La pregunta para el año que comienza con relación a la tv digital es cuánto avanzará durante 2011 la transición tecnológica y qué camino tomará: ¿la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declarará válido el decreto presidencial del 2 de septiembre de 2010 mediante el cual se pretende adelantar el “apagón analógico” para 2015, o dará la razón al grupo de legisladores que presentó una controversia constitucional con el fin de anular ese decreto?, ¿el gobierno de Felipe Calderón podrá “lucirse” un poco al final de su gobierno apoyando a las familias pobres para que adquieran convertidores digitales, si es que la SCJN declara válido el decreto del 2 de septiembre, o bien el ganador de las elecciones en 2012 será quien luzca políticamente suministrando ese apoyo?, ¿quien gane la elección de 2012 respetará la estrategia calderonista de adelantar el “apagón analógico” para 2015, mantendrá la original, establecida en 2004 por el gobierno de Vicente Fox, que señala el año 2021 como fecha del “apagón”, o diseñará una distinta?
Tecnología básica
Aunque el país tiene problemas más urgentes que resolver (violencia, pobreza extrema, debacle en la educación), el tema de la tv digital no puede salir de la agenda gubernamental, so pena de reforzar el atraso tecnológico que vivimos. Ya es lugar común decirlo, pero la tv digital es parte de la convergencia tecnológica en curso y el siguiente paso en el desarrollo de la televisión; es fundamental en las modalidades de definición “estándar” o “mejorada” que vemos hoy, pero también requisito para que se generalicen la Alta Definición o HD y posteriormente, en algunos lustros, la tv en 3D.
Si quienes gobiernen México en el futuro inmediato -o sea a partir de 2012- no proponen un camino que pueda generar consenso entre los diversos sectores sociales, políticos y económicos para avanzar en la digitalización, y deciden que el “apagón analógico” se produzca hasta 2021, como se planeó en 2004, seremos uno de los últimos países en el mundo que adopte plenamente esta tecnología. La mayor parte de las naciones que faltan por realizar el apagón, incluidas varias con menor desarrollo económico que México, planean efectuarlo en 2015-2016. Es muy probable que este dato haya influido para que Felipe Calderón intentara acelerar la transición y programara el “apagón” para 2015; a ningún jefe de Estado debe agradarle que su país esté a la cola en algún aspecto del desarrollo mundial.
Avance lento
Hace un mes, el 8 de diciembre de 2010, el INEGI dio a conocer los resultados de la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y uso de las Tecnologías de la Información, realizada en mayo de 2010. Los datos relativos a la tv digital muestran el lento avance que tiene en México el consumo de esta tecnología. “El levantamiento reciente -informó el INEGI- encontró que el 13.2% del total de hogares cuenta con un aparato receptor de tipo digital. Esta cifra representa un aumento del 3.3%; con respecto del año anterior; asimismo, que el 81.5% del total de hogares declaró disponer sólo de televisor de tipo analógico”.
Las cifras se refieren a televisión abierta. Quizá el INEGI debió indagar también cuántos hogares cuentan con suscripción a sistemas de televisión de paga para tener una cifra más precisa con relación al número de telehogares que reciben señales digitalizadas, pues, como se sabe, estos sistemas envían audio y video digitales que pueden ser captados, incluso con televisores analógicos, gracias al decodificador que los prestadores del servicio entregan a cada suscriptor. Es decir, que una parte de los hogares incluidos en ese más de 80% que únicamente cuenta con aparatos analógicos podría estar recibiendo señales de tv digital por tener suscripción a sistemas de paga. Sin embargo, es probable que este número de telehogares no sea muy significativo y efectivamente la cifra de los que no cuentan con señal digital sea cercana al 80%. En cualquier caso, las cifras del INEGI muestran la escasa penetración que aún tiene la tv digital.
Junto a estas cifras hay otro dato que confirma la lentitud de ese avance: según la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), a seis años de haberse iniciado la transición hacia la tv digital, solamente 78 de los 451 canales de tv abierta que operan en México transmiten señales digitales.
Digitalización transexenal
Como en México los políticos rara vez se ponen de acuerdo, no ha podido establecerse una “política de Estado” con respecto a la transición televisiva digital, una propuesta que pueda generar consenso acerca del camino más conveniente para que el país avance por ese rumbo y que pueda ser aplicada por el gobierno en turno independientemente del partido al que pertenezca. En Estados Unidos, por ejemplo, las directrices para la transición fueron diseñadas durante el gobierno de George Bush, pero fue la administración de Obama quien se encargó de concluir el proceso. La historia de la transición digital es muy diferente en México. En 2004, el gobierno de Vicente Fox publicó un decreto mediante el cual se estableció una “política” encaminada a la transición en materia de tv digital; según ese documento, el año 2021 sería el último en que se realizaran transmisiones analógicas. El 2 de septiembre de 2010, la administración de Felipe Calderón, publicó otro decreto con la intención de adelantar el “apagón analógico” para el año 2015 y establecer un procedimiento para acelerar la transición: a través de la Secretaría de Economía, el gobierno daría ayuda a las familias mexicanas para adquirir convertidores de sintonía digital con el fin de que en los telehogares donde únicamente hubiera aparatos de tv analógicos pudieran captarse señales digitalizadas. La intención del gobierno era que esa ayuda empezara a proporcionarse en 2011.
Sin embargo, ese proyecto gubernamental -similar al seguido en Estados Unidos-, despertó la sospecha de varios legisladores, principalmente del PRI y del PRD, quienes vieron en él fines “electoreros” por parte de Calderón -a su juicio el gobierno planeaba beneficiar a su partido cambiando votos por convertidores digitales-, de manera que el 7 de octubre presentaron ante la Suprema Corte de Justicia una controversia constitucional por considerar que, al publicar el decreto del 2 de septiembre, el gobierno había invadido atribuciones que corresponden a la Cofetel. El 20 de octubre, la ministra Olga Sánchez Cordero “admitió” la controversia y ordenó la suspensión del decreto con el fin de que la Corte analice su validez. El 1 de diciembre la SCJN confirmó la suspensión del decreto hasta que se determine si el gobierno invadió atribuciones de la Cofetel. La Corte no fijó fecha alguna para dar a conocer su fallo.
Candados tecnológicos
De manera complementaria, los legisladores que promovieron la controversia constitucional contra el decreto del 2 de septiembre, lograron en el Congreso de la Unión que se colocara dentro de la Ley de Egresos correspondiente a 2011 un “candado” para impedir que el gobierno destine recursos dirigidos a apoyar la compra de convertidores digitales durante los procesos electorales a efectuarse en 2011. El gobierno solicitó que en el Presupuesto de Egresos de la Federación se destinaran 500 millones de pesos `para apoyar la compra de convertidores como parte del Programa para el Desarrollo de la Industrias de Alta Tecnología, a cargo de la Secretaría de Economía. Sin embargo, el Congreso prohibió explícitamente en el artículo 13 de la Ley de Egresos que se erogaran esos recursos en tanto no se resuelva la controversia constitucional presentada ante la SCJN y prohibió también, en el artículo 14, que durante 2011 el gobierno destine “recursos públicos para el subsidio total o parcial, o bien para el otorgamiento de apoyos económicos en cualquier modalidad, respecto de equipos electrónicos y/o electrodomésticos relacionados con (el) proceso de transición a televisión digital en las entidades federativas que estén en proceso electoral”.
El gobierno calderonista queda, por lo tanto, imposibilitado de iniciar su proyecto de acelerar la transición y adelantar el apagón analógico, al menos durante varios meses, a menos que el fallo de la Corte se produzca en enero o febrero de 2011 (aunque tendría que interrumpirlo en cuanto comenzaran las campañas electorales). Pero podría ya no realizarlo si la Corte tarda más de un año en tomar una decisión con respecto a la controversia constitucional y si, como podría ocurrir, el Congreso vuelve a aplicar un “candado” en la Ley de Egresos para 2012.
Encrucijada digital
¿Qué camino seguirá la transición hacia la tv digital en un escenario como éste? Hay diversas posibilidades. Uno es que la Suprema Corte tarde en dar su fallo con respecto a la controversia constitucional y que en la Ley de Egresos para 2012 vuelva a aplicarse un “candado” similar al establecido por el Congreso para este año. Si así ocurriera, el adelanto del “apagón analógico” no podría iniciarse en este sexenio. Otra posibilidad es que, como consecuencia de lo anterior, la transición se realice con el calendario y los procedimientos fijados en el documento que publicó Vicente Fox en 2004 y que el “apagón analógico” se produzca en 2021. Una posibilidad más es que quien gane la elección Presidencial de 2012 adopte el proyecto calderonista de adelantar el “apagón” en 2015 y lo aplique, o bien diseñe una estrategia distinta para acelerar la transición a la tv digital. Lo deseable, por supuesto, sería que esa estrategia lograra conciliar la capacidad económica de las empresas televisoras para invertir en el recambio tecnológico y las posibilidades de la población en las distintas regiones del país para adquirir nuevos aparatos o convertidores digitales; las diferencias económicas entre las entidades federativas probablemente tendrían que ser consideradas para diseñar una suerte de “apagón escalonado”. El siguiente dato de la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y uso de las Tecnologías de la Información realizada por el INEGI muestra la disparidad en el desarrollo de la tv digital que tienen los diferentes estados de la república: “Si bien el 13.2% del total de hogares cuenta con televisor digital, 26 de las 32 entidades federativas se encuentran por debajo de ese promedio. Los cuatro estados con mayores promedios son Nuevo León, Distrito Federal, Estado de México y Baja California, registrando porcentajes entre el 20% y el 26%”. Por lo tanto decretar un “apagón analógico” general para todo el país en una misma fecha puede no ser realista y quizá resulte más conveniente uno escalonado, considerando las diferencias en el desarrollo que esa tecnología tiene en los diferentes estados.
Finalmente, cualquier proyecto gubernamental en la materia tendrá que ser “transparente” y dejar muy claro en qué se van a ocupar las frecuencias que la digitalización de la tv dejará libres, transparencia de la que el plan calderonista careció y suscitó críticas e impugnaciones.