Internet y el teléfono móvil son, desde hace unos años, los grandes escondites de la infidelidad. Las redes sociales, el correo electrónico, el Messenger y los mensajes SMS son herramientas habituales para los que engañan a sus parejas con terceros. Como no podía ser de otra forma, hay quienes han pensado que esto puede ser una fuente de negocio y, así, se puede concluir que ambas partes de la historia, tanto el que engaña como el engañado, cuentan, cada vez, con armas dentro del mundo de las nuevas tecnologías.
Que las webs de contactos y redes sociales son un terreno habitual para la infidelidad no es ni un misterio ni nada nuevo. Lo novedoso radica en las recientes creaciones de redes sociales especializadas en infidelidades y aventuras extramaritales.
En México, la infidelidad ya tiene red social. La página web Second Love, líder en Europa, ha comenzado a operar en el país facilitando contactos extraconyugales a personas con pareja o ya comprometidas para que puedan vivir una aventura con otra gente en esa situación. Esta iniciativa surgió en 2008 en Holanda, donde cuenta con 180 mil usuarios, y opera actualmente en más países como España, Portugal y Bélgica, donde desde abril pasado ha reunido ya a 45 mil usuarios.
Usualmente, Facebook, Twitter y otras redes sociales han sido medios para detonar casos de separaciones, rupturas o divorcios. De acuerdo con Cyberpshychology and Behaviour Journal, Facebook ha provocado a escala mundial 28 millones de separaciones sólo el año pasado (2010). De esta manera, uno de cada cinco divorcios registrados en Estados Unidos tiene que ver con la red social. Ahora, con la creación de negocios ciberespaciales especializados en affaires amorosos (porque, siendo sinceros, lo son) como Second Love, el fomento de disrupciones sentimentales seguirá a la alza.
Si bien el fenómeno de separaciones a causa de las redes sociales es ya internacional, México no ha quedado exento. En principio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que existen casi 40 millones de parejas en México bajo el régimen matrimonial. En tiempos recientes se ha observado un importante incremento de la tasa de divorcios en México: esto es, de 100 parejas que contraen matrimonio, 20 terminan separadas al año de estar casadas. Tres de cada seis divorcios están relacionados con las redes sociales, principalmente con Facebook.
México es uno de los países que más tiempo se encuentra conectado en línea de los de habla hispana, por lo que es el que más uso da a la red social y el que más afectado se ve. Según cifras de la página Facebook, México cuenta con 12.5 millones de usuarios, con lo que se convierte en el país de América Latina con mayor número de usuarios en la red social, seguido por Colombia y desbancando a Chile del primer lugar de la lista.
De acuerdo con el reporte “El amor en los tiempos de las telecomunicaciones” de la consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU) se ha creado un fenómeno social tanto de emparejamiento como de separación alrededor de las nuevas formas de interacción digital.
Destaca que en México, 28 por ciento de las personas han fantaseado con ser infieles, 9.0 por ciento han considerado tener un amorío y 82 por ciento de las personas admite haber “espiado” a su pareja al leer un SMS, un correo electrónico o un mensaje en alguna red social.
En México se puede “echar novio” a través de los más de 90 millones de celulares, 19 millones de líneas fijas, los casi 250 millones de mensajes cortos que generan los usuarios al día, por correo electrónico, redes sociales, videoconferencias y Skype, entre otros medios.
Con la migración de las telecomunicaciones hacia los dispositivos personales se presenta un aumento de la privacidad y con ello la oportunidad de conocer a otras personas fuera de las relaciones sentimentales.
Con todo, el Homo telecom (una subespecie del Homo videns) debe reconocer a la tecnología que será buena o mala en medida que la utilice para alcanzar sus fines, incluyendo en este caso el amor.