último año de gobierno de la administración anterior con el programa México Conectado. Así que avances que digamos en realidad no hay por ese lado.

Conceptual illustration of three hand holding smartphones that are connected by internet.

Ahora bien, para conocer las verdaderas intenciones de un gobierno con determinada meta o con determinado grupo poblacional, resulta fundamental revisar sus planes, tanto de gasto público para ese propósito, como de la fuente de los ingresos que le servirán para fondear la instrumentación de los programas respectivos y la consecución de las metas que se hubieren fijado.

Para el caso de la promesa del presidente de llevar la señal de Internet a todo el territorio nacional, hay que revisar entonces lo que pretender ejercer como gasto el próximo año, junto lo que programó para este, para tener una idea sobre si hay un compromiso serio para este fin. Pues bien, el programa de la 4T para llevar Internet a todo el territorio nacional está encomendado a la empresa CFE Telecom e Internet para Todos, a la que se le asignaron para este 2020 un mil 95 millones de pesos, de los cuales hay reportes que no ha podido ejercer ni siquiera la mitad. Para el 2021, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público está proponiendo a la Cámara de Diputados que se le aprueben un mil 986 millones de pesos, un incremento de 86 por ciento. Para muchos parecerá una cantidad monstruosa y apantallante, pero visto desde la perspectiva de los miles de millones de dólares que se requiere invertir para cumplir con la meta que el presidente López Obrador se autoimpuso, el monto es verdaderamente tímido, rayando en lo mediocre, así que por ahí parece que el compromiso no tiene la seriedad que algunos pensaban que tenía este tema.

Por otro lado, dentro del mismo Paquete Económico 2021, la SHCP está proponiendo tanto a la Cámara de Diputados como al Senado de la República un ajuste fuerte a las cuotas de derechos que el estado mexicano cobra anualmente a los operadores móviles por el uso de bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico para la provisión de los servicios móviles, como la telefonía o el Internet móvil. Lo relevante de esto, es que en algunos casos, sobre todo el de la principal banda de frecuencias utilizada para estos servicios en México, el incremento en las cuotas es de 56.5 por ciento. Una salvajada pues.

Un incremento de este tamaño se traducirá en más costos para los operadores móviles quienes se verán orillados a subir los precios al público de los distintos servicios móviles que ofrecen en el mercado mexicano, lo que a su vez afectará negativamente el bienestar de las familias en México.

Junto con este incremento en las cuotas, SHCP también está proponiendo establecer cuotas para bandas de frecuencias que estaban bajo este régimen de cobro, pero que están dentro de los planes del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para el impulso del ecosistema de redes 5G, que es el ecosistema que permitirá multiplicar las conexiones ya no solo de personas sino también de millones de dispositivos inteligentes, para poder conformar en México lo que ya se denomina el Internet de las Cosas. Para ello, el IFT tiene planes de licitar algunas bandas de frecuencias a las que ahora la SHCP les quiere imponer un cobro anual. A más de uno de los interesados en esas licitaciones seguramente se les bajará el entusiasmo, lamentablemente.

Esta ambición recaudatoria de la 4T se traducirá por supuesto en un desaliento al despliegue de la infraestructura necesaria para explotar nuevas bandas de frecuencias y con ello insertar de México al nuevo entorno de hiperconectividad a la que se encaminan ya muchos países. De por sí íbamos a paso lento, o por lo menos con un ritmo más pausado frente a los que sí están avanzando muchas otras naciones, con estos incrementos desmedidos que están a consideración del Congreso de la Unión, México corre el riesgo de rezagarse todavía más.

Todo esto, aderezado con la decisión de desaparecer la Subsecretaria de Comunicaciones como parte de la estructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), muestra con absoluta claridad que más que un compromiso con lograr que cada vez haya más mexicanos con acceso a Internet de alta velocidad y que México pueda mejorar en el rubro de la competitividad, lo que caracteriza a la Cuarta Transformación es un desprecio absoluto por el futuro del Internet en nuestro país, y todo lo que ello significa en términos de desarrollo y un mejor futuro para México.

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