Estelí Meza nació en la ciudad de México en 1980, estudió Diseño y comunicación Visual con especialidad en Ilustración en la ENAP, posteriormente realizó la Maestría en Artes Visuales en la Academia de San Carlos de la UNAM.
Su trabajo ha sido seleccionado para el Catálogo de Ilustradores de CONACULTA en el año 2003, 2004, 2005, 2010 y 2012 con mención honorífica y para el Catálogo Iberoamericano de Ilustración (2010 y 2011)
Actualmente trabaja ilustrando cuentos y libros de texto para diferentes editoriales Castillo Mcmillan, Santillana, Pearson, Ediciones Magenta, Trillas, Oxford, entre otras.
También colabora en la ilustración de portadas u artículos de las revistas etcétera, nexos, Inversionista y Donde ir.
Ilustró los libros Cuentos de jóvenes para jóvenes, editado por IEDF
¿Cuéntanos, qué recuerdos tienes de tu infancia?
Me acuerdo de casa de mis abuelos, mi abuelo me recogía de la escuela, era fotógrafo y hacía la tarea con él, no tuve muchos primos, fui una niña sola, con mis abuelos. Los fines de semana, eran mis días favoritos, porque hacía cosas divertidas, a veces con mi mamá, a veces con mi papá. Mi papá vivía en Coyoacán, cada 15 días me recogía y nos íbamos al parque a comprar un globo, a la panadería, me compraba juguetes y ropa, siempre tuve muchos juguetes, mucha ropa, muchos libros.
¿Cuándo dijiste de aquí soy? En relación con tu profesión
Creo que desde siempre estuvieron muy presentes los libros con muchos dibujos y desde muy pequeña dibujaba en las paredes y en mis cuadernos. Cuando era muy pequeña dibujaba rayones y puros colores y luego, poco a poco, empecé a dibujar personajes, animales y luego ya hacía cosas muchísimo más complicadas o abstractas, y me di cuenta, creo que fue en la prepa, que quería hacer algo de ilustración, ese fue el momento en que decidí que quería ser ilustradora.
¿Quién es tu referente plástico contemporáneo?
En ilustración admiro a muchísima gente, mexicanos e internacionales, por ejemplo Alejandro Magallanes, Manuel Monroy, entre los mexicanos. De la plástica, Toledo y los super famosos Diego Rivera, José María Velazco; hay grandes pintores y grabadores. De los extranjeros desde Rembrandt, Botero, también me gusta el arte japonés, hay artistas increibles que no son tan conocidos aquí en México. Hay un pintor de finales de 1700, que se llama Hiroshige. Lo conocí hace poco y eso es lo padre, que siempre estás aprendiendo, conociendo artistas nuevos que te dejan cosas y que te alimentan para poder crea algo de tu trabajo.
¿Qué música te gusta?
Me gusta mucho la música, creo que soy melómana, desde el rock, música clásica, lo alternativo; me gusta mucho el jazz, blues, música internacional o world; turca, griega, china, que no es tan fácil escuchar, pero me gusta muchísimo, la música árabe también.
¿Cómo aprecias el impulso del arte en el país?
Hay mucha gente haciendo cosas, gente creativa. De hecho me impresionan los jóvenes de 18 ó 19 que vienen con una gran fuerza y que no son tan miedosos como los de mi generación. Hay un fuerte movimiento cultural, pero el problema es que son pocos espacios y casi siempre son para los ya conocidos, los de siempre. Creo que hay que seguir trabajando y darse a conocer. Internet es una gran herramienta para todos aquellos que todavía no son tan conocidos, es una enorme plataforma para difundir el trabajo.
¿Qué significan para ti las redes sociales?
Justo eso, una ventana para que cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, me pueda ver, ver lo que hago, apreciar mi trabajo. Me parece increíble y fascinante que ahorita, alguien se pueda meter desde Japón a mi blog. Mi trabajo ha llegado a través de mi blog o de Facebook y por ahí me he dado a conocer, mucha gente me ha contratado por medio de las redes sociales. Creo que sobre todo en ilustración es muy importante estar presentes en las redes .
¿Por qué elegiste la ilustración de libros infantiles?
Supongo que todo empezó porque desde siempre hubo libros en mi casa y las ilustraciones me impresionaban y me pasaba largo tiempo admirando esas imágenes, y cuando me tocó escoger la carrera, vi diseño en comunicación visual en la UNAM y leí que había una especialidad en ilustración, el temario me gustó y me dije: “esto es lo que quiero hacer”, ahí estaba lo que me gusta.
¿Cómo era Estelí cuando entró a la universidad?
Era muy tímida, con muchas ganas de hacer las cosas, pero también con mucho miedo. Siempre estudié en escuelas pequeñas, venía del Luis Vives, en un salón éramos 28 o 29 personas, todos nos conocíamos, llego a la UNAM y es un mundo de gente. Es una de las escuelas más pequeñas de la UNAM, pero para mi era gigante; ese cambio fue muy drástico, porque de conocer a toda la escuela, de repente no conocía ni siquiera a todos los del salón, fue como entrar a la vida, al mundo. Así tímida, frágil, con muchas ganas de aprender, así me recuerdo.
¿Ilustrar es como sinónimo de ilustrar libros infantiles?
No, pero desde un principio fue lo que más me llamó la atención, ilustrar libros infantiles
Es como una forma de seguir siendo niña
Yo creo que sí, sobre todo porque cuando uno es niño y está viendo un libro es aislarte de lo que está pasando a tu alrededor; que hay un mundo a través de ese libro y sí, supongo que es como regresar a estos momento de placer.
¿Qué literatura prefieres?
Me gusta mucho el cuento. Últimamente he leído a los poetas chilenos: Nicanor Parra, Gabriela Mistral y Jorge Teillier. También novela, Alessandro Baricco, acabo de leer Seda. Me gusta mucho Agusto Monterroso: Juan Rulfo es mi favorito. Todo el tiempo busco espacios para leer, porque además de que me gusta, me alimenta, a partir de ahí puedo llenar mi cabeza de imágenes y tomar algunas cosas y plasmarlas en las ilustraciones, siento que es un gran alimento para un ilustrador, es muy importante que el ilustrador lea.
¿Acompañas con algo tu trabajo?
Sí, casi siempre escucho radio, necesito escuchar las noticias; es lo primero que hago. Luego, como a las 10 u 11 de la mañana, necesito como que me platiquen, es muy chistoso, hay muchos programas a esa hora que son de platicar. En la tarde y en la nochecilla de cajón es música, todo el tiempo necesito estar escuchando algo. Cuando trabajo en la madrugada, hay un programa que no recuerdo el nombre pero lo pasan en W Radio. Creo que está enfocado a conductores de camiones y tráilers que van en carretera, lo descubrí hace algún tiempo. Es muy entretenido, mandan saludos a los camioneros hablan sobre las carreteras, que si hay un accidente, a veces ponen música. Me ayuda a mantenerme despierta, son horas ya muy complicadas donde uno lo único que quiere es dormir.
Entretienen a los camioneros, pero no solo…
Sí, y lo padre de todo, es que sabes que hay alguien que también está despierto a esa hora, que no es un programa grabado, o un disco que pusiste, alguien está en la radio.
¿Qué querías ser de grande cuando tenías cinco años?
Maestra, mucho tiempo ese era mi ideal de profesión. De hecho con mis hermanos (porque tengo dos hermanos, yo soy la más grande, les llevo entre nueve y 13 años), jugaba a la maestra y para mí era lo máximo.
¿Qué se necesita para tener inspiración?
¿Qué se necesita? Mmm, se necesita tener algo adentro de ti que quiera salir de cualquier forma. No sé si se nace, pero es algo que uno trae todo el tiempo cargando, y es la necesidad de sacarlo o dibujarlo o escribirlo, percibes muchas cosas que entran en ti y luego las tienes que sacar.
¿O sea todos podríamos tener inspiración?
Sí, yo creo que sí, pero igual nos da pena, o no nos creemos capaces, yo creo que toda la gente puede hacer cosas creativas, sí lo creo, sí.
¿Qué haces en tus ratos libres?
La verdad es que soy un poco obsesiva con el trabajo, si no tengo trabajo la paso dibujando. Me siento así, como un poco loca y obsesiva con la ilustración.
¿Sí hay ratos en los que no estás dibujando? Sí, me gusta leer, caminar, soy muy afortunada porque
vivo en una zona donde se puede caminar fácilmente, cerca de Coyoacán. Me gusta mucho caminar, observar, me encanta ir a tomar un café y ahí sentada ver pasar la gente y escucharlos, y luego dibujarlos, o también escribo lo que escucho, me gusta ir al cine, estar con las personas que quiero.
¿Qué periódicos lees?
Leo el periódico en Internet, El Universal, La Jornada y El País, diario, diario, soy obsesiva con eso. Como están ahí en la computadora, donde yo trabajo, cuando ya me harté de trabajar, me meto a ver qué ha pasado. Creo que lo que pasa en esta sociedad, es que tenemos una obsesión por saber lo que pasa a cada rato, a lo mejor no pasa nada, pero nos interesa enterarnos todo el tiempo.
¿Qué cine te gusta?
Me gustan aquellas películas que me impactan, que me dejan pensando; la última que vi, y me encantó fue “Melancolía”, me quede pensando un montón de días en la historia, el final. También me encanto “La Delicadeza” no recuerdo el director, pero la actriz es la misma de “Amelie”, me gustan más las películas europeas, voy más a ese lado.
Pareces de las mías
Si, también me gustan las películas de caricaturas japonesas, no el anime, son como éstas de… “El castillo vagabundo”, otra que se llama “Porco Roso”, de Miyazaki, que es un cochinito, ese tipo de películas me gustan mucho.
¿Te gusta ir al antro?
No, porque no se puede platicar, prefiero estar en alguna casa y poder platicar. Tuve mi época de antro, como de 18 o 19 años, y me gustaba muchísimo, justo porque no platicaba con nadie, solo bailaba, tomaba y ya, ahora ya no me gusta.
¿Qué es lo que más te gusta hacer en la vida?
Pues dibujar, o si me dices tu momento feliz, perfecto: estar con un cuaderno y un lápiz, tranquila y poder dibujar, escuchando música y tomando café. A veces es complicado, por la rutina de la ciudad, de la vida.
¿Cómo definirías tu vida como ilustradora?
Es una vida muy feliz porque estoy haciendo lo que me gusta, creo que soy muy afortunada, muy pocas personas hacen lo que realmente les gusta. Es una vida solitaria, creas en solitario y todo el proceso es con la máquina, con el pincel o el lápiz, y ya, con tus pensamientos, que es lo que lo acompaña, Una vida alegre, solitaria y muy imaginativa, como que todo el tiempo estás…
¿Una vida soñadora?
Sí, sí soñadora, imaginando cosas, pensando de más, para bien y para mal.
¿Hay alguna relación entre esa niña tímida que entró a la universidad y esta ilustradora solitaria, la elección de este trabajo solitario?
Sí, o sea yo creo que por mi personalidad, o sea es como lo que…
Como anillo al dedo, te hace feliz vivir aislada, así te gusta no es como la historia de la oficina, donde se junta la gente a trabajar y todas las mañanas buenos días…
No creo que yo no podría, si lo viví un tiempo y estuvo padre como experiencia pero me gusta más esta vida, solitaria. Es como mi espacio para poder crear y poder trabajar bien.
¿Qué opina tu pareja de ese tu espacio?
Creo que ya se acostumbró.
¿Es fácil?
Bueno él sale a trabajar y regresa en la noche, entonces pues no le toca vivir esa parte, pero cuando tengo mucho trabajo, o cuando estoy como muy metida en algún proyecto pues sí le toca que no lo pueda acompañar a ciertas cosas y supongo que esa parte es lo más difícil, pero creo que él sabe que me gusta hacer eso y que estoy muy contenta trabajando, y ha sido muy respetuoso y me ha apoyado mucho.
¿Cómo es la transición de ilustrar libros infantiles a estar ilustrando revistas de política?
No lo veo como una transición, las revistas me han dado la oportunidad de ilustrar y me gusta mucho, es algo diferente porque va enfocado a jóvenes o adultos. Me sacan de lo que normalmente hago: tengo que encontrar la forma de poder expresar en imágenes lo que dice el artículo, y a veces son muy abstractos, lo que me obliga a estar creando o buscar formas para que sean bellamente ilustrados, sean agradables a la vista. Es muy impresionante como por la difusión que tienen estas revistas mi trabajo se empieza a conocer más y mucha gente me empieza a conocer a través de las portadas o los artículos y eso me gusta. Cada vez es diferente, es un articulo diferente, escritor diferente, es muy dinámico y nunca sabes qué tipo de texto te va a tocar.
Es un reto cada vez
Sí es un reto, pero también lo disfruto, es algo que me agrada mucho.
Me llamo Estelí
Me llamo Estelí, con acento en la i y mi nombre me gusta mucho.
Antes no me gustaba nada y me preguntaba ¿por qué Estelí? ¿en que estaban pensando mis papás?, ¿por qué me pusieron el nombre de una ciudad de Nicaragua?, ¿yo qué tengo que ver con ese país?
De la primaria no me acuerdo mucho, pero en la secundaria lo odiaba, realmente lo odiaba. Siempre lo confundían con Estela y ese nombre no me gusta nada.
“Te llamas Estela”
“No, Estelí”
“Estelita”
“No, Estelí”
Es como si Estelí no pudiera existir, siempre tiene que ser el diminutivo de algo.
¿Realmente es tan raro mi nombre?
Me han dicho de todo: Estelita, Estrella, Estrellita, Esther, Lis, Li, Evelyn, Alely, Estelín, Estelís y claro, Estela.
Pero el que más risa me ha dado fue: Estrellín.
¡Qué cosa tan horrible! Estaba en la sala de
espera de un consultorio lleno de gente, de repente la recepcionista gritó: “Estrellín
Meza, ya puede pasar con el doctor”
Ahora me da mucha risa, pero en ese momento me enojé mucho.
Un día me dejó de importar como lo dicen. Me siguen cambiando el nombre y supongo que será por el resto de mi vida. Pero ahora ya lo disfruto y me río de mis nombres nuevos.
No expliqué por qué me gusta mi nombre: me gusta porque es corto, porque tiene dos letras e y porque significa río de flores.
*Estelí fue la primera ciudad liberada en 1999, durante la revolución Sandinista en Nicaragua. Estelí Meza nace en 1980.