Durante su primer año de vida Proyecto 40 ha cambiado una y otra vez de conductores en todos sus espacios noticiosos. Ésa ha sido la constante desde que Televisión Azteca comenzó a operar la señal de Canal 40 el 21 de febrero de 2006, en medio de un diferendo jurídico que aún no se resuelve y que pone en duda la legalidad de esas transmisiones. A pesar de ello el consorcio de Ricardo Salinas Pliego lanzó una nueva programación en el canal, sustituyendo lo que fueron las emisiones que hacía Televisora del Valle de México, empresa que según el título respectivo es la legítima concesionaria.
Azteca incorporó entre las filas de su “canal cultural”, a excolaboradores del anterior 40 y a muchos otros comunicadores y analistas que no repararon en el contexto irregular de la señal. Sin embargo, Proyecto 40 ha sufrido bajas y reacomodos que poco a poco diluyen aquel eufórico y jurídicamente cuestionado inicio con el eslogan: “Por un México libre”.
El viernes 2 de junio de 2006, con poco más de tres meses como conductora del noticiario estelar Informativo 40, la periodista Pilar Álvarez Laso se fue: “Yo me despido hoy de este espacio para aceptar nuevos recorridos que tienen que ver con mi trayectoria periodística y televisiva aquí en Proyecto 40, creo en la necesidad de sumar en este y en otros espacios la pluralidad que tiene México y que debe tener un foro como lo es la televisión, que todavía no es la que necesita nuestro país, pero en la que habemos muchos profesionales trabajando con entusiasmo y con pasión por México”. La periodista no explicó cuáles eran los “nuevos recorridos” que tenían que ver con el canal.
Hannia Novell ocupó su lugar junto a Luis Niño de Rivera el lunes siguiente. Pero Niño de Rivera dejó el noticiario el 19 de enero de 2007 para encargarse de la expansión internacional de las tiendas Elektra y su lugar lo ocupó Jorge Fernández Menéndez a partir del 22 de ese mes, pero otra vez habría ajustes.
Fernández se retiró repentinamente, luego de que el periódico Excélsior –donde colabora el periodista–, publicara que Salinas Pliego era uno de los hombres más ricos del mundo, retomando los datos de la revista Forbes. El enojo de Azteca derivó en una campaña contra los hospitales del propietario de Excélsior, Olegario Vázquez Raña, y aunque los dos empresarios ya subsanaron sus diferencias, aquel episodio obligó a Fernández Menéndez y a Yuriria Sierra –quien conducía la edición matutina de Informativo 40–, a renunciar (ver etcétera, mayo 2007). No hubo alguna explicación pública tampoco, ambos comunicadores aludieron a razones “estrictamente personales y profesionales”. Por esa razón, hasta la fecha Hannia Novell conduce en solitario el nocturno, y el noticiero matutino lo encabezó unos días Mario Campos para luego ser sustituido por Fidel Samaniego.
Para diciembre de 2006, también había renunciado al canal Guadalupe Loaeza, en protesta por la campaña que Azteca instrumentó en sus noticiarios contra el director de Reforma, Alejandro Junco, en la cual sugería que un diferendo familiar por la propiedad del periódico entre Junco y su padre, hacía poco confiable –según Azteca– la información del diario en términos éticos.
Loaeza anunció su renuncia el 21 de diciembre en las páginas de Reforma: “Siento que ha llegado el momento, dadas las circunstancias, de desvincularme de este proyecto ya que me sería imposible, por cuestión de principios, seguir colaborando en una empresa que se ha empeñado en atacar a mis amigos”.
En ese proceso que diluye poco a poco el equipo de colaboradores sin explicación pública, dejó también el noticiario dominical Leonardo Curzio, y el mes pasado, la negativa de los directivos de Azteca para que el programa Carril izquierdo incluyera en sus contenidos la discusión sobre los medios de comunicación y la democracia, exactamente en los días que se vivieron las definiciones de la Suprema Corte en contra de la Ley Televisa, ocasionó la renuncia a ese espacio de sus conductores, Ciro Murayama, Pedro Salazar y Lorenzo Córdova.