Según el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, las críticas de los expresidentes Felipe Calderón y Vicente Fox hacia su gobierno son parte de la normalidad política en el país, porque ya se acabaron los tiempos de las reglas no escritas en que quienes gobernaron el país tenían que guardar silencio.
El mandatario consideró que esas expresiones son partes de las resistencias a la “transformación” que se está llevando a cabo en su gobierno, sin embargo, aseguró que no le preocupan porque el pueblo ya es mayor edad y está muy informado.
“Lo veo bien. Antes, en la práctica, los ex presidentes guardaban silencio, ya no intervenían en la vida pública, esa era la costumbre, eran como las reglas no escritas, ahora participan y no lo veo mal, son otros tiempos, y dejemos que los ciudadanos sean los que decidan y también en eso hay que cambiar, no pensar que la gente es menor de edad. El pueblo no es tonto”, manifestó.
López Obrador sostuvo que a diferencia de las otras tres grandes transformaciones que han tenido lugar en el país, se tuvo que recurrir a las armas, la que ahora tiene lugar con su gobierno es una “revolución de conciencias” totalmente pacífica y por eso hay que felicitar a toda la sociedad, incluyendo a sus adversarios, que dentro de todo “se han portado bien” y sus críticas no han pasado del ámbito mediático, donde – según él – también se están gestando cambios.
“Imagínense lo que es para quienes llegaron al gobierno engañando de que iba a haber un cambio y mantuvieron el mismo régimen de corrupción y de injusticias y de privilegios. Pues claro que no les gusta lo que estamos llevando a cabo; o a los que les condonaban los impuestos, pues tampoco les gusta. Pero hasta eso, se han portado bien, porque el cuestionamiento no pasa de la crítica en medios y eso no tiene mucho efecto, no detiene la transformación, porque en los mismos medios, por el avance que ha habido hay replica y, como ustedes saben, existen las benditas redes sociales”, apuntó.
A decir del presidente, los analistas políticos no han asimilado que estamos en un “cambio de régimen” y que ya cambió la mentalidad del pueblo e insisten en querer presentar lo que ocurre en el país con los mismos elementos de juicio del periodo neoliberal y por eso hay mucho “descontrol” en ellos.
“Todos tenemos que entender que esto ya cambió, porque ya cambió la mentalidad del pueblo, que eso es lo más difícil de lograr, pero cuando cambia la mentalidad del pueblo cambia todo. ¿Qué fue lo que se expresó el año pasado? Los analistas políticos no han querido internalizarlo, se niegan a comprenderlo, fue un cambio de mentalidad. Es otro país, es otra realidad y ya no se puede seguir tratando de ver esta nueva realidad con los mismos elementos o factores con el que se medía la situación en el antiguo régimen. Por eso este descontrol, estos ajustes, reacomodos, pero así se va a ir entendiendo”, expuso.
Dijo estar confiado en que se avanza hacia la “transformación” y que en diciembre próximo ya estén sentadas las bases para ese cambio, sobre todo para desterrar la corrupción y aun cuando el “conservadurismo” volviera en algún momento al poder, ya no se pueda dar marcha atrás tan fácilmente a lo que en su gobierno se haya hecho.
“Dije que mi loca pasión tenía un fundamento racional, apurarnos para establecer las bases de la nueva República, de la patria nueva para que si -toco madera- regresara el conservadurismo corrupto, les costara trabajo dar marcha atrás a lo ya logrado”, sentenció.
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