¿Qué distancia hay entre el niño con que soñaba ser y el adulto que ahora es?
- ¡Uy, muchísima! No en términos de felicidad, pero sí en términos de dedicación y de hábitat, digamos. Siempre me soñé entre árboles y animales… Nunca me hubiera imaginado tener que ir adaptándome a estar parado entre coches, sin posibilidad de ver más allá de los edificios. He sido feliz, desde niño hasta ahorita, y creo que eso ya no se me va a quitar, ¡eh!
¿Es usted un humanista de izquierda o un socialista moderado?
Fotos: Guillermo Cardoso - No sé por qué me hacen esa pregunta, pero yo soy un humanista, punto. Me parece que el humanismo te pone en favor de la justicia y en la causa de la libertad o al revés, te pone en la causa de la justicia y te orienta también al ejercicio de las libertades. Si eso a veces es de izquierda, a veces es de centro o a veces es de derecha me tiene sin mucho cuidado.
¿El yunque o la hoz y el martillo?
- Bueno, dicen que la hoz se fabrica en un yunque con un martillo. Me parece que esas herramientas son todas ellas de hierro y sin alma. La hoz que puede cortar la cizaña y hacer crecer la hierba, pero no es más que una cuchilla, hierro frío, metal frío que sirve para segar hierba pero también se lleva, digamos, parte de la cosecha buena. El martillo forja pero también golpea y es metal, también frío. El yunque sirve de base, también es de metal y en él se apoyan para construir cosas buenas y malas o pretendiendo hacer cosas buenas que resultan malas.
¿Cuál es la mayor derrota y cuál la mayor victoria que ha tenido en su carrera?
- Visto a la distancia creo que me ha dolido más, bastante después, no haber logrado coordinar y dirigir los esfuerzos de mi partido. En su momento era un servicio y era una simple oferta, es decir me ponía a disposición, perdí y punto. Pero hace poco me dolió más porque me di cuenta cómo, a partir de ahí, el partido tomó un rumbo que yo hubiera querido evitar, hubiera querido dirigir al partido para que no se fuera hacia los derroteros que ahora habrá que enderezar.
¿Cuáles son esos derroteros?
- Un poco la pérdida de sensibilidad de sus valores y de sus principios orientados a esos dos grandes valores. No quiero profundizar más allá de decir que el humanismo no está cabalmente reflejado en lo que es ahora Acción Nacional.
¿Si no hubiera sido político qué otra profesión hubiera abrazado?
- Guardabosques o una cosa así pues, de esas cosas que se les ocurren a los niños cuando le gusta la vida silvestre. Creo que eso es lo que más me ha costado esta carrera que luego lo trae a uno, también digo que afortunadamente pues, a la capital.
¿Cómo se siente uno de los principales artífices de la reforma electoral?
- El día de hoy me siento un poco cansado pero no puedo ceder porque todavía falta mucho por realizar, falta la legislación secundaria que estamos trabajando. Me siento satisfecho, por supuesto, y muy comprometido con lo que sigue.
¿Hubo algún momento en el que pusiera en tela de juicio esta reforma?
- De mi parte, ninguno. Toda mi contribución a esta reforma tiene que ver con mis convicciones y además con que si ya no he vivido como guardabosques, tengo que ser congruente; soy un político que cree que se pueden lograr los acuerdos y que además necesitábamos el espacio para la política. Ya quedaba muy poco espacio para la convivencia política y eso se traduce en inquietud social y a los políticos lo que más nos asusta es no ser capaces de traer tranquilidad social.
Se hizo lo que se tenía que hacer para generar espacios para la política entendida como principio de solución pero que requiere altura de miras, la subordinación del interés parcial al interés general. Estoy satisfecho de que en esta coyuntura hubo una clase política, que con generosidad nos reunimos y todos cedimos, todos aportamos, todos obtuvimos y todos renunciamos.
Los editores de etcétera están de acuerdo con la reforma electoral, pero no con la destitución de los consejeros, por ejemplo. Ahora se preguntan si esta reforma no sobrecargó las facultades al IFE, piensan que sí. ¿Usted qué opina?, ¿no estamos construyendo un monstruo?
- Esperemos que no. Si uno tuviera miedo de que las instituciones se fortalecieran el miedo no nos haría correr riesgos. Soy de los que piensan que se presiona el que se deja presionar y se atemoriza el que no sabe dominar el miedo, por supuesto miedo se debe sentir, pero el valor no consiste en no tener miedo sino en dominarlo. A pesar de que uno pudiera decir que en el estado actual de las cosas nos ha ido bien, el partido en el que yo milito gana las elecciones, formo parte del partido que gobierna, ¿qué necesidad de cambiar algo si así nos está yendo bien? No. Eso no es lo que le conviene al país, y yo soy senador para serlo, no para disfrutarlo ni para simularlo. Entonces, no creo que le hayamos recargado las facultades o atribuciones al IFE.
Plantea el tema de la remoción o destitución no sé qué palabra usó de los consejeros electorales. Yo dije en la tribuna del Senado a nombre de mi grupo parlamentario que esta reforma es una obra colectiva en la que nosotros asumimos cabalmente todo su contenido, a pesar de que como probablemente los demás partidos podrían decir, no nos satisface plenamente, que algunas cosas que ahí están dichas las hubiéramos dicho de otra manera o nos hubiera gustado que fueran de otro modo y que algunas cosas que están ahí, las hubiéramos planteado para otro momento, pero la política es el arte de lo posible según una de sus definiciones más comunes, desde la perspectiva de quien gobierna también es la forma de restañar heridas y de generar la reconciliación política como una necesidad del régimen democrático porque en él lo que se promueve es la competencia, la lucha, el enfrentamiento para el acceso al poder pero también el que accede al poder asume la responsabilidad del restañamiento, de la reconciliación y del espacio para la restauración de la arena política, de tal manera que no es la pretensión ningún tipo de destitución.
Creo que es una solución intermedia entre el ánimo exacerbado de expulsar, correr o destituir a alguien, con el ánimo constructivo de fortalecer a una autoridad, que pasa por su renovación escalonada. Esto está más en el mérito de entender que el escalonamiento nos trae la oportunidad de aprovechar la experiencia y de fortalecer con la frescura y la visión renovada de nuevos miembros. Quedan unos, salen otros por el concepto y la valoración que se hace de la renovación escalonada. Para escalonar la renovación de un órgano hay dos formas: destituir a todos y nombrar para periodos diferenciados o bien, quedarse con algunos de los que están y renovar una parte, creo que el que se haya hecho una renovación parcial implica un reconocimiento de que no tienen razón los que querían destituir porque hubo algún tipo de irregularidad o de actitud indebida. El que en general el IFE, que actuó en las elecciones pasadas, vaya a permanecer con sus integrantes y se inicie la renovación, es un reconocimiento de que por un lado no puede permanecer, en este proceso de restañamiento, tampoco se van todos porque tampoco tienen razón los que dicen hubo algo. Es una manera como digo que no nos satisface plenamente, pero que aceptamos y no le regateamos ni un punto ni una coma a lo que hemos hecho como reforma constitucional. Asumimos la responsabilidad cabalmente.
¿Cuándo los partidos políticos serán sujetos a la ley de transparencia?
- He terminado de revisar lo más acuciosamente posible tanto el dictamen de la Cámara de Diputados que se constituyó en minuta y el de la Cámara de Senadores que aprobó la reforma al sexto constitucional en materia de transparencia. Hay consideraciones en ambos dictámenes que establecen que la regulación para las obligaciones de transparencia de los partidos deberán estar en la ley de la materia, en este caso en el código federal electoral, entonces todo lo que implique obligaciones de transparencia que deberán ser las más amplias y de eso voy a hacer mi propia bandera en lo que resta de la reforma a la legislación secundaria, trataré de influir en la construcción del mejor capítulo de transparencia pero será en el Cofipe, y habrá ciertamente referentes a la ley de transparencia en algunos aspectos. No hay tiempo que concederle a los partidos para su opacidad.
¿Alguna vez los legisladores se disminuirán el sueldo?
- Bueno, espero que alguna vez la sociedad aprecie que el estipendio que se señala en la ley para los legisladores sea ese vehículo para sentirse satisfecho de vivir en la honrosa medianía, estoy citando a Benito Juárez. Yo, personalmente, vivo sólo del estipendio que mi cargo establece. Lo que yo esperaría antes de que se bajara es más bien que la sociedad apreciara los bienes públicos que se generan en el Congreso y que, por tanto, lo que represente de recursos destinados al Congreso valgan la pena. Si alguien me quiere bajar el sueldo pues que se modifique la ley. Ustedes dirán pues sí nada más que ustedes son los que autorizan el presupuesto y ahí se ponen lo que quieren. No, pero sí me parece que sí podríamos bajarnos el sueldo, pero no tanto, ¡eh! Me parece que ésta es una función que requiere, bueno, si se ejerce cabalmente… yo he sido tres veces diputado y dos veces senador y bueno, sí me siento satisfecho de vivir exclusivamente de mi trabajo público.
Pero usted sabe que hay legisladores que no solamente se dedican a ello…
- Bueno, pero usted me preguntó a mí, pues yo tampoco soy carmelita descalza ni hermana de la caridad, es decir yo trabajo y cobro por mi trabajo, ahora, espero que mi trabajo valga lo que yo cobro.
¿Quién es para usted Felipe Calderón?
- Felipe Calderón es el Presidente de la República, es mi amigo, es al que conocí cuando era líder juvenil y desde que lo conocí ciertamente me impresionó su capacidad política.
¿Cuándo fue la última vez que platicó con él?
- ¿Telefónicamente o personalmente? Personalmente hará, no sé, dos meses o mes y medio probablemente, y telefónicamente diez días.
¿Qué hace usted cuando no hace política?
- Duermo o como (risas). Soy padre de cuatro adultos ciudadanos, entonces mi esposa y ellos, cuando estamos en la casa se supone que ahí no hago política y la verdad es que también hago política. Tengo un hijo que es médico, ahora no está con nosotros, pero su hobbie es la política así que cada vez que me ve hablamos de política; tengo una hija que es periodista y cada vez que me ve me critica y hace política; tengo un hijo que trabaja animación por computadora y es un caricaturista político extraordinario, él hace caricaturas para que las vea y cada vez que las veo pues, hombre, son editoriales privados pero de política, y el más pequeño de mis hijos está terminando la carrera de Derecho y su tema principal son los derechos humanitarios, y bueno, nada más me ve y quiere, también, hablar de política. Entonces no me queda más que cuando estoy dormido es cuando no hago política.
¿Whisky o tequila?
- Antes tequila, ahora whisky porque ya las agruras no me dejan tanto el tequila, pero nunca mucho.
¿Piporro o José José?
- ¿No se pueden los dos? Si me fuerzan a veces Piporro y a veces José José.
¿Pedro Ferriz o Paty Chapoy?
- ¿No se puede ninguno? Los dos.
¿El Universal o Excélsior?
- Por razones eminentemente sentimentales Excélsior.
¿Canal Once o Canal 22?
- Canal Once.
¿Rubén Aguilar o Maximiliano Cortázar?
- Pues yo creo que Maximiliano Cortázar aunque… ¿tengo que optar, verdad? No me puedo rajar así que adelante.
¿A qué personaje de la historia le hubiera gustado conocer?
- Muchos, pero y aquí van a pensar que es de alguna manera reflejo de mochilonguería pero no lo es. A San Ignacio de Loyola porque su vida es verdaderamente extraordinaria, un aristócrata, un soldado nunca dejó de ser. Su vida me marcó porque desde la preprimaria y parte de mi vida profesional he estado sellado por ese espíritu.
¿Raleigh es el cigarro?
- No sé si es el cigarro, pero es mi cigarro.
¿Cómo se quita la cruda?
- Procuro que no me dé, pero si me da, la verdad es que no hay más remedio que dormir y tomar agua. No conozco otro.
¿Cuál es el piropo más bonito que ha recibido?
- Uy, pues no sé. Creo que no he recibido piropos. No… sí. Creo que cualquiera que represente afecto sincero particularmente de compañeros, y a veces hasta de adversarios políticos me satisface mucho. Pero no pretendo ser monedita de oro, ¡eh!
¿Qué es lo que más le gusta de una mujer físicamente?
- No me lo van a creer pero yo creo que la sonrisa.
¿A qué político admira?
- Admiré mucho a Carlos Castillo Peraza, admiro mucho a don Luis H. álvarez y admiro mucho por su tenacidad y su capacidad a Felipe Calderón.
¿A qué periodista admira?
- A Marco Levario, por su valor, su tenacidad y su capacidad.
¿De qué se arrepiente en su carrera?
- De casi nada pero probablemente me arrepiento, como muchos me dicen, de que debí haber sido más ambicioso cuando tenía más fuerza, ambicioso en el sentido legítimo, más deseo de protagonizar algunos otros cargos. A mí lo único que me ha interesado realmente es mi carrera legislativa. Entonces, probablemente de la falta de deseo de alguna gubernatura o una cosa así.
¿Usted que fue subsecretario de Normatividad de Medios de Gobernación, qué opina del uso discrecional de los recursos de la publicidad oficial?
- Me parece que cuando se destinan recursos públicos deben tener una clara utilidad para el Estado mexicano y particularmente para la población. De tal manera que cualquier discrecionalidad, en cualquier materia, que aleje la aplicación de recursos para un propósito claro y a un bien público me parece reprobable. Por supuesto que la discrecionalidad en los recursos dedicados a la publicidad oficial, que es la pregunta, cae en esa categoría. Los ciudadanos tienen derecho a la información y al conocimiento de los programas de los servicios que prestan los gobiernos, por lo tanto los recursos no pueden obedecer a caprichos ni muchísimo menos a condiciones de tipo político o cosas de ese tipo.
¿Habrá una ley de comunicación social que considere a la publicidad oficial como una razón de Estado?
- Me gustaría pero creo que ahorita traemos demasiados frentes abiertos a pesar de que la gente pudiera tener la idea, y muchos se encargan de hacerle pensar a la gente, de que los cargos de legisladores son así como muy cómodos. Lo que podría decir es que para hacer una buena ley se necesita tiempo y ahorita, cuando menos yo personalmente, no podría comprometerme a la ligera. Espero que la podamos hacer pero no creo que sea inminente.
Antes está la reforma de la radiodifusión y las telecomunicaciones, ¿no?
- Creo que ambas leyes están vinculadas, por supuesto podrá incluir en parte la utilización de la publicidad oficial como ya lo hemos, de alguna manera, introducido en la materia electoral. Pero la publicidad oficial tiene que ver con muchos otros medios, mucho más allá de las telecomunicaciones y la radiodifusión porque abarca la prensa y otros medios, que usan las diferentes dependencias y los diferentes gobiernos. Creo que se irá parcialmente atendiendo en la materia electoral, en la materia de telecomunicaciones y finalmente se construirá un marco jurídico relativo a la publicidad oficial.
También existe la posibilidad de asumir otro esquema… después de estudiar algunos modelos de otros países, donde esta publicidad con recursos públicos está prohibida. Sin embargo, me parece que todavía tendríamos que favorecer algunas acciones afirmativas, alguna promoción democrática de la pluralidad de los medios, del acceso de todos los sectores de la sociedad a cierta información básica de los servicios de gobierno antes de llegar a una prohibición o restricción muy severa de los recursos destinados a la publicidad oficial, pero no lo sé.
¿Cómo definiría en una frase el papel que han jugado la radio y la televisión en la transformación política de México?
- Creo que es innegable la dependencia del proceso democrático a la apertura de los medios. Recuerdo cuando había manifestaciones de políticos en este sentido. Recuerdo aquella campaña de Clouthier en que aun pagando no se le abrían espacios a los políticos de oposición y de ahí vino, después del 88, una apertura que, ciertamente, ha sido una gran aportación al proceso democrático. Desgraciadamente como un péndulo se pasó de tueste y se convirtieron en un factor cuasi determinante del proceso democrático, que es ahora cuando hay que volver a centrar la participación de los medios. Pero el que niegue que la pluralidad, la diversidad, la apertura de los medios fue un factor para la apertura democrática, no conoce la realidad.
¿Desde la televisión habrá juegos de apuestas?
- Espero que no. No es ése, bajo ningún concepto, algún propósito válido del empleo de un medio como es la televisión, un medio de entretenimiento, de información, de cultura, de educación. Y me parece que los juegos de apuestas no aportan a esos elementos; probablemente al de entretenimiento pero hay muchísimas formas de entretenimiento más válidas para un medio concesionado de un bien público.
¿A usted le gustan los juegos de mesa?
- Pues mire, yo juego un poco de dominó, me apasiona mucho; también un poco de ajedrez. Cuando mis hijos estaban chiquitos jugábamos damas chinas, parchís, turista y muchos jueguitos que nos mantenían unidos en la mesa. Pero otro tipo de juegos, no. Ojalá los pudiera jugar, lo que pasa es que no los sé jugar.
¿Qué opina de los permisos que otorgó Creel para los juegos de casino?
- A mí me parece que ése fue uno de los puntos más críticos de la gestión cuando fue secretario de Gobernación. Lo único que podría opinar, porque fue un punto de fricción de mi parte con él, es que había reglamentos y demás, pero el hecho de que se entregaran a empresas vinculadas con la televisión sin que su secretario de medios estuviera enterado fue un momento muy álgido, muy desagradable.
¿De qué forma le gustaría ser recordado?
- Creo que como buen padre, buen esposo, buen hijo, buen amigo porque estoy seguro que los más allegados a mí son los únicos que me podrían recordar. Eventualmente si alguien que no sea o mi hijo o mi esposa o mis hermanos y amigos, pues hombre, si me recuerda alguien más que me recuerde como un buen mexicano.