La percepción del ser humano se forma de su contacto con el mundo exterior. Percepción son todos los estímulos que se reciben por los sentidos y causan una reacción en el cerebro, que es el encargado de interpretarlos, analizarlos, organizarlos y formar pensamientos con respecto a ellos.
El ser humano es un ser visual, así estamos diseñados evolutivamente para sobrevivir. La vista es nuestro principal contacto con el mundo, solo seguido de la piel. El 80% de la información de nuestro entorno la recibimos a través de la vista, siendo además los ojos órganos que están directamente conectados al cerebro.
Nuestro proceso de pensamiento y abstracción es visual. A través de los ojos entra en nuestra mente la mayor parte de la información que se convierte en conocimiento y en recuerdos. Las imágenes son poderosas. La retentiva de la imagen es de lo más duradero en la memoria humana, un simple vistazo y la impresión generada puede durar para toda la vida. Una sola imagen puede evocar situaciones, sentimientos, e incluso sabores y olores.
Y es precisamente el poder de las imágenes uno de los muchos elementos que hace a Internet un medio con tanto poder de influencia. El medio natural por el que se consume Internet es a través de pantallas. La tecnología que hace de Internet un producto de consumo masivo actualmente permite que el contenido visual sea lo que domina.
A diferencia de la pasada década del Internet basado completamente en cables de cobre donde transmitir una imagen requería un considerable consumo de recursos, la capacidad de conexión actual permite que las imágenes y los videos fluyan sin problema.
Entender el consumo de material visual en Internet está implícito en entender también nuestra dinámica social digital.
Dentro de las teorías que buscan explicar los efectos de las redes sociales y su contenido sobre los usuarios existe la llamada memética. Sí, meme tiene relación con esta teoría.
Meme, en la teoría de difusión cultural, se le ha definido como “una unidad de información cultural transmisible de un individuo a otro, de una mente a otra, o de una generación a la siguiente”. Bajo este concepto, todas las piezas de información que forman en conjunto nuestra cultura son memes, es decir, son transmisibles hasta de generación en generación.
Lo interesante es profundizar en la forma en que esta teoría también explica al meme desde su efecto social con el nuevo lenguaje y códigos generados a partir del usuario, como elementos básicos de transmisión de información por compartir entre ellos elementos de simpatía, ideología, principios, valores, y todo aquello que forme afinidad.
Es justamente la idea a la que estamos más habituados respecto a lo que es un meme, esas unidades, principalmente gráficas, para describir y transmitir una idea, concepto, situación, expresión o pensamiento, y que se “contagia” en un grupo por la afinidad entre sus integrantes.
Dentro de la teoría de la memética se explica que el meme tiene el potencial de transmitirse porque expresa algo que ya es parte implícita del “contenido mental” de quienes lo están replicando y solamente ha sido la vía para comunicarlo.
Los memes son auténticos elementos de identificación visual de grupos en Internet. El meme puede llegar a ser una aportación a los elementos de la cultura, cuando después del impacto inicial y el ciclo de propagación sobrevive y genera arraigo e identificación permanente.
En el entorno social digital actual la información es la nueva arma, así, los memes también tienen esta característica. Durante la campaña presidencial de Estados Unidos entre 2015 y 2016 el investigador Jeff Giesea del Centro de Excelencia en Comunicaciones Estratégicas de la OTAN propuso el concepto “memetic warfare”.
Fue la primera vez que se documentó con claridad el uso del meme para describir la “competencia de narrativas, ideas, control y persuasión” que se estaba dando en las redes sociales, al punto de manejar signos y elementos visuales que se pueden calificar de guerra psicológica, que justificaban las propuestas y contrapropuestas de campaña: referencias religiosas, suásticas, escenas de guerra, supermacismo blanco, antimigración, etc.
Tan solo desde el Reddit /r/The_Donald y /pol de 4Chan, se estima que surgieron cerca de 160 millones de memes que fueron posteriormente difundidos en las demás redes sociales.
El meme como arma también se observa con frecuencia en países islámicos, donde por contexto religioso está prohibida la representación gráfica de Alá, por lo que el meme puede ser una de las más altas ofensas, hasta el sacrilegio. O bien, un poderoso medio intimidatorio por su carga ideológica radical.
¿Cuándo fue la última vez que vio pasar la imagen del famoso ungüento para la piel del tubito verde? ¿Una silueta mal dibujada con ojos llorosos y logos políticos en la frente? Y por supuesto, en el reciente par de años, no es difícil evocar a la memoria e identificar en México dos de los rostros más memeados, y que mejor pueden describir nuestra situación actual; Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón.
Hagamos red, sigamos conectados.