https://naavagreen.com/wp-includes/fonts/depo-25-bonus-25/

https://beccopizza.com/wp-includes/depo25-bonus25/

https://samouraimma.com/

Slot Qris

Slot Bet 100

viernes 06 diciembre 2024

¿Qué dijo?

por Mario A. Campos Cortés

No odies al mensajero, odia al mensaje. Es la defensa que se hace del papel de los medios cuando son criticados por sus contenidos, a lo que se suele responder que lo que realmente incomoda es la realidad. Sin embargo, en las últimas semanas se han producido tres casos que ponen en duda esta justificación.

El primero saltó a la luz luego de que el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, admitiera en entrevista con Carlos Loret que se investigaría cualquier posible vínculo entre el crimen organizado y la policía de Acapulco, respuesta que perdió toda ambiguedad cuando la mayoría de los medios leyeron en estas palabras una confesión de las investigaciones que el gobierno estaría realizando a la administración de Félix Salgado Macedonio.

Operativo en Boston por unos juguetes

Releyendo las declaraciones del funcionario quedaba claro que nunca hizo tal afirmación y que, al menos en esta ocasión, tenía razón el alcalde al afirmar que lo que se investigaría serían las amenazas en su contra y no sus posibles ligas con el narco. No obstante, la cargada mediática hizo su trabajo, la sospecha quedó sembrada, y cuando la administración federal respaldó al presidente municipal, los mismos medios presentaron la información como una rectificación o contradicción.

El segundo ejemplo, también de serias repercusiones, giró en torno al mandatario venezolano Hugo Chávez que en una entrevista con la agencia de noticias alemana DPA, se refirió al “Caballerito”, personaje al que reprochó por su política exterior. La nota es que de acuerdo con ese servicio de información, el destinatario de las críticas era el presidente mexicano, Felipe Calderón.

Ante la difusión del texto hubo reacciones dentro y fuera de la clase política. Algunos analistas lanzaron artículos, editoriales y comentarios con señalamientos en contra del chavismo y hasta el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, salió en defensa de la investidura presidencial, respuesta que se vio acompañada por declaraciones del mandatario mexicano en las que parafraseó una canción de su tierra, Michoacán: “Aquí no conocemos los tales valentones, pero si es necesario nos sobran corazones”.

Con los antecedentes de la difícil relación entre México y Venezuela a nadie sorprendió el nuevo encontronazo. Hasta que la propia agencia dio a conocer que el verdadero blanco de las críticas de Chávez no era Calderón sino el estadounidense George W. Bush.

La corrección puso nuevamente en duda la fiabilidad del sistema de información internacional, pues bastó con que la fuente original diera por buena la historia para que parte de la prensa mundial se enfocara en la búsqueda de reacciones, incluso cuando desde algunas trincheras como el diario El Universal de Venezuela se presentó la aclaración desde el inicio de la controversia.

Finalmente, la prensa estadounidense nos regaló otra joya cuando se desató una intensa movilización policiaca en la ciudad de Boston. Todo empezó cuando los medios reportaron la existencia de objetos sospechosos, que presumiblemente se trataban de potenciales explosivos.

Luego de horas de suspenso se supo que eran, simplemente, artículos promocionales de Cartoon Network. Empresa que además pertenece al mismo consorcio que controla la poderosa empresa CNN. Si bien el incidente remite al clima de terror que ha inculcado el gobierno estadounidense a sus habitantes, resulta imposible explicar esta historia sin mirar al papel de los medios como cajas de resonancia que convirtieron una duda razonable o no en un tema de seguridad nacional.

Tres casos que nos recuerdan la importancia de poner la lupa no sólo sobre los mensajes, sino sobre los propios mensajeros.


Periodista y consultor.

También te puede interesar

betvisa

jeetbuzz

jeetbuzz

jeetbuzz

winbuzz

winbuzz

daman game