Para algunos expertos en telecomunicaciones, Televisa teme la entrada al mercado de nuevos competidores y, para impedirlo, ideó un plan perverso para doblegar al Congreso y lograr que se posponga el apagón analógico. Si finalmente esta decisión se concreta, la televisora de Chapultepec será la única responsable y en menor medida los legisladores, por ceder a sus caprichos. Para sostener su hipótesis, los especialistas llegan al extremo de quitarle responsabilidad al gobierno federal en el fracaso de la política pública que implica el tránsito de la señal analógica a la digital.
Luego de que el pasado 21 de octubre, el presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean concediera una entrevista al noticiero de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, en la cual se pronunció por aplazar el apagón, en virtud de que aproximadamente 7.5 millones de personas se quedarían sin acceso a la señal de televisión abierta, senadores de las principales fuerzas políticas propusieron considerar un aplazamiento en la entrada en vigor de la señal digital. Esto encendió las voces de alarma entre algunos medios y los expertos, que sin mayores elementos de prueba ni mucho menos análisis, ya dieron por sentado que el apagón se atrasará por decisión de Televisa.
El 22 de octubre, el periódico Reforma puso como encabezado principal “Dobla televisora a los legisladores” y en la nota central cita a los senadores Javier Corral, Dolores Padierna y Manuel Bartlett, quienes acusan presiones de Televisa a sus compañeros para modificar la Constitución y posponer el apagón para proteger sus negocios en un sector dominado por el consorcio y así evitar la entrada de nuevos competidores.
Consultado por el portal Sin Embargo, ex presidente de la Cofetel, Mony De Swaan, señala que Emilio Azcárraga es un concesionario más de televisión y tiene un conflicto de interés “monstruoso” al siquiera opinar públicamente sobre el tema, mientras que los senadores son mansos corderitos de lo que las televisoras dicen y no han tomado en cuenta las implicaciones que traería el aplazamiento de la fecha. Entre las afectaciones, consideró, está la competencia en televisión y la eficiencia espectral.
Para Irene Levy, presidenta de Observatel, “el gobierno federal y el IFT hicieron lo que la reforma en telecomunicaciones les mandó, podemos o no coincidir respecto de la forma de implementarla, pero han cumplido”. En su colaboración para El Universal el 26 de octubre, apunta que de posponerse el apagón analógico, se haría a petición de una empresa porque las autoridades están listas para cumplir con la fecha original, Agrega que también se pospondría el proyecto de red compartida en la banda de 700 Mhz pues una de las razones del apagón es liberar esta banda para servicios móviles. Concluye que si bien no es lo ideal que millones de personas se quedaran sin señal de televisión, no es el único medio de comunicación y por lo tanto, no debe sobredimensionarse el asunto.
Un día después, también en las páginas de El Universal, el senador del PAN, Javier Corral, deplora que los legisladores defiendan el derecho de los pobres a ver televisión y sostiene que con el retraso al apagón analógico, convalidan que Televisa incurra en un acaparamiento con daño patrimonial al Estado y retrase una competencia más efectiva en la televisión abierta, además de vulnerar el proceso de licitación de la Red Compartida. Para Corral es falso que el tema del apagón analógico sea un problema de falta de cobertura poblacional en materia de receptores digitales; porque al ritmo que va el programa y en términos del público objetivo del subsidio gubernamental, es previsible que concluya la entrega el 15 de diciembre próximo. Sentencia que se manda una pésima señal al mundo cuando una televisora toma todas las decisiones importantes en el país.
Jorge Fernando Negrete, recién electo presidente de la AMEDI y colaborador del periódico Reforma, considera que un ejercicio de violación fragante al derecho a la información y sus beneficios ha sido el atraso al "apagón analógico". Añade: “Estamos ante uno de los escándalos regulatorios más lamentables en América Latina. El "apagón analógico" surgió para utilizar la banda de 700 MHz en las áreas más pobres del país, pero el Congreso quiere que sigan viendo TV y no salgan de su pobreza”.
Gabriel Sosa Plata, apunta el 27 de octubre en el portal Sin Embargo que si se pospone el apagón analógico, habría repercusiones adversas en el proyecto de la red compartida en banda de 700 MHz, y las próximas licitaciones de canales de televisión. Pero todo está decidido, aunque no queda claro cuál sería la nueva fecha para el apagón y concluye que son definiciones que los legisladores deberán tomar a partir de la influencia de Televisa.
Por su parte, Jenaro Villamil, en un artículo para el portal de Proceso el 28 de octubre, argumenta que retrasar el apagón analógico afecta el proyecto de la “red compartida” para la banda 700 Mhz, fortalece el dominio de Televisa e impide el acceso de nuevos competidores. Villamil, a diferencia de sus compañeros “expertos” en telecomunicaciones revela claramente quién es uno de esos competidores, al que Televisa pretende obstaculizar cuando sentencie: “Televisa ya logró imponer una ley de derecho de réplica que beneficia a sus intereses; también presionó en el IFT para que no se le declarara con poder sustancial en el mercado de televisión restringida, a pesar de contar con más del 62 por ciento de los suscriptores; ha logrado postergar el ingreso de América Móvil a la competencia del triple play. Y ahora demostrará quién manda realmente en su sector y en el Congreso”.
Así, para los especialistas el retraso del apagón analógico no es el fracaso de una política pública en la que el gobierno federal tiene una gran parte de responsabilidad. Todo se reduce a una conjura de Televisa con el Congreso para impedir que competidores de su misma talla como América Móvil, propiedad de Carlos Slim, entre al mercado de la televisión. Que sea tan monopólico como Televisa al dominar el mercado de la telefonía o haya incurrido en una alianza irregular con Dish, eso es lo de menos si se trata de mantener firme su consigna: Televisa será la única culpable si se concreta el apagón analógico.
