…todo el perfume, todo el pasado infiel,
lo que fue dulce y da nostalgia,
¿no ves cómo se sume en la realidad que entonces
soñabas y soñaba?
Jaime Gil de Biedma
Al sentir el barrio pequeño renace lo inmenso dentro de mi pecho y lagartijas como cocodrilos, las alas lerdas de la cócona que un águila afianzó, el único asesinato a una mujer en el Parque de la China cuando cumplía diez años y la sangre me alertaba.
El atardecer mandarina abrazaba el juego de pelota, un manto de tristeza traía el naufragio de la noche, en mí eran sensaciones de nostalgia sin ningún sentido, era adelantar las tristezas que hoy viven en mi casa y que rondan las diez piezas donde las noticias claman.
Venían después los juegos en que entraban las mujeres, echar a girar la botella para conseguir el beso prometido, esconderse para que alguien a ciegas me encontrara, gritos de las madres que apagaban el día y los anhelos para sumergirnos diez horas entre alas de murciélagos.
Faltaba la nocturnidad despierta en las cobijas del deseo las imaginerías de humo entre el cielo hecho incendio, los susurros de un barco que partía hacia muchas partes y que hoy festejo por traerme noticias a esta vieja cama durante cuatro décadas y diez años de vitales etcéteras.
Guillermo Samperio