Los debates en el Parlamento Abierto sobre la Reforma Electoral en la Cámara de Diputados se están haciendo interesantes, atractivos, impositivos. Ayer concluyeron los trabajos organizados para el Canal del Congreso, la semana que entra terminarán los de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
De manera paralela la oposición está llevando a cabo un Parlamento Abierto, el cual tuvo ayer la participación de Consejeros del INE, los cuales también están convocados para el cierre del parlamento en la Jucopo.
En los foros del Canal del Congreso se analizó con especialistas la propuesta de reforma del Presidente. En cada uno de ellos iniciamos con una propuesta para que los participantes dieran su opinión sobre la Reforma Electoral en su conjunto, lo que permitió ligar sus puntos de vista con los subtemas que conforman el contenido particular de la reforma.
Se puede concluir que la propuesta del Presidente está cargada de luces y sombras. Ninguno de los especialistas la desacreditó o algo parecido, el único verdaderamente crítico fue José Woldenberg, quien de plano la calificó como “la peor que he visto en mi vida”.
Algunos conceptos de la reforma merecieron severas críticas. Una de ellas es la “falta de profundidad y atención” en el tema de redes sociales, digitales y medios de comunicación. En la mesa sobre este asunto se señaló de manera crítica el hecho de que se dedique muy poca atención a un tema que desde hace mucho tiempo resulta fundamental en los procesos electorales.
En este sentido estuvo a discusión si se debería anular el “silencio” que por ley se debe cumplir cuatro días antes de las elecciones. Hubo acuerdo en su importancia y vigencia, pero quedó claro que hay que tomar en cuenta el papel que juegan las redes y lo difícil que es su reglamentación.
Ayer el jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL, México, Dong Nguyen Huu manifestó su oposición a que se quite el “silencio”, “está comprobado que los ciudadanos conversan durante esos días con familiares y amigos para compartir opiniones para tomar su decisión, esta reglamentación se cumple en muchos países”.
Otros de los temas en que hay una crítica a la propuesta presidencial es sobre la selección de los integrantes del INE y el TEPJF. Se requiere, se insistió en ello, que quienes los integren sean personas con especialidades que permitan responder al desarrollo de las instituciones.
No está muy claro el cómo, algunos de los investigadores proponen que se haga público el programa de trabajo de cada uno de los aspirantes y que eso permita que la sociedad tenga criterios para elegirlos. El método no necesariamente tuvo consenso en las mesas, pero la propuesta le dio un mayor sentido al proyecto original del Presidente.
Otro de los consensos es el relativo a que el INE y el TEPJF deben conservar su autonomía. La democracia inevitablemente cuesta, no tiene sentido entrar en procesos de una severa austeridad o poner a los viáticos como una razón para bajar los presupuestos. Esto no obsta para una vigilancia mayor y expedita la cual incluye de manera directa a los partidos. En lo que no hay vuelta es que las instituciones deben de ser autónomas y ciudadanas.
Evidentemente se trataron muchos temas más que merecen ser analizados, la pelota está en la cancha del Congreso. El cual debe desechar la idea de no cambiar ni una coma como sucedió con la Reforma Eléctrica porque al hacerlo se desecha la pluralidad y el conocimiento de investigadores, analistas, especialistas y ciudadanos que participan con honestidad en la búsqueda de que las cosas sean mejores para el país y nuestra democracia.
RESQUICIOS.
Algunas conclusiones sobre el informe de Ayotzinapa se veían venir, no existen indicios de que los estudiantes estén vivos. Había soldados infiltrados en la Normal y seguramente integrantes de la delincuencia organizada. Lo presentado ayer es la pieza más acabada del Gobierno sobre el tema.
Este artículo fue publicado en La Razón el 19 de agosto de 2022. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.