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¿Qué estaríamos leyendo sobre la historia de la humanidad en el supuesto de que, en las situaciones trascendentes de la misma, se hubiera contado con un sistema de comunicación en tiempo real? ¿Qué leerán las generaciones futuras acerca de la historia actual, cuando se destaque la participación en ésta de un sistema tan versátil que cabe en la mano? Hablamos de Twitter, la red social que tiene alrededor de 200 millones de usuarios y desde donde se envían cerca de un millón de mensajes de 140 caracteres al día.

De Guatemala a Veracruz

Versátil y práctico, a grado tal de que la mitad de los usuarios lo emplean desde un móvil, en Twitter se difunden por todo el mundo y de manera simultánea, opiniones e información (con gran potencial reproducción a través del “retwitteo”.) La relacionada con temas públicos es la que más polémica ha generado.

En mayo de 2009, se dio uno de los primeros eventos de detención por un tweet. Se trata del “caso Jeanfer”, un joven guatemalteco que escribió un mensaje llamando a que todo el mundo sacara su dinero del banco Barural. Casi de inmediato fue detenido por el gobierno de Guatemala acusado de generar “pánico financiero”, lo que suscitó una campaña masiva de protesta en Twitter, pidiendo su liberación. El pasado 25 de agosto en nuestro país, los ‘twitteros’ veracruzanos María de Jesús Bravo y Gilberto Martínez, difundieron en las redes sociales mensajes no verídicos de supuestos ataques del crimen organizado en escuelas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río lo que, de acuerdo con las autoridades, provocó que los padres de familia acudieran a las escuelas por sus hijos desatando caos en la ciudad; por elolo fueron acusados de “terrorismo equiparado y sabotaje”.

Otro ejemplo de la trascendencia del sitio fue cuando las protestas contra el régimen Iraní fueron organizadas por medio de Twitter, que se llenó de avatares verdes que simbolizaban apoyo a los manifestantes. Casi al mismo tiempo se producía el golpe de Estado en Honduras y Twitter también se convirtió en la principal fuente de información. En enero de 2010, un terremoto debastó Haití y Twitter sirvió de enlace e hizo las veces de catalizador de la ayuda a los damnificados. En la web se rompió el silencio construido por los bloques gubernamentales de varios países que cierran o pretenden cerrar la libertad de expresión. Otro es el caso de Cuba, donde resaltan dos ejemplos.

Laura Pollán, activista pacífica y líder de las “damas de blanco” que surgen a partir de la llamada “Primavera negra de Cuba”, se declararon contra el régimen tras la detención de 75 presos políticos familiares de ellas; lograron llevar al mundo su movimiento por medio de las redes sociales, en especial Twitter, donde incluso el reciente deceso de Laura Pollán -que para algunos fue consecuencia de una sospechosa complicación de una enfermedad infecciosa-, fue seguida a través de twitteros cubanos que lo informaron al mundo. El otro caso es el de Yoani Sánchez, quien se presenta en Twitter como “Blogger residente en La Habana, que con sus crónicas abre una ventana a la Cuba real”. Es conocida por su blog “Generación Y”, donde aborda desde su perspectiva la situación diaria de Cuba, bajo un punto crítico al gobierno castrista y tiene 169 mil 787 seguidores al momento de escribir esto. A pesar de que existe un bloqueo a su página, Yoani es muy seguida en Cuba bajo la observación gubernamental y acciones de detractores que incluso la atacan por el mismo medio. Ha mantenido contacto con el exterior de la isla lo que la llevó a obtener el premio Ortega y Gasset de periodismo y ha sido elegida por Times, dentro de las 100 personas más influyentes en el mundo.

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