La lucha libre en Argentina está asociada a la infancia, los disfraces, las máscaras y la fantasía. Desde el 3 de marzo de 1962, cuando se emitió por primera vez en la televisión abierta el programa Titanes en el ring, creado por el legendario Martín Karadagián, la lucha libre se masificó.
El programa fue un éxito desde su primera emisión y se mantuvo en la pantalla hasta fines de 1988. Varias generaciones de argentinos recuerdan el misterio que irradiaban algunos luchadores, como La Momia y el Caballero Rojo, o la empatía que generaba el ancho Rubén Peucelle y el cortito Karadagián.
Cuando concluyó el ciclo, que se emitía los domingos a las 9 de la noche, Paulina Karadagián intentó reciclar la idea de su padre, aunque sin éxito. Aquel fenómeno llegó dos veces a la pantalla grande con Titanes en el ring, un filme de 1973, y Titanes en el ring contraataca, de 1984.
Más tarde, Peucelle, integrante de la troupe original y campeón argentino, quiso probar suerte con la receta y se puso al frente de Lucha fuerte, otro programa que tampoco funcionó en Argentina, pero sí en Uruguay, donde Gladiadores del ring es favorito de los niños.
Hasta hace apenas tres años el momento de gloria de la lucha libre en los medios locales parecía haber concluido, cuando un canal abierto privado, Telefé, insistió con la fórmula, pero actualizándola. Desde entonces está en el aire 100% Lucha que, aunque primero fue lanzado los domingos a la noche, luego se mudó al mediodía porque no convocaba la audiencia esperada para esa franja de horario.
Una vez más, los niños sobre todo los varones dejan de jugar para ver a los luchadores caer una y otra vez sobre el ring. Un desfile de buenos y malos, Viloni contra La Masa, de plumas y pesados, Hip Hop contra McFloyd, se reedita y nuevas generaciones conocen a través de estos variopintos personajes el mundo del catch.
Desde que sale al aire 100% Lucha, los nuevos titanes llenaron varias veces el estadio Luna Park, ubicado en el centro de Buenos Aires, y se completaron tres campeonatos.
Tanto los viejos titanes como los luchadores del siglo XXI tienen su merchandising. Cada uno cuenta con su vestuario, su muñequito de colección, su canción y su sponsor. 100% Lucha tiene, además de página Web (www.cienporcientolucha.com.ar), una revista, un álbum de estampas que se renueva cada año y contratos con compañías de golosinas para que los luchadores aparezcan en las etiquetas de chocolates, galletas y otras delicias dirigidas a los más pequeños.
Los niños coleccionan cada pieza y, como hace cuatro décadas, se identifican con los buenos y abuchean a los malos, hacen cola para ver a sus ídolos y anotan en un papel el puntaje que acumulan en el campeonato, mientras los titanes mantienen oculta su verdadera identidad y nunca se salen del personaje que les toca interpretar.
El programa se graba en sesiones maratónicas con el público presente en el Estudio Estadio de Telefé. Cientos de niños hacen largas filas para ver de cerca a los luchadores y, en el mejor de los casos, sacarse una foto con alguno de ellos. Una vez en el estudio, cuando comienza la grabación, los fanáticos suben los carteles con mensajes de aliento, se ponen las máscaras de su luchador favorito y vitorean o abuchean cuando se los pide el conductor, Leo Montero. Son un público especial, ilusionado y conmovido por tanta acción.
100% Lucha se emite en Argentina, en otros países de Latinoamérica, España y Estados Unidos a través de la señal Telefé Internacional. Después de tres años en la pantalla chica, el 24 de julio de 2008, durante las vacaciones escolares de invierno, se estrenó la película 100% Lucha, que dirigió Juan Iribas y que cuenta cómo un mafioso a cargo de un circuito de lucha clandestina intenta secuestrar a los ídolos de la lucha profesional para ganar dinero.
