Nuestro INE, aquel por el que marchamos y al que tanto defendimos, ya no es nuestro INE, o por lo menos ya no es el mismo INE. ¿Se han dado cuenta de que ya no hablamos de él como antes? Al menos ya no con la misma confianza o el afecto de antes.
Acabamos de ver como el presidente ya sin pudor alguno, en plena Mañanera, con recursos públicos, hizo lo que jamás habíamos visto antes en ningún presidente, llamar a votar. Lo hizo de esta manera:
“Hay que votar por los legisladores, por los candidatos a diputados y a senadores, para que “la transformación” cuente con mayoría calificada”. Y agregó: “Se necesita el 66% de los votos (de los diputados) para reformar la Constitución”. Y luego comenzó a hacer esta serie de preguntas:
Todos sin duda que tienen sus propias respuestas, a favor o en contra, y quien quiera hacerlo, agradeceré sus comentarios, sin embargo, adelanto las mías:
1) “¿Quieres que continúe la transformación y no quieres que regresen los corruptos?
2) “¿Quieres que siga la transformación?
-No, no quiero que continue una transformación que a la fecha ni Cuauhtémoc Cárdenas sabe que es, y a quienes les pregunto, incluso funcionarios 4T, tampoco lo saben, y lo que se ve de ella, no es más que una serie de costosas ocurrencias sin pies ni cabeza, algunas terriblemente dolorosas.
En cuanto a los corruptos, el presidente peca de ingenuo por decir lo mínimo. Los corruptos han estado, no se han ido, y siguen estando al parecer muy cerca de él. Baste recordar tanto escándalo de corrupción entre sus colaboradores cercanos y en su propia familia.
3) “¿Quieres que siga el clasicismo, que te sigan humillando?
-No, no me gusta el clasicismo ni humillar a nadie, ni permito que nadie me humille. Éste es un tema de educación, de valores y principios, y no necesito que el presidente venga a enseñármelos, y mucho menos que se trate de adoctrinar a mis hijos o a cualquier niñ@ través de los nuevos libros de texto.
Esto, independientemente de qué estoy muy lejos de practicarlo. El presidente desnudó su pensamiento, desde que dijo aquello de: “ayudando a los pobres va uno a la segura, … no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”. Eso es clasismo y una humillación a los mexicanos de bajos o nulos recursos, los que por cierto han aumentado en su gobierno en más de 4 millones. Humillación hacia sus colaboradores, desmintiendolos en múltiples ocasiones y permitiendo que se le inclinen a su paso y a algunos llamandolos corcholatas.
4) ”¿Quieres que siga el racismo?
-Desde luego que no. Hay una sola raza, la humana, con múltiples colores, orígenes, creencias y con una muy bella y enriquecedora pluralidad, pero una sola al final.
El racismo es un delito no solo social y jurídico, sino un muy grave delito humano, al que más allá de sus dichos, poco o nada a cambiado por falta de políticas públicas serias y efectivas en ese sentido.
5) ”¿Quieres que continúe la discriminación?
-La discriminación, sinceramente no creo que entienda el término en su real profundidad. ¿De que habla? Cuando ha polarizado y dividido al país entre pueblo y élite, cuando descalifica a las clases medias, intelectuales, fifis, conservadores, solovinos, corcholatas, nuevamente desnuda un pensamiento profundamente discriminatorio.
6) “¿Quieres que se sigan entregando los bienes de la nación a particulares y extranjeros?
-Suele gastar mucho tiempo que bien pudiera usarlo en temas y acciones verdaderamente importantes para el país, en clases de historia más que regulares, quizá de nivel secundaría.
Se quedó muy atrás en la historia con una visión muy alejada de la globalidad actual, con un muy antiguo concepto de soberanía, dejando de lado la obligada y natural interdependencia que existe en nuestro planeta, en donde todo es cada vez más cercano, inmediato y relacionado inevitablemente. El mundo evoluciona y México tiene que tomar el ritmo y aprovechar las enormes oportunidades que tiene en éste coyuntural momento, en lugar de apelar a un nacionalismo obsoleto, provocando inútilmente a nuestro principal socio comercial respecto de una invasión que solo existe en su mente.
7)”¿Quieres que por el bien de todos primero los pobres?
-Por supuesto. Pero primero los pobres es mucho más allá de un slogan y de un capital electoral como lo ha usado. Recordemos que le significan un asunto de estrategia electoral y no son un asunto personal, cuando como presidente de México con más del 50% de su población en condición de pobreza, debieran ser un asunto personalísimo. No hay mejor programa social que el empleo.
8) “¿Quieres que continúen las pensiones para los adultos mayores?
-¿Acaso dependen de él? Ha pretendido, por cierto con buenos resultados, hacer creer que todo es gracias a él. Lo cierto es que vienen desde Fox, que continuaron con Calderón y Peña, evolucionando y haciéndolos crecer, y que López Obrador, tuvo la muy plausible y gran iniciativa de elevarlos a ser Constitucionales. Claro que se le reconoce eso. Sin embargo cabe el reproche del uso asistencialista y electoral que se les da.
A todas estas preguntas respondió con un: “Ya sabes por quien votar”. ¿Así o más obvia la sugerencia sobre por cual partido votar?
Terminó diciendo muy “democráticamente”: “Pero está muy claro: ¿que partido? Pues ya cada quien que decida ¿no? Pero la gente se va a dar cuenta”. No hay que decir que se refería al PT o al PVEM, cuando claramente se presume a que partido se está refiriendo.
¿Y el INE? Ni la más leve reclamación, un extrañamiento, un… oiga, eso no se vale, eso está prohibido, no es democrático, una amonestación o mínimo una tarjeta amarilla pues. Nada. Desde mi particular opinión, nuestro INE, tristemente ya no es nuestro INE.
Les abrazo.
