Vía influyentismo, en 2017 Clara Luz Flores, entonces alcaldesa de Escobedo por el PRI y hoy candidata a la gubernatura de Nuevo León por Morena, logró que un familiar obtuviera antes que otros pacientes enlistados un trasplante de riñón. La Fiscalía General de la República desechó el caso, mientras que ella dice que cumplieron con todos los protocolos y culpó a Samuel García de la revelación del asunto.
Según señala el reportaje “Un trasplante con influencias”, de Claudio Ochoa Huerta, proyectado por Latinus este jueves, en enero de 2017, un joven que desató una balacera en el Colegio Americano del Noreste, en Monterrey, resultó con muerte cerebral tras dispararse él mismo en la cabeza. Tras esto, su familia decidió donar sus órganos en el Hospital Muguerza.
Entre los beneficiados de la donación estuvo Abel Guerra Morales, hijastro de Clara Luz Flores, quien era alcaldesa de Escobedo y hoy candidata de Morena a la gubernatura de Nuevo Léon.
Un día después de los violentos hechos, Guerra Morales recibió el riñón derecho del agresor. El beneficiado es hijo de Abel Guerra Garza, político de añeja militancia priista, esposo de Clara Luz y compadre de Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León.
En febrero de 2017, a un mes del trasplante, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realizó una verificación al Hospital Muguerza, donde encontró que Guerra Morales ingresó a la lista de espera del Registro Nacional de Trasplantes, en la que hay más de 23 mil pacientes, el 16 de enero de 2017, y tan sólo tres días después le fue hecha la operación para colocarle el riñón del donante. Pero para obtenerlo se tuvo que pasar por alto que al menos siete personas que estaban enlistadas antes que Guerra Morales para ese trasplante.
Además, se señaló que el agresor del que se donaron los órganos, y pese a ser menor de edad y cuya muerte estuvo relacionada con un arma de fuego, no se dio aviso al Ministerio Público, como lo exige para la extracción de órganos la Ley General de Salud.
Otra irregularidad es que la autorización de la operación sólo fue firmada por cinco de los 12 miembros del Comité encargado de ello, además de que tampoco está la minuta que otorgue el sustento médico, legal, científico y ético a la intervención.
Debido a lo anterior, la Cofepris procedió a clausurar trabajos y servicios del Hospital Muguerza, además de aplicarle una multa de 679 mil pesos.
Cofepris denunció ante la entonces Procuraduría General de la República este cúmulo de irregularidades; sin embargo, fue hasta mayo de 2019 cuando la flamante FGR abrió una carpeta de investigación al respecto.
Varias ocasiones la FGR pidió la colaboración de la Fiscalía de Justicia del estado para determinar si intervino el Ministerio Público y si fue ordenada la necropsia de ley. La respuesta fue negativa.
Además, como parte de la investigación incluso los médicos del hospital tuvieron que declarar y justificar el descarte de las siete personas enlistadas antes de Guerra Morales. A uno de los que lo antecedían fue hecho a un lado por su tipo de sangre, que es el mismo del hijastro de Flores.
De Guerra Morales tampoco consta expediente de trasplante en la investigación, como sí ocurre con los otros pacientes. Un peritaje de diciembre de 2020 determinó que los documentos presentados por el hospital no contaban con antecedentes médicos científicos que avalaran la información de las minutas presentadas tras la revisión de Cofepris.
Pese a todas las irregularidades detectadas, la FGR determinó no ejercer acción penal en este caso porque no halló delito.
“DIFAMACIÓN”
Después de la difusión del programa, Clara Luz Flores llamó “difamación” la información hecha pública. En un video colocado en sus redes sociales, dijo lo siguiente: “Secuestraron a mi hijo, al cual torturaron, perdió sus riñones, y a quien cobardemente están difamando por su trasplante, diciendo que fue un privilegiado al tener ese trasplante, sin saber todo el dolor que significó como familia y para él”.
En otro video dijo que se trataba de “guerra sucia” y atribuyó el reportaje a Samuel García, de quien dijo que no le sorprende su insensibilidad sobre el tema.
“El proceso para conseguir el trasplante para el hijo de Abel fue muy doloroso para mi familia (…) Cumplimos con todos los protocolos médicos al pie de la letra. Después de mucho tiempo y años de sufrimiento y un proceso larguísimo, nos inscribimos en una lista y, gracias a Dios, después de un tiempo, el hospital nos contactó para decirnos que tenía un posible donador, y que debía acudir a hacerse estudioa para ver si era apto para el trasplante”.
Añadió que no recibieron ningún trato preferencial, y que la Cofepris hizo una auditoría para saber si había alguna irregularidad, “y certificó la legalidad de todo el proceso que vivimos como familia y que se vivió en el hospital”.
Dijo que es “una cortina de humo” levantada por Samuel García (al que llamó “el nuevo Bronco”) para evitar aclarar el origen de sus recursos.
En otro video siguió su ataque contra Samuel García, al que dijo que “es imposible usar influencias para una donación de un riñón porque se requiere, circunstancias médicas específicas”.
“Con los hijos de una madre norteña jamás te metas”, concluyó Flores.